Salmos 30:5
“Porque un momento será su furor;
Mas en su voluntad está la vida: Por la tarde durará el lloró, Y á la mañana
vendrá la alegría”.
Cuando Jonathon Edwards predicó
el sermón de “Pecadores en las manos de un Dios enojado”, habían algunos que se desmayaron; fue horrible
el cuadro que el pintó. Pero el castigo que viene está reservado para AQUELLOS
que rechazan a Cristo, y rehúsan inclinar sus rodillas ante Él.
Para los que se arrepientan de
sus pecados y acepten a Cristo, y le sigan, Dios nos corrige como un Padre a
sus hijos, para nuestro propio bien. A veces esa disciplina puede parecer dura,
pero viene de nuestro Padre Celestial y es para que cambiemos nuestra manera de
vivir. Es una aflicción leve y como indica el versículo de hoy, “Por la noche
durará el lloro, pero a la mañana vendrá la alegría” Salmos 30:5. Y este gozo
durará por toda la eternidad! ¡Ven pronto Señor Jesucristo!
“Gracia y Paz”
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