Cómo tener una
vida consagrada a Dios
Romanos 12:2
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por
medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea
la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.
El versículo de hoy presenta el propósito y los pasos
necesarios para desarrollar una vida consagrada a Dios. Pablo estaba
advirtiendo con urgencia a los creyentes que no se conformaran al mundo.
Nuestra propensión a no ser fieles a la verdad es uno de los mayores peligros
en la iglesia hoy.
Mediante las relaciones mundanas y el entorno, estamos
siendo influenciados por personas que no andan en los caminos de Dios. Nuestra
sociedad nos dice que debemos ponernos en primer lugar, obtener lo que
queremos, proteger nuestros derechos y promover nuestros propios intereses por
encima de los de los demás. Pero, Jesús dijo que nuestro Padre celestial nos
dará lo que realmente necesitamos (Fil 4:19), que debemos negarnos a nosotros
mismos y seguirle (Lc 9:23), y que el humilde —no el orgulloso— será honrado
(Stg 4:10).
Al mismo tiempo, Pablo nos exhorta a buscar la
transformación de nuestras mentes: a poner nuestros pensamientos en las cosas
de arriba (Col 3:2), y a enfocarnos en lo verdadero, lo justo, lo puro y lo de
buen nombre (Fil 4:8). Esto exige hacer ajustes en nuestra forma de ver la
vida, hasta que nuestros pensamientos armonicen con los de Cristo. También
debemos proteger nuestras mentes con la verdad bíblica, y rodearnos de
creyentes maduros que puedan alertarnos cuando empecemos a descarriarnos.
Hágase estas preguntas:
¿Estoy enfocándome en lo que es importante para el
Señor?...
¿Estoy obedeciendo la Biblia?...
¿Estoy demostrando una conducta transformada?
Deje que el Espíritu Santo de Dios le dé el poder para
hacer los cambios necesarios que le permitan ser más como Cristo.
“Gracia y Paz”
Meditación Diaria
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