Salmo 119:47
“Y me regocijaré en tus
mandamientos, Los cuales he amado”.
Debido a la intensa actividad de
mi esposa, a veces puede dedicarle solo un tiempo limitado por semana a cada
uno de nuestros nietos. Sin embargo, cuando es posible, reorganiza sus horarios
para pasar más tiempo con ellos; no por cumplir con su deber, sino porque los
ama. Cuando la veo con ellos, entiendo qué significa la palabra deleite.
En el Salmo 119, David nos dice que
la Palabra de
Dios es su «delicia», y usa este término cinco veces (vv. 24, 77, 92, 143,
174). Además, agrega: «Me regocijaré en tus estatutos; no me olvidaré de tus
palabras. […] Y me regocijaré en tus mandamientos, los cuales he amado» (vv.
16, 47). Las palabras del salmista, «me regocijaré», indican que es un acto
deliberado. Sin embargo, no le resulta un carga deleitarse en la Palabra de Dios porque la
ama. El estrecho vínculo de David con Dios le generaba un deseo de saber más
sobre lo que su Amado quería decirle.
Asimismo, para que nosotros
pasemos del deber al deleite en la
Palabra de Dios, debemos fortalecer nuestra relación con Él.
Cuando recordemos cuánto nos ama y nos valora, responderemos con amor y nos
resultará un deleite pasar tiempo con el Señor. «¡Oh, cuánto amo yo tu ley!
Todo el día es ella mi meditación» (v. 97).
Sea
por la mañana, por la tarde o por la noche, deléitate en la Palabra de Dios.
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LEA: Salmo 119:41-48
Biblia en un año: Ezequiel 40–42
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“Gracia y Paz”
Nuestro Pan Diario
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