Romanos 6:1-2
“¿Qué, pues, diremos?
¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera.
Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?”.
Nadie de nosotros merecía una
salvación tan grande como la que Dios nos ha dado, aun cuando éramos pecadores
y no merecíamos perdón, Dios nos perdono, nos limpio de todo pecado y ahora nos
ha dado una nueva vida, una vida en Cristo que no esta viciada conforme al
viejo hombre, sino mas bien una nueva vida que nace de una relación intima con
Dios.
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de
vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios
2:8-9).
Sin duda la gracia es un don de
Dios, que no es que nosotros queramos o merezcamos, sino que es un regalo de
Dios, que sin merecerlo le es otorgado a todos aquellos que lo quieren aceptar.
Ahora nuestra vida se rige a
través de la Gracia
de Dios. Antes en el antiguo tiempo la vida se regia a través de la Ley , esa ley que fue impuesta
para demostrar lo difícil que nos era ser fieles a Dios, mas con la venida de
Cristo y su perdón ahora vivimos en un periodo denominado: “El Periodo de
Gracia”, en donde todos aquellos que quieran alcanzar la gracia de Dios lo pueden
lograr, tan solo con arrepentirse de corazón de sus pecados y comenzar a vivir
una vida agradable a Dios.
Hoy en día la gracia de Dios es
la que nos permite arrepentirnos de nuestros pecados, pues mientras haya
gracia, aun es posible.
Lo triste de esto es que muchos “Cristianos”
utilizamos la gracia como una licencia para pecar, pues el simple hecho de
saber que aun tenemos la oportunidad de arrepentirnos nos hace concretar cosas
que deberían estar ya canceladas desde hace mucho tiempo. Pablo lo decía de
esta forma: “¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la
gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo
viviremos aún en él?” (Romanos 6:1-2).
Lo que Pablo quería decir, es que
¿Cómo es posible que vivamos aun en el pecado, cuando ya morimos a el?, y es
que es igual que cuando un ladrón fue encarcelado por robar, paso muchos años
de su vida en esa cárcel horrible, pero luego fue perdonado, pero al regresar
al pueblo, volvió a robar nuevamente, ¿Acaso no le basto todo el tiempo que
estuvo en la cárcel?, ¿Acaso la cárcel era un excelente lugar para pasar muchos
años de su vida?, ¿Qué era lo mínimo que se esperaba de el, al ser perdonado?,
si, se esperaba que no robara mas. Así mismo, luego de ser perdonados, se
espera de nosotros que evitemos a toda costa el pecado, Jesús decía: “Vete, y
no peques mas”.
Lastimosamente muchas veces
podemos convertir la gracia de Dios en una desgracia, digo desgracia porque al
no tener cuidado podemos aprovecharnos de ella convirtiéndola en una desgracia
para nuestra vida, llevando de esta manera una vida de pecado continuo que nos
aleja de la Gloria
eterna. En Hebreos 12:15a leemos: “Mirad bien, no sea que alguno deje de
alcanzar la gracia de Dios”.
Es por esa razón que cada día
debemos hacer lo que Pablo le dice a Timoteo que haga: “Tú, pues, hijo mío,
esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús” (2 Timoteo 2:1).
Amados, no utilicemos la GRACIA de Dios como
libertinaje, no nos aprovechemos de ese regalo que Dios nos dio. Imagínate que
alguien te regala una tarjeta de crédito, con saldo limite de $50,000 pero tu
comienzas a gastar y a gastar y cuando sientes el crédito se sobre giro y ahora
tienes una deuda de $500,000, ¿Qué hiciste con el regalo que se te obsequio?,
¿Qué clase de respuesta diste al bien que alguien te quiso hacer?, ¿Será que se
merecía que te aprovecharas del regalo?, Claro que NO, no seas aprovechado, no
utilices la gracia como ocasión para pecar. Cuidado… que nadie sabe el día ni
la hora que el Señor vendrá y ¿Qué ocurrirá si en ese momento estas
aprovechándote en mal manera de la gracia?, seguramente te quedaras.
En Judas verso 4 lo leemos
claramente: “Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde
antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que
convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único
soberano, y a nuestro Señor Jesucristo”.
No convirtamos la GRACIA de Dios en un
libertinaje, al contrario, tratemos cada día de guardarnos lo más que podamos
para no aprovecharnos de ella. Al contrario seamos buenos administradores de
esta gracia: “Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros,
como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” (1 Pedro 4:10).
No conviertas la gracia en una
desgracia para tu vida, no te confíes en lo que muchos te dicen “que no importa
lo que hagas, que mientras estés en el periodo de la gracia no hay problema”,
al contrario toma muy en cuenta estas verdades bíblicas y vívelas: “Porque la
gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,
enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en
este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada
y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien
se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar
para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras” (Tito 2: 11-14).
"Gracia y Paz"
Verdades Bíblicas
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