Apocalipsis 21:6
"Y díjome: Hecho es. Yo soy
Alpha y Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré de la
fuente del agua de vida gratuitamente".
Este mundo es de mi Padre
Celestial. El es Alpha y Omega. Nada estaba antes que Él, y nada después. El
pecador lo pone todo al revés. El dice, “El asunto se trata de mí; yo soy el
centro, y el importante”.
Hace mucho que algunos astrónomos
pensaban que este mundo era el centro del universo, y que todo revolvía
alrededor del mundo. ¿Qué pensarías de una persona que todavía cree esto? Es
una locura. Pero aunque sea ridículo, es precisamente esto que hace el pecador
en el mundo espiritual. Desafía a su Creador, y el interés propio es la regla
de su conducta, y vive como si todo debería servir a sus propios intereses. La
frustración es inevitable, y cuando viene la desilusión, el fin siempre es un
desastre. A veces pasan sus días amargados, y a veces salen de esta vida en una
explosión de violencia. Es precisamente esta idea de servirse a sí mismo sin
que le importen las leyes y la
Palabra de Dios, que hace de este mundo lo que es. Y todos
hemos vivido así, como si fuéramos el rey del universo.
Pero ahora, LAS BUENA NUEVAS.
Dios nos ama, y nos ofrece el perdón por nuestros pecados. Jesús murió para
expiar nuestra culpabilidad; él pago el precio por nuestros pecados, y extiende
sus brazos hacia nosotros y dice, “Al que tuviere sed, yo le daré de la fuente
del agua de vida gratuitamente”.
¡Bendito Salvador! El cambiará tu
motivación y te dará UN CORAZON NUEVO. “Las cosas viejas pasaron; he aquí todas
son hechas nuevas.” 2 Corintios 5:17.
“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día
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