Santiago 4:6
“Mas él da mayor gracia. Por esto
dice: Dios resiste á los soberbios, y da gracia á los humildes”.
Dios aborrece al orgulloso y altivo,
y el Salmo 139:6 nos dice que “El alto Jehová atiende al humilde; pero al
altivo mira de lejos”.
Pero aun cuando Dios resista al
orgulloso, al humilde le da gracia, la Biblia nos asegura que todos los que nos humillamos
al pie de la cruz, y pedimos: “Dios, ten piedad de mí, un pecador”, seremos
salvos, y tendremos perdón de nuestros pecados; renaceremos de arriba, tendremos
perdonados nuestros pecados, y tendremos un hogar en el cielo.
“Ay, ¿Por qué ha de ser orgulloso
el espíritu de un hombre mortal?” (Abraham Lincoln) En verdad ¿Por qué? Todo lo
nuestro, todo lo que tenemos y que creemos nos pertenece es engañoso, vanidoso,
y pecaminoso. Isaías 64:6 nos dice, “Todos nosotros somos como suciedad, y
todas nuestras justicias como trapo de inmundicia”.
Es el orgullo solamente lo que
impide a una persona que se humille a los pies de Jesucristo para recibir la
salvación, y es el orgullo lo que le cierra la puerta al cielo y la felicidad
eterna.
“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día
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