martes, 28 de enero de 2014

¿Y TU MUJER… ERES SABIA O ERES NECIA?


Proverbios 14:1
“La mujer sabia edifica su casa; Mas la necia con sus manos la derriba”

Este proverbio nos enseña en resumen que es lo que hace una mujer sabia. Dice que edifica su casa, mientras que de la necia también se nos da en resumen que con sus manos derriba su casa. Pero ¿Cómo distinguir cual es sabia y cual necia?

1. ¿QUÉ ES SABIDURÍA? La Biblia nos dice en el Salmo 111:10: “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; su loor permanece para siempre”.

Desde el comienzo vemos que una mujer sabia sobre todas las cosas es una mujer que teme al Señor y conoce a Dios. Esta es nuestra primera característica y debemos aclararla porque existe una sabiduría que no proviene de Dios sino que es carnal, mundana y diabólica. Cuando Eva estaba en el huerto, ella vio que el árbol prohibido era “bueno para adquirir sabiduría”. Pero esa sabiduría es una sabiduría que produce necedad porque es producto de la desobediencia. Al contrario la sabiduría que proviene de Dios se hace manifiesta en lo que, practican sus mandamientos.

La mujer sabia es una mujer creyente. No existe sabiduría aparte del temor de Dios. Por eso para poder llenar los requisitos de ser sabia la mujer debe comenzar por tener una relación con Dios. Vivimos en tiempos donde muchas personas rinden culto a Dios solo de labios, pero su corazón está lejos del temor de Dios. De labios profesan temor pero con sus acciones y a veces con los mismos labios que profesan temor a Dios, demuestran que en verdad tal temor no existe en ellas.

Es muy interesante que la mujer que edifica su casa sea la que es sabia. No dice educada, tampoco dice profesional, ni dice bella, de buen porte ni atractiva. Cosas que nosotros consideramos importantes. Lo que la Biblia nos dice es que esta mujer es una mujer temerosa de Dios.

2. ¿QUÉ ES NECEDAD? La Biblia nos dice en Proverbios 9:6: “Abandonad la necedad y viviréis, y andad por el camino del entendimiento”.

La necedad por supuesto es lo contrario a la sabiduría. La necedad comienza por la falta de Dios en la vida y la falta del propio temor, a su presencia. Sin Dios no puede haber sabiduría y todo lo que se hace sin Dios es necedad. La única manera de dejar de ser necios es buscando a Dios en todo tiempo

La necedad se hace patente en la conducta, en las obras de las manos y en las palabras. Existen en la Biblia algunos casos de mujeres que actuaron con necedad destruyendo así sus casas y sus hogares. Tenemos particularmente el caso de Jezabel, la mujer de Acab que siendo de influencia negativa a su esposo logró que este se apartara de Dios y terminara su vida con una muerte vergonzosa siendo su sangre lamida por los perros. El fin del necio es muerte y destrucción.

Por tanto; la mejor manera para conocer una mujer sabia es por medio de sus acciones, por la obra de sus manos, y por las palabras de sus labios. Así que si hay alguien que esté buscando una mujer sabia para casarse, debe comenzar a observar su comportamiento, ver lo que hace y evaluar lo que dice porque de “de la abundancia del corazón habla la boca”. Y aunque existen muchos con el arte de engañar, pronto se sabrá quién es la verdadera mujer sabia y cual no lo es. Lo mejor seria que pusiera en oración su necesidad y Dios, en su tiempo, le dará la ayuda idónea que necesita.

La mujer sabia, está envuelta en edificar su familia. Esto incluye sus hijos y su esposo. La mujer sabia es de influencia positiva en la vida de sus hijos y la vida de su marido. Muchas mujeres no han llegado a comprender cuán importante es esta tarea de edificar su casa. La influencia de una mujer sabia puede hacer la diferencia entre un hogar destruido, unos hijos mal criados, perdidos y alejados del temor de Dios y unos hijos llenos de temor de Dios, obedientes, sumisos, amables y buenos ciudadanos.

Mujer Cristiana, pídele a Dios, te motive a querer ser ejemplar en tu conducta, sabia en el hablar y en todo tu proceder. Que sepas utilizar la sabiduría para beneficio de tu hogar, y puedas usar la gracia divina para ser de bendición a tu esposo e hijos. Que seas una mujer que edifica su casa sabiamente, temiendo a Dios por encima de todas las cosas. Y que no seas necia derribando tu propia morada.

Proverbios 31:10
“Mujer hacendosa, ¿quién la hallará? Su valor supera en mucho al de las joyas”.



“Gracia y Paz”

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