Josué 1:8
“Nunca se apartará de tu boca
este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que
guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces
harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”.
Muchas personas desearían tener
unos minutos al día para meditar y, de esa forma, calmar el torbellino de la
vida que no les deja un minuto libre. Este mundo no para, corremos de un lado a
otro en búsqueda de cumplir con todas nuestras responsabilidades, sin descanso
ni paz. El Rey David en el Libro de los Salmos escribe “Y en Su Palabra medita
de día y de noche”. Los que procuran vivir bajo la bendición de Dios toman su
tiempo y meditan La Palabra ,
a fin de definir todas sus decisiones, actitudes y acciones. Al leer La Palabra y meditar sobre
ella, saltan preguntas de ¿Cómo aplica este versículo a mi vida? ó ¿debo
esforzarme para evitar este pecado?, ó, Dios procura que obedezca a sus
Mandamientos.
Si somos obedientes hay promesas
en La Biblia
de las cuales nos podemos apropiar y reclamar. En el nombre de Jesús, amén y
amén.
“Gracia y Paz”
Pan de Vida
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