Apocalipsis 4:8
“Y los cuatro animales tenían
cada uno por sí seis alas alrededor, y de dentro estaban llenos de ojos; y no
tenían reposo día ni noche, diciendo: Santo, santo, santo el Señor Dios
Todopoderoso, que era, y que es, y que ha de venir”.
Cualquier cosa que es mala,
fea, o perversa es contraria a la naturaleza de Dios, al cambio Él es todo lo
que es puro, verdadero, y hermoso. En 1ª Pedro 1:16 nos dice la razón que
nosotros debemos ser santificados: “Porque escrito está: Sed santos, porque yo
soy santo”. ¡Imagínate! Estos ángeles no descansan en su alabanza día y noche!
¡Que contraste a la escena aquí en la tierra donde se profana y blasfemia su
nombre constantemente para dar énfasis a sus maldiciones.
Si tan solo pudiéramos tener
una mirada breve de la justicia, la magnificencia y la santidad de Dios, eso
nos impulsaría a nuestras rodillas como lo hizo Job, quien dijo, “De oídas te
había oído; pero ahora mis ojos te ven. Por tanto me aborrezco, y me arrepiento
en el polvo y en la ceniza.” Job 42:5,6. Algún día tú y yo tendremos que
aparecer en la presencia pavorosa de Dios para ser juzgados, y para rendir
cuenta de lo que hemos hecho aquí en la tierra. O enfrentas este juicio solo, o
tendrás a Jesús a tu lado como tu abogado y redentor. Sin Cristo, somos irremediablemente
perdidos. Necesitamos una justicia y una pureza que es mas allá de nosotros;
una justicia no propia, sino una que nos es dada gratuitamente a nosotros por
Jesucristo. Él es nuestra justicia. Su justicia se coloca en nosotros, así como
nuestros pecados fueron puestos en Él. “Más de Él sois vosotros en Cristo
Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, y justificación, y
santificación, y redención” 1 Corintios1:30. ¿De veras tendrás a Cristo como tu
Redentor?
“Gracia y Paz”
Un Versículo de La Biblia cada
Día
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