Génesis 15:5
“Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar”.
Job 31:4
“¿No ve él (Dios) mis caminos, y cuenta todos mis pasos?”
Antonio y Silvia estaban jugando en el comedor cuando su madre puso un
plato de galletas en la mesa y se fue. «¡Mmm! ¡Huele bien!, dijo Antonio. Me
comeré una». Su hermana le agarró el brazo y le dijo: «No toques nada; mamá se
enfadará; es para el postre». –No creo que las haya contado, dijo el niño.
–Quizás el Señor sí, respondió su hermana. Antonio se quedó pensativo, y
después de un momento, dijo: –Tienes razón. Dios cuenta, porque la Biblia dice que incluso los
cabellos de nuestra cabeza están todos contados (Mateo 10:30). Y este verso de la Palabra de Dios lo hizo
triunfar sobre la tentación.
En efecto, Dios cuenta las cosas. Un rey pagano lo comprobó. Había olvidado
a Dios; pero Dios, por su parte, había contado… En una noche de orgía,
Belsasar, aterrorizado, vio cómo se inscribían en la pared de la sala del
festín estas solemnes palabras: “Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin…
Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto… Tu reino ha sido roto, y
dado a los medos y a los persas” (Daniel 5:26-28). El momento de hacer las
cuentas había llegado. Al final de la lista de los pecados del rey, Dios iba a
inscribir un total implacablemente justo. “La misma noche fue muerto Belsasar”
(Daniel 5:30).
Si Dios cuenta todos mis pasos, también cuenta todos mis días. Cada uno
puede preguntarse: «¿Cuántos me quedan?», pero sería mucho mejor preguntarse:
«¿Estoy en regla con Dios?».
“Gracia y Paz”
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