Romanos 8:28
“Y sabemos que a los que aman a
Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su
propósito son llamados”
Pasaron unos cuantos meses hasta
que comprendí que lo que consideré un encuentro casual había sido oportunamente
programado por mi futuro esposo.
Me había visto desde el balcón de
la iglesia, había deducido por dónde iba a salir, bajó dos pisos corriendo por
la escalera y llegó unos segundos antes que yo. Cuando informalmente sostuvo la
puerta e inició una conversación, yo ignoraba que su «espontánea» invitación a
cenar había sido premeditada. Actuó en el momento preciso.
Hacer algo en el momento preciso
es poco común; al menos, en lo que respecta a los seres humanos. Pero Dios
tiene propósitos y planes específicos para nosotros, y su horario siempre es
perfecto.
Vemos esto en la vida de
personajes bíblicos como el siervo de Abraham cuando oró por una esposa para
Isaac, y Dios respondió a su oración haciendo que la joven se le acercara
(Génesis 24). A José lo vendieron como esclavo, lo acusaron falsamente y lo
arrojaron en una cárcel, pero, con el tiempo, Dios lo utilizó para preservar la
vida de muchas personas durante una hambruna (45:5-8; 50:20). También nos
maravillamos ante la valentía de Ester cuando Mardoqueo le recordó: «¿Y quién
sabe si para esta hora has llegado al reino?» (Ester 4:14).
¿Te frustra el ritmo de los
planes de Dios? «Confía en el Señor» (Salmo 37:3). Dios abrirá puertas cuando
sea el momento preciso.
El
tiempo de Dios es perfecto… ¡siempre!.
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LEA: Salmo 37:3-11
Biblia en un año: Nahum 1–3
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“Gracia y Paz”
Nuestro Pan Diario
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