Salmo 27:1-3
"Jehová es mi luz y mi
salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de
atemorizarme? Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y
mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. Aunque un
ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante
guerra, yo estaré confiado".
¿Hay un temor específico que
parece surgir una y otra vez en tu vida? ¿Temes no poder pagar tus deudas?
¿Tienes miedo a la soledad? ¿Estás con temor de sufrir o de morir? ¿Sientes
miedo de perder a un ser querido? Todas estas cosas son preocupaciones
legítimas, pero todas ellas deberían caer en la categoría de "cosas bajo
el control de Dios". Muchas veces, el rey David se encontró frente a
situaciones que no sólo le provocaban temor sino que fueron peligrosas para su
vida. Sin embargo, en el pasaje bíblico de hoy encontramos a David declarando
con absoluta seguridad y confianza: “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién
temeré?”
Y aunque nuestro temor a la
muerte, a la enfermedad, a estar solos, a los problemas financieros o al
terrorismo es legítimo, Dios desea que sepamos que él es mayor que todas esas
cosas. Él quiere que desaparezca todo nerviosismo ante aquello que nos
atemoriza, y nos exhorta a encontrar paz y tranquilidad depositando nuestras
vidas en sus mano, porque: "no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino
de poder, de amor y de dominio propio". Por lo tanto debemos rechazar ese
espíritu de temor, y tener fe de que el control de nuestras vidas pertenece al
Espíritu Santo, quien trae paz y seguridad a nosotros. Dios nos dice con toda
claridad en su Palabra que él está con nosotros siempre, cada día de nuestras
vidas. Al encomendarle la misión de reemplazar a Moisés como líder del pueblo
de Israel, Dios le dijo a Josué: “Nadie te podrá hacer frente en todos los días
de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te
desampararé” (Josué 1:5). La
Biblia nos cuenta que, en efecto, Dios siempre fiel a su
palabra, estuvo con Josué y le dio la victoria en situaciones sumamente
difíciles. Y aquel pueblo tomó posesión de la tierra que el Señor había
prometido a sus antepasados.
En Marcos 6:45-51, la Biblia nos narra acerca de
una ocasión en la que los discípulos de Jesús se encontraban en medio del mar
de Galilea, azotados por una fuerte tormenta que amenazaba con hundir su barca.
Los discípulos llevaban horas remando, luchando contra los fuertes vientos y
las enormes olas, pero la barca no avanzaba, sino más bien retrocedía, porque
el viento era contrario. En ese momento se les acercó Jesús, caminando sobre el
mar, y les dijo: “¡Confiad; yo soy, no temáis!” Cuando ellos hicieron un alto
para escuchar al Señor, y confiaron en él, dice la Biblia que Jesús subió a la
barca y “se calmó el viento” (v.51). La falta de fe resulta en temor; por el
contrario cuando confiamos plenamente en que Dios cuida de nosotros, el temor
desaparece.
Hebreos 13:5 nos recuerda la
promesa de Dios a Josué: “No te desampararé, ni te dejaré” Y seguidamente
declara: “De manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador;
no temeré lo que me pueda hacer el hombre”. Esto debe ser suficiente para calmar
nuestros temores, pero tenemos que creerlo, tenemos que confiar en esta promesa
de nuestro Señor.
Si estás pasando por momentos de
temor en tu vida, sigue el ejemplo de David, el cual declaró en el pasaje de
hoy: “Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra
mí se levante guerra, yo estaré confiado”. Arrodíllate a orar y entrega tu
situación, por difícil que esta sea, en manos de Dios, pídele que aumente tu fe
y verás como su paz, que sobrepasa todo entendimiento, te inundará y todo
vestigio de temor desaparecerá.
ORACIÓN:
Bendito Padre celestial, en este día quiero entregar a ti todo aquello
que me causa temor e inseguridad. Confieso por fe que tú estás en control de
todo y que no temeré a nada ni a nadie, pues tú estás conmigo y estarás siempre
conmigo hasta el fin del mundo. En el nombre de Jesús, Amén.
“Gracia y Paz”
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