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miércoles, 31 de octubre de 2012

HALLOWEEN ¿UN INOCENTE JUEGO?



El 31 de octubre de cada año, se celebra en los países de Europa y los Estados Unidos, la tradicional noche de brujas, como una burda imitación de las fiestas cristianas. Impulsada por el éxito comercial que ha logrado, está cobrando auge en América Latina.

Los centros comerciales "adornan" sus vitrinas con personajes espantosos, algunos confeccionan ataúdes y según sea más diabólica su decoración (creen ellos) tendrán más éxito comercial. Se venden miles de toneladas de dulces y golosinas que las familias compran para regalar a los niños. Los negocios de ventas de disfraces incrementan considerablemente sus ventas. Los niños recorren los vecindarios tocando las puertas y pronunciando las palabras "Trick or treat" (trato o treta) a lo que la gente responde regalándoles caramelos, si no algunos niños les pintan las paredes o le hacen algunas travesuras.


¿QUÉ SIGNIFICA HALLOWEEN?

El Halloween, palabra que significa: la víspera de todos los santos, en inglés, "All hallow´s E´ening". Era una fiesta instituida por los druidas (sacerdotes, hechiceros y magos de las religiones paganas de la parte norte de Europa y que influenciaron a las culturas célticas por más de dos mil años hasta la introducción del cristianismo). Esa noche se celebraba el año nuevo de los druidas o el día de Samhain (dios de los muertos). Los druidas dirigían a sus seguidores en adoraciones diabólicas en las cuales sacrificaban animales y vidas humanas.

Un ex-sacerdote satánico llamado Colenn Hoobs, ahora convertido al cristianismo, fue iniciado desde los siete años en el satanismo, testificó: "participé junto con una niña de diez años llamada Becky, en un ritual donde estábamos casados con la Bestia, nos quitaron la ropa, hubo mucho abuso sexual y cruentos sacrificios de animales cuya sangre la derramaban sobre nosotros e invocaban a Lucifer. El día de Halloween nos pasearon por varias habitaciones de una casa y pusieron a Becky en un altar de piedra donde mataban animales y personas, y violaban a los niños antes de sacrificarlos, nunca más lo volví a ver. Por eso Halloween para mí es un día muy triste y diabólico".

Otro caso que llamó poderosamente la atención sucedió en la ciudad de Nueva York, donde el 15 de noviembre de 1989 fue condenado a cadena perpetua Robert Brown. Había asesinado a 10 personas en rituales satánicos. Les devoró el corazón y bebió sangre durante las misas negras que organizaba.


SÍMBOLOS SATÁNICOS

Halloween tiene símbolos característicos que tienen mucha relación con el ocultismo:

La bruja, en inglés Witch, palabra que deriva de una palabra sajona "Wiccan" que literalmente significa la que practica encantamientos, torcida o defectuosa, adoradora de la naturaleza y según la Biblia es hechicera o que tiene prácticas demoníacas.

La estrella de cinco puntas y encerrada en un círculo que es el emblema de los satanistas como Anton Lavey (autor de la "Biblia Satánica") y es usada actualmente por los seguidores de la New Age (nueva era).

Otros símbolos: murciélagos, gatos negros, fantasmas, esqueletos, telas de araña, y todo lo que representa el terror y el miedo.


Sacrificios de niños

La costumbre del ¡Trick or Treat!, trato treta, regalo o travesura; la establecieron los Druidas. Cuando llegaban a una casa y demandaban un niño para sus sacrificios, la víctima era el regalo que recibían. A cambio dejaban una calabaza con ojos en la que encendían una vela hecha de grasa humana para evitar (según ellos) que los demonios mataran a los moradores esa noche. Cuando alguien no podía satisfacer la demanda de los Druidas, estos, pintaban un símbolo en el frente de la casa. Aquella noche Satanás o sus demonios mataban a alguien en aquella casa.

No es casualidad que en los días de Halloween aparezcan niños mutilados y asesinados. Los seguidores del diablo colocan en las golosinas sustancias venenosas, drogas, navajas de afeitar, pedazos de vidrio, alfileres, etc. Las que engañosamente son ofrecidas a los niños quienes heridos o muertos por tales golosinas son luego dedicados a satanás en rituales donde los brujos y satanistas beben la sangre de sus víctimas para obtener más poder para sus hechizos.

Esta fiesta ha llegado a ser el día del Diablo y es reconocida por cientos de adoradores del diablo y grupos ocultistas en muchos lugares.

Los rituales generalmente terminan en perversiones sexuales, prácticas hechiceras y sacrificio de niños.


¿QUÉ DICE DIOS?

-Los encantadores, adivinos y hechiceros son abominables delante de Dios:

Deuteronomio 18:10-12
"No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas…"


- Las obras de las tinieblas deben ser reprendidas:

Efesios 5:11
"Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas".

El diablo quiere que creamos que esto es un simple juego de niños para que participemos de una fiesta dedicada a él. ¡No participes en este juego satánico! ¡No te dejes engañar! ni permitas que tus hijos y sobrinos participen de una fiesta de brujas, pues después de Halloween muchos niños sufren alteraciones nerviosas, tienen pesadillas y no pueden dormir.

Jesús dijo:

Juan 8:32
"Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres".

Recibe a Jesucristo como tu único y suficiente Salvador, sólo El podrá guiarte a la vida eterna.

“Gracia y Paz”

LA NATURALEZA DE LA CONVICCIÓN DE PECADO



Juan 16:7-11
“Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado”.

Jesús aseguró a sus discípulos que les convenía que Él se fuera para que el Consolador pudiera venir a ellos (Juan 16:7). Dios lo envía para convencer a las personas de su pecado. Puesto que el Espíritu Santo no está limitado por el tiempo o el espacio, puede llegar a cada persona. Sin embargo, su obra es distinta en relación con los creyentes y los no creyentes.

En cuanto a los no creyentes, el Espíritu de Dios penetra su corazón y trae a su conciencia que han hecho lo malo. Les revela que, según las normas divinas, han pecado y están condenados por sus transgresiones. La incredulidad es el mayor pecado contra Dios, y por eso cada pinchazo del corazón tiene el propósito de señalar su necesidad del Salvador.

Con relación a los creyentes, el Espíritu Santo trata con ellos en base a su relación con Jesucristo, y los convence de su desobediencia a Él. En otras palabras, nos hace conscientes de pecados específicos, y de la actitud del Señor en cuanto a ellos. Pero Él también nos impulsa a arreglar cuentas con Cristo por nuestro pecado, confesándolo y arrepintiéndonos.

Una tarea importante del Espíritu Santo, es producir convicción de pecado en los creyentes, pero Él también se goza en hacerlos conscientes de la complacencia del Señor. Dios alaba la vida recta, la obediencia y las acciones de amor en su nombre.

Aunque la convicción de pecado es con frecuencia incómoda, tanto para los incrédulos como para los creyentes, es también una hermosa demostración del amor de Dios. Él desea ponernos en el centro de su voluntad y guardarnos allí. El trabajo del Espíritu Santo hace eso posible, si elegimos obedecer.

“Gracia y Paz”
Meditación Diaria

ALGO QUE ESCONDER



Salmo 32:5
“Dije: Confesaré mis transgresiones al Señor; y tú perdonaste la maldad de mi pecado”.

Hace varios años, una compañía de teléfonos móviles quiso poner una antena en su propiedad y disimularla para que pareciera un pino. Después tuvieron una idea mejor: construir un granero falso con paneles de vinilo que permitieran que las ondas de radio los atravesaran. Después, desarrollaron esta idea hasta que se convirtió en una empresa que levanta estructuras para ocultar antenas, por razones de seguridad y de estética. El director de la empresa está convencido de que muchos de sus vecinos todavía no tienen ni idea de qué hay adentro de su granero.

La mayoría de la gente trata de mantener algo fuera de la vista. Puede ser algo tan inofensivo como trastos en un sótano o tan tóxico como los fracasos morales y espirituales que intentamos esconder de los demás, de nosotros mismos e, incluso, de Dios.

En el Salmo 32, David describió cuán inútil fue tratar de esconder su pecado (vv. 3-4) y el alivio que sintió al abrirle su corazón al Señor: «Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones al Señor; y tú perdonaste la maldad de mi pecado» (v. 5).

Confesar nuestros pecados a Dios y abandonarlos genera una sensación de libertad en nuestra alma, y nos da la tranquilidad de saber que no tenemos nada que ocultar.

Cuando estamos listos para revelar nuestros pecados, Dios lo está para quitarlos.

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LEA: Salmo 32:1-11

Biblia en un año: Lucas 18–21
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“Gracia y Paz”
Nuestro Pan Diario

ESPERA A JEHOVÁ



Isaías 40:31
“Mas los que esperan á Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán”.

Aquí tenemos una promesa hermosa para aquellos que están dispuestos a pasar tiempo en la presencia del Señor, orar, y confiar en Él.

El “esperar” aquí no quiere decir inactividad, sino oración, dejando todo en las manos de Dios, y esperando con fe en Él. Quiere decir pasar tiempo en su presencia en la oración, leer la Palabra de Dios, dejar todo en las manos del Señor, y andar en obediencia a Él.

El resultado es que volaras como un águila majestuosa por encima de la confusión, las dudas, y los peligros de aquí abajo. Esta promesa es para los que la quieran aplicar, y es una promesa en general; es decir, sin respeto a circunstancias particulares. Yo leí de un Águila que fue atada a una piedra y volaba en círculos alrededor de ella. Se dice que de vez en cuando alzaba la vista a las montañas lejanas como si se acordaba de su libertad anterior, y que tuviera ganas de ser libre otra vez.

Quizá tú, en estos momentos, te encuentras como esta águila, inmovilizada y derrotada, caminando en círculos abajo en lugar de volar libremente en tu vida cristiana como debiera ser. ¿Y como lo puedes hacer?, tan solo “espera a Jehová,” y anda en su presencia. Si de veras conoces a Cristo, y estás lavado en su preciosa sangre, serás como un águila que naciste para volar.

“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día

¿ES TU FE A PRUEBA DE OBSTÁCULOS?



Mateo 15:21-28
“Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora”.

Este pasaje nos cuenta que Jesús se fue a la región de Tiro y de Sidón, en pleno territorio gentil. Y allí se acercó a él una “mujer cananea.” Mateo utiliza estas dos palabras que son muy significativas: “mujer” y “cananea”. En aquellos tiempos ser una mujer significaba algo así como un objeto sin mucho valor en las manos de su padre primero, y en las manos de su esposo después, si se casaba. No tenía siquiera el derecho a dirigirse a un hombre si éste no le hablaba primero. Era tal el desprecio de los judíos por las mujeres que muchos solían orar diciendo: “¡Gracias Dios porque no me hiciste ni mujer ni perro!”

Pero además dice que era “cananea”. Es decir, era gentil, no era judía, no pertenecía al pueblo escogido de Dios. No guardaba la ley de Moisés y por lo tanto era considerada sucia. Era, según el concepto de los judíos, “una sucia mujer”. Y esta mujer clamó a Jesús por la salud de su hija. ¿Y cuál fue la respuesta de Jesús? Silencio absoluto. Dice la Biblia que “Jesús no le respondió palabra.” ¡Qué terrible es el silencio cuando deseamos escuchar una palabra de consuelo!

Quizás aquella mujer había tratado por muchos medios de encontrar la sanidad para su hija. Tal vez había agotado todos sus recursos. Sin duda estaba desesperada, y cuando supo que Jesús andaba por los alrededores corrió a él, como aferrándose a lo que sería su última oportunidad para ver a su hija sana y libre de aquel demonio. Pero se encuentra con una pared impenetrable: aparentemente Jesús la ignora. Y cuando finalmente le dirige la palabra, le dice: “No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.” Aun más rechazo. “Yo he sido enviado a socorrer a los judíos. No a los extranjeros”. Eso fue lo que le dijo Jesús. ¡Qué desilusión! ¡Cuánto desaliento y frustración en el corazón de aquella mujer! ¡Su única esperanza le había fallado! Casi la imaginamos bajando su cabeza, retirándose mientras lloraba amargamente por aquel fracaso.

Pero la realidad fue muy distinta. Aquella mujer estaba decidida a persistir en su empeño al estar frente a quien, ella sabía, podía sanar a su hija. Y entonces se postró ante el Señor, clamando: “¡Señor, socórreme!” Jesús le respondió: “No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos.” La palabra griega que se usa aquí se refiere a un perrito de los que se tienen en las casas, a una mascota. Pero como quiera que sea es un perro. Cualquiera se hubiese sentido ofendido. Sin embargo, aquella mujer siguió mostrando una persistencia inquebrantable en su propósito de conseguir la sanidad de su hija. Y le contesta: “Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos”. Estas palabras conmovieron a Jesús, el cual le respondió: “Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.” Finalmente, la persistencia de aquella mujer produjo el deseado fruto.

Muchos comentaristas bíblicos coinciden en que aquella mujer salió de ese encuentro con Jesús, no solamente con la sanidad de su hija, sino también con la vida eterna y un poderoso testimonio que llevar a su hija y a todos los que le rodeaban. El Señor probó la fe de aquella mujer. Ella persistió en su propósito y al final recibió mucho más de lo que pudo imaginar o desear.

¿Acaso te encuentras en una situación difícil, y has estado orando mucho sin recibir la respuesta que esperas? No te desanimes, persiste en la oración con fe, y en el perfecto tiempo de Dios recibirás lo que necesitas y más.

ORACIÓN:
Padre santo, te ruego aumentes mi fe y me des paciencia para esperar a tu tiempo, sabiendo que tu voluntad es perfecta. En el nombre de Jesús, Amén.


“Gracia y Paz”
Dios te Habla

martes, 30 de octubre de 2012

PROPIEDADES Y BENEFICIOS DEL KIWI

 

Originario de China, donde crece naturalmente en las colinas de China oriental y a los pies del Himalaya y con tanta abundancia que pasó a llamarse la perla del Himalaya.

Allí se lo conoce con el nombre Yang-Tao siendo el nombre científico de la planta Actinidia Chinensis que en el idioma griego quiere decir rayo, atribuido a un profesor de botánica inglés en el año 1850.


EL KIWI Y LA VITAMINA C

El kiwi se encuentran entre las frutas con más contenido en vitamina C. 100 gramos de su pulpa aporta más de 100 miligramos de vitamina C. En realidad, sólo está superado por las guayabas -183 mg- y por las grosellas negras - 191 mg. El kiwi tienen más vitamina C que los limones (53 mg.) y que las naranjas (48 mg.).

Comer un simple kiwi cada mañana es prácticamente una manera de asegurar la ración diaria de vitamina C.

Estos aportes son excelentes para individuos que tienen sus defensas bajas ayudándolas a prevenir resfríos y gripes.

Como sabemos, tanto la vitamina C como la vitamina E poseen, entre otras propiedades, propiedades antioxidantes capaces de neutralizar el daño corporal que podrían producir los radicales libres. Comer kiwis ayuda a mantenernos más jóvenes, previene la aparición de muchas enfermedades, entre ellas el cáncer, las alergias, ayuda a rebajar la hipertensión al intervenir esta vitamina junto a su elevado contenido en potasio.

Es muy importante decir que personas Diabéticas, alérgicas, mujeres embarazadas o personas mayores de edad se beneficiarían mucho de su consumo. Las personas que han sufrido alguna rotura de algún ligamento o hueso, por las propiedades reparadoras de esta vitamina, o las mujeres durante la menopausia a las que les ayuda a producir estrógenos o a disminuir los sofocos deberían comerla en abundancia. Finalmente cabe añadir que también es muy benéfica para todas aquellas personas que tengan las defensas diminuidas, personas afectadas de Sida, leucemia, personas que han pasado una enfermedad y que se han sometido a tratamientos con antibióticos.

Se ha comprobado como esta maravillosa fruta ayuda a evitar el nerviosismo. El kiwi puede considerarse un alimento útil para reducir el estrés de la vida moderna. La vitamina C que contiene el kiwi, junto con su elevado nivel de magnesio, nos ayudará a sentirnos más tranquilos y a enfrentarnos con más seguridad a los problemas de la vida, controversias, oposiciones, entrevistas de trabajo, y ante cualquier situación de nervios o tensión esta fruta permitirá que podamos superar esos retos con más facilidad.

Hay que mencionar la importancia que esta fruta tiene, tanto por su contenido en vitamina C como E, en la conservación de la vista y la prevención de enfermedades de los ojos, como las cataratas o la ceguera nocturna.


EL KIWI favorece la circulación de la sangre

El kiwi contiene una gran cantidad de vitamina E y de ácidos grasos omega-3 y omega 6. Estos componentes poseen propiedades fluidificantes de las sangre, por lo que ayudan a mejorar el estado de las arterias y los capilares, colaborando también en mantenerlas elásticas, evitando que se formen coágulos o trombos en los vasos sanguíneos. Contiene el ácido llamado propeolítico, que ayuda a combatir el colesterol malo. De esta manera, comer kiwis nos protegerá contra la angina de pecho, la trombosis, el infarto o los derrames cerebrales.


EL kiwi Es un buen remedio contra el estreñimiento

El kiwi es una fruta rica en fibra soluble. Su ingestión ayudar a mejorar el transito intestinal y prevenir la aparición del estreñimiento. Durante el desayuno, resulta muy interesante realizar una mezcla de yogur con kiwi. El yogur, por su riqueza en fermentos, ayuda a restaurar la flora intestinal y el kiwi completa el tratamiento a añadir su contenido en fibras que favorece la expulsión de las heces.


EL kiwi favorece la digestión

El kiwi es una fruta muy adecuada para realizar una buena digestión porque contiene una encima proteolítica llamada actidina y, tal como ocurre con la bromelina de la piña, o la ficina de los higos, resulta muy interesante en la alimentación porque ayuda a disgregar las proteínas y favorecen el tránsito intestinal, evitando la indigestión, la gastritis o la formación de gases. Este aporte además de eliminar residuos del organismo previene las formaciones de tumores.

También aporta potasio oligoelemento fundamental en el metabolismo celular que estimula y fortalece al organismo otorgándole elasticidad y movimiento al cuerpo ayudándonos a mantenernos ágiles. La cantidad de potasio que aporta el kiwi se iguala al de la banana (que es la fruta que más lo contiene).

Cuenta con minerales como hierro, fósforo, calcio, magnesio y el cromo que juega un papel muy importante en enfermedades cardíacas, diabetes y obesidad. Otro aporte de valor es la vitamina B9, (ácido fólico) que previene la anemia.


El kiwi ayuda a adelgazar y eliminar líquidos

El kiwi contiene un elevado porcentaje de agua y su poder calórico es moderado (63 kcal por cada 100 gr.), por lo que comerse un kiwi supondrá ingerir unas 40 calorías. Todo esto, unido a su elevado índice de potasio y su bajo contenido en sal, hace que sea muy conveniente para las dietas de adelgazamiento y en todas aquellas situaciones que se requiera perder agua. El kiwi es una fruta muy diurética por lo que no debería faltar en la dieta de las personas obesas. Su consumo incrementa la producción de orina, lo que ayuda a superar la obesidad, pero resulta igualmente útil en situaciones en las que se produce retención de líquidos por ejemplo, en casos como el embarazo, la menopausia, la insuficiencia cardíaca, o la insuficiencia hepática.


¿Cómo comer El kiwi?

Existen muchas maneras de comer esta fruta. La forma más fácil es partirla por la mitad y quitar la pulpa con la ayuda de una cucharilla, vaciándola gradualmente hasta dejar solamente la piel. Si se prefiere, puede pelarse como cualquier otra fruta y cortarla en rodajas horizontalmente de manera que quede muy decorativa. Esta manera es la habitual de presentarla en ensaladas o tartas. Una manera muy refrescante es servirla en forma de batido mezclado con leche y un poquito de miel. En Nueva Zelanda tienen un plato, llamado merengue Pavlova, en el que esta fruta juega un papel fundamental. Combina muy bien con el queso de manera que un plato con unos trocitos de queso y unas rebanadas de kiwi resulta delicioso y muy digestible.

La ventaja del kiwi con respecto a muchas otras frutas es que, una vez cortado puede aguantar mucho mas tiempo hasta que pierda el color. Se mantiene verde y tierno por lo que los platos pueden prepararse un poco antes de que vengan los comensales. Dietéticamente es mejor comerlo inmediatamente para que no se produzca ninguna perdida de vitamina C.

Es mejor comprar aquellos que se encuentran un poquito blando al tacto, lo cual es síntoma de que están bien maduros. Los que están muy fuertes al tacto es porque están demasiado verdes.


¿Quien no debe comer kiwi?

La enzima proteolítica actidina es tóxica para algunas personas que son alérgicas a la misma. Por lo tanto, las personas que tienen problemas para digerir otros alimentos que contienen enzimas proteolíticas, como las piñas o las papayas, no deberían comer kiwis.

Los kiwis son muy ricos en oxalatos. Las personas que sufren una tendencia a desarrollar cálculos renales de oxalatos de calcio deberían evitar comer alimentos ricos en oxalatos.

Los niños pequeños son especialmente sensibles a las consecuencias negativas de los oxalatos, por lo que deberían comer esta fruta con mucha prudencia.


Composición de los kiwis por cada 100 gr. (FRESCOS)
          
Agua  83,05 gr.
Calorías 65 Kcal
Grasa 0,44 gr.
Proteína 0,99 gr.
Hidratos de carbono 14, 8 gr.
Fibra  3,4 gr.
Potasio 332 mg
Fósforo 40 mg
Hierro 0,4 mg
Sodio 5 mg
Magnesio 30 mg
Calcio          26 mg
Vitamina C 98 mg
Vitamina E 1100 mg
Vitamina A 175 UI
Vitamina B1 (Tiamina) 0,020 mg.
Vitamina B2 (Riboflavina) 0,050 mg
Niacina 0,5 mg


SIEMPRE CONSULTA A TU MEDICO, para que mantengas tu cuerpo sano; “Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer” (Génesis 1:29). “He aquí Yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad” (Jeremías 33:6), “¿o ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” (1 corintios 6:19).

“Gracia y Paz”
Publicado por: Carlos Martínez M.
Fuente: Botanical.

LA PORNOGRAFÍA Y EL CRISTIANO



Mateo 5:27, 28 
“Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”.

ANTE LA PORNOGRAFÍA EL CRISTIANO "TIENDE A AUTOJUSTIFICARSE”

Aunque nosotros como cristianos no debemos de apoyarnos en la psicología, quisiéramos citar el enfoque de la psicóloga Lidia Martín (miembro de una iglesia evangélica de Madrid), quien explica las consecuencias y equipara el consumo de sexo online a la infidelidad matrimonial.

Los cristianos no sólo tienen un consumo de pornografía parecido a la media social, sino que además tienden a justificarlo. Es una de las conclusiones del análisis que hace la psicóloga Lidia Martín, que ha investigado esta problemática desde su praxis profesional. Explica que lo grave de visionar sexo online es que “cada vez se necesitarán contenidos más explícitos, más agresivos y, lo peor, se considerará que son normales, tolerables”.

La accesibilidad desde Internet, la comodidad de un consumo desde casa y el hecho de que los contenidos sean, en muchos casos, gratuitos. “Estos factores, sin duda, contribuyen al uso de la pornografía”. “No hace falta hacer grandes esfuerzos para cruzarse con archivos de este tipo incluso sin buscarlos o buscando cosas mucho más inocentes y absolutamente desligadas del tema. Tener el ordenador delante y no tener que dar ninguna clase de explicación respecto a lo que se consume, facilita su uso (no como ocurre, por ejemplo, al comprar una revista de este tipo en un kiosco, en que pedírsela al Kiosquero y además correr el riesgo de que algún vecino pueda toparse contigo en ese preciso momento)”.

Este uso tan “cotidiano” que se puede dar de los contenidos sexuales online no deben hacernos olvidar, sin embargo, que el riesgo es importante. “Este terreno es tan altamente adictivo que, al igual que sucede con otras cosas, los primeros contactos suelen ser gratuitos para convertirse después en interacciones o visionados de pago”.

La pornografía se parece a otras drogas en que, a la larga, el cuerpo se acostumbra y genera tolerancia: “La persona se acostumbra a cierto contenido y necesita ir subiendo la temperatura y el calado de lo que ve”, explica Martín.

“SON MUCHOS LOS CONSUMIDORES CRISTIANOS”

¿Cómo es la problemática entre cristianos? Martín explica que la realidad es bastante decepcionante. “Esperaríamos que entre cristianos esto no existiera o que, al menos, no fuera tan frecuente como lo es fuera de nuestras filas. Sin embargo, son muchos los consumidores cristianos de pornografía, aunque lógicamente no se habla abiertamente de ello”.

La psicóloga explica por qué, en su opinión, la diferencia con personas “no religiosas” es tan pequeña: “Los cristianos somos personas como cualquier otra, con las mismas debilidades, sólo que regenerados por la sangre de Cristo. Y en ese sentido es que la cercanía con el Señor y poner nuestra mirada en Sus cosas son la única protección real con la que contamos en estos casos. Somos igual de débiles, entonces, que cualquier otro y privarnos del uso de estas cosas es más una cuestión de obediencia que de falta de tentaciones”.

Otro factor que según Martín explica la profundidad de la problemática en las iglesias evangélicas, es que “hay mucho desconocimiento de hasta qué punto esto está desaconsejado y prohibido por Dios”. Y añade: “Se tiende fácilmente a la autojustificación, a dar explicaciones en ocasiones un tanto rebuscadas para conseguir precisamente esto, ver con buenos ojos lo que no es bueno”.

PORNOGRAFÍA COMO INFIDELIDAD A LA PAREJA

Cuestionada por las consecuencias en el diario vivir de un matrimonio, Lidia Martín es clara: “Yo sí defendería que hay infidelidad en el uso de la pornografía. En el momento que se visualizan imágenes de este tipo y con la intención clara de crear lujuria y promover el deseo sexual; cuando se promueve, no la pareja, sino determinadas prácticas y a través de un foco que no es la propia pareja; cuando, por decirlo de otra forma  entra un “tercero” en escena, sea a nivel presencial o a través de una pantalla, hay una infidelidad”.

No ayuda el inventar etiquetas o diferenciar entre conceptos que en el fondo tienen la misma raíz. “Somos muchas veces excesivamente legalistas con lo que es o no una infidelidad y en el fondo no es más que una forma de autojustificar nuestros propios deseos. Parece que si no te acuestas con alguien físicamente no estás siendo infiel”. Para un cristiano, cree Martín, las palabras de Jesús son suficientemente claras, cuando dijo que quien mirara con lujuria a una mujer que no es su esposa “ya adulteró con ella en su corazón”.

“De ahí que tengamos que ser un poco menos benevolentes con nosotros mismos en cuanto a estas cosas. Ninguna esposa o esposo se siente contento ni feliz al ver o constatar que su cónyuge consume pornografía. No beneficia a la vida sexual de la pareja, no contribuye a la unidad del matrimonio, no favorece que nuestro deseo sexual se oriente hacia nuestra pareja  sino que, muy por el contrario, nos distancia de ella”.

CULPA QUE LLEVA A PÉRDIDA DE CONFIANZA

El sentimiento de culpa por el consumo de pornografía (tanto si se trata de una persona casada o soltera) acaba llevando a romper la confianza en las relaciones en un entorno familiar. “En muchas ocasiones cuando la persona se va embebiendo en la adicción también se va aislando. Esta es una característica habitual: cada vez el elemento adictivo ocupa más y más tiempo y facetas de la persona, hasta el punto de que termina prácticamente ‘desconectado’ de la realidad o de la faceta de la realidad correspondiente con el tema en cuestión”.

Sobre la culpa que esto genera, Lidia Martín habla de dos reacciones habituales. “Dependiendo de qué tipo de culpa sea la que se hace presente, pueden pasar varias cosas: la culpa que lleva a la confesión y al perdón puede ser que al principio se presentara en forma de aislamiento, pero termine buscando el acercamiento con el cónyuge, la búsqueda de soluciones y el abordaje del problema”.

Pero cuando la culpa no se gestiona adecuadamente, “cuando lejos de buscar la confesión y el perdón lo que se busca es la ocultación y la permanencia de la conducta adictiva, el aislamiento y el distanciamiento de la familia están prácticamente garantizados”.

EFECTOS EN LA SOCIEDAD

Ante toda esta realidad, se plantea una pregunta preocupante: ¿Qué efecto tendrá a nivel social el consumo generalizado de pornografía que, según todos los informes, se está dando ahora mismo entre la amplia mayoría de los menores de edad?

“Una de las cuestiones que ya estamos contemplando, no sólo en los jóvenes, sino en los muchos adultos que la consumen, es una banalización de la sexualidad y de las implicaciones del uso de la pornografía”. Relativizar el problema no ayuda. “Parece que no pasa nada, pero sí pasa. Uno de los efectos más evidentes y que acarrea también consecuencias en otros ámbitos es, principalmente, el hecho de que se ven las relaciones sexuales como algo puramente utilitario, para cubrir una necesidad personal inmediata, pero poco o nada tiene que ver el amor o el afecto por el otro”.

Las principales afectadas serán las mujeres. “Se tiende a la degradación de la mujer”, explica Martín, “ya que son principalmente hombres los que hacen uso de estas imágenes y se la cosifica”. El efecto en los consumidores es de largo plazo: “Pensemos que normalmente este es un camino con difícil retorno, ya que se crean imágenes mentales que son imborrables, fácilmente reproducibles una y otra vez y que generan tolerancia, por lo que la adicción avanza sola”.

El consumo repetido ahonda en el problema. “En ese sentido, cada vez se necesitarán contenidos más explícitos, más agresivos y, lo peor, se considerará que son normales, tolerables”.

“Muchos de los comportamientos que estas imágenes muestran son vejatorios para una de las partes y es peligroso acostumbrarse a ello y considerar que constituyen la normalidad y no la anormalidad”, concluye la psicóloga.

1 Tesalonicenses 4:1-5; Hebreos 13:4
"Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más. Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús; pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios... Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios".

“Gracia y Paz”
Fuente: Protestante Digital




RESEÑA BIOGRÁFICA
Lidia Martín Torralba es miembro de una iglesia evangélica de Madrid, es Licenciada en Psicología y Máster en Psicología Clínica y de la Salud por la Universidad Complutense de Madrid.

Desarrolla desde hace años su profesión en la atención psicológica desde la clínica privada, combinando estas labores con otras facetas como la docente y escritora.

Colabora habitualmente con entidades como la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), la Universidad Complutense de Madrid (en el Curso de Verano «Intervención en Catástrofes y Emergencias») y otras varias, como la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid. especialmente en programas de prevención y elaboración de materiales.

Ha participado como psicóloga en la redacción de un libro de la reconocida colección de Psicología Clínica de la Editorial Síntesis, “Primeros Auxilios Psicológicos”, incluido dentro de la sección de guías técnicas. El otro coautor es Manuel Muñoz, profesor titular de la Universidad Complutense de Madrid.

NINGUNA CONDENACIÓN



Romanos 8:1-4
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”.

Algunos creyentes están turbados por sentimientos de condenación. O bien piensan que nunca estarán a la altura de las expectativas de Dios para ellos, o están casi a punto de ahogarse en la culpa por sus pecados del pasado. Estas personas no parecen librarse del sentimiento de que Dios está molesto por sus insignificantes esfuerzos de parecerse más a Cristo.

El libro de Romanos confronta esta mentira: “Ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús” (Romanos 8:1). Cuando el Salvador fue a la cruz por nosotros, quitó de nuestros hombros la culpa, y nos convirtió en justos delante de Dios. Esos sentimientos de condenación ya no son nuestros; son de Satanás. Éste acentúa nuestros sentimientos de culpa y de incompetencia, y luego sugiere que así es como el Señor piensa de sus “hijos descarriados”. Nada puede estar más lejos de la verdad. Nuestros pecados fueron borrados, y hemos sido escogidos y amados por Dios.

La condenación es solo para quienes rechazan al Señor (Juan 3:36). El pecado es una sentencia de muerte (Romanos 6:23). Cualquiera que elija aferrarse al pecado en vez de buscar el perdón divino, sufrirá el castigo: la separación eterna de Dios. Dos sinónimos de condenar son “denunciar” y “maldecir”. Esas palabras describen la declaración de Jesús en cuanto a los incrédulos, en Mateo 25:41: “Apartaos de mí, malditos”.

No hay ninguna condenación para quienes reciben a Cristo como Salvador. El castigo del creyente ya ha sido pagado, y ya no tiene culpa delante de Dios. Confíe en el amor de Jesucristo, y no haga caso de las mentiras de Satanás. Los hijos de Dios están cubiertos por su gracia y el sacrificio en la cruz.

“Gracia y Paz”
Meditación Diaria

PERMANECER FIRME



Filipenses 2:15-16
“… resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida…”

Mientras esperaba para girar a la derecha en un cruce muy transitado, apareció una ambulancia en la cima de una colina, a toda velocidad y en la misma dirección que yo. Alguien tocó la bocina desde atrás para que yo avanzara. Sabía que la ambulancia no se detendría y que, si giraba, podría ocurrir un desastre. Así que, mantuve el pie en el freno y me quedé donde estaba.

Espiritualmente hablando, debemos «quedarnos donde estamos» y permanecer fieles a Dios aunque los demás nos presionen. El rey Salomón tuvo que aprender esto a la fuerza. Comenzó su reinado pidiéndole a Dios sabiduría (1 Reyes 3:9), y su oración al dedicar el templo reveló su lealtad (8:23, 61), pero no mantuvo su consagración. Se casó con muchas mujeres extranjeras que, a la larga, lo indujeron a adorar a otros dioses. Cerca del final de su vida, «su corazón no era perfecto con el Señor su Dios» (1 Reyes 11:1-6; Nehemías 13:26).

En la actualidad, al igual que en los tiempos antiguos, la gente puede inducirnos a ser desleales a Dios y su verdad. Sin embargo, con la ayuda del Señor, podemos permanecer aferrados a la palabra de vida (Filipenses 2:16). Si te sientes presionado a entrar en una peligrosa intersección de creencias, estudia la Palabra de Dios, ponte su armadura (Efesios 6:10-18) y pídele al Espíritu Santo que te ayude (1 Corintios 2:10-12). Después, permanece firme con tus hermanos en Cristo.

Para evitar que te empujen hacia el error, mantente bien aferrado a la verdad.

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LEA: 1 Reyes 11:1-13

Biblia en un año: Lucas 14–17
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“Gracia y Paz”
Nuestro Pan Diario

EL PRÍNCIPE DE LOS PASTORES NOS DARÁ LA CORONA INCORRUPTIBLE



1 Pedro 5:4
Y cuando apareciere el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.

El “Príncipe de los pastores” es Jesús. Recuerda que él dijo en Juan 10:11: “Yo soy el buen pastor” y el Salmo 100:3 dice: “Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado”.

El apóstol Pedro dice aquí que todos los que trabajan fielmente por Cristo recibirán una corona de gloria. Todos sabemos que bien se siente cuando nos reconocen por un trabajo bien hecho, pero apenas podemos imaginar el gozo y la bendición cuando recibimos una corona de gloria del Señor mismo, y oímos las palabras, “Bien, buen siervo y fiel” Mateo 25:21. Pero también recordemos que va a decir “Al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera, allí será el lloro y el crujir de dientes” Mateo 25:30.

“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día

lunes, 29 de octubre de 2012

DIOS QUIERE DARLE VIDA A SU PUEBLO



Salmo 85:4-6 
“Restáuranos, oh Dios de nuestra salvación, y haz cesar tu ira sobre nosotros ¿Estarás enojado contra nosotros para siempre? ¿Extenderás tu ira de generación en generación? ¿No volverás a darnos vida, para que tu pueblo se regocije en ti?”.

Generalmente los hombres impíos aman más las tinieblas que la luz y no vienen a la luz para que sus obras no sean reprendidas; muchos prefieren creer a la mentira más que a la verdad (Juan 3:19-21). Lamentablemente esa misma situación estaba imperando en el pueblo de Israel.

El profeta Jeremías y otros profetas hablaron verdad al pueblo, pero ellos no quisieron creer. Hasta el profeta llegó a pensar que le era una afrenta hablar de parte de Dios. Sin embargo, los falsos profetas le hacían ofrecimiento, al pueblo, y les resultaba más fácil creer que las naciones vecinas estaban para ayudarlos y ampararlos. Le era más fácil creer tal cosa que la Palabra de Dios. El profeta Jeremías, les amonestaba que si no se apartaban de su mal camino vendría el juicio y precisamente de parte de las naciones vecinas.

Ese juicio llegó, vino el cautiverio, Nabucodonosor sitió la ciudad y el templo. La mayoría de ellos fueron cautivos, otros murieron y quedó un remanente muy pequeño. Después de un juicio tan devastador como el que les sobrevino y el tiempo que llevaban cautivos era de esperarse que sus esperanzas humanas fallecieran, no había manera de salir de Babilonia y regresar de nuevo a su tierra.

Cuántas veces quizás oraron a Dios y pidieron su ayuda para salir de aquel cautiverio, pero era como si Dios no les escuchara porque no había respuesta alguna. Lo que había en sus mentes y corazones era que seguirían cautivos y que nunca más volverían a disfrutar de la libertad que un día tuvieron.

Recuerde que Jerusalén fue llamada “la señora de provincias”, “la grande entre las naciones”, era una ciudad de gloria, pero se descuidaron y ahora vinieron a ser siervos, esclavos, de manera que fueron tratados de una forma severa, terrible e inhumana (Lamentaciones 1:1). Por ello sus esperanzas habían muerto. En el Salmo 85 el pueblo oraba: “Restáuranos, oh Dios de nuestra salvación, y haz cesar tu ira sobre nosotros” (v.4). Realmente se sentían muertos, destruidos, arruinados y sin esperanzas. Y en su oración ellos se preguntaban: “¿Estarás enojado contra nosotros para siempre? ¿Extenderás tu ira de generación en generación? ¿No volverás a darnos vida, para que tu pueblo se regocije en ti?” (vv.5, 6).

El pueblo reconoce que la única manera que el hombre puede estar gozoso es a través de la experiencia, del encuentro, del toque de parte de Dios. Cuando Dios toca a una persona, no importa en las condiciones que se encuentre, Dios lo cambia. La Sagradas Escrituras nos hablan de aquella mujer que vivía en Naín, ella venía llorando, con dolor en su corazón, porque llevaba a enterrar a su hijo; pero Cristo acercándose, tocó el féretro y, le ordenó al muchacho que se levantara y entonces el joven se incorporó, pasó de la muerte a la vida (Lucas 7:11-17). Cuando Cristo toca imparte vida porque Él es el único que puede sacarnos de la muerte a la vida.

Y aquellos Israelitas decían: “¿No volverás a darnos vida, para que tu pueblo se regocije en ti?” (Salmo 85:6). La única manera de tener gozo es con la presencia de Dios, con su comunión. Cuando el hombre pierde la comunión con Dios pierde la paz, entonces entra en una depresión. Cuando trata de salir y solucionar los problemas de su espíritu y su alma con sus propias fuerzas, a través del licor, la droga y otros vicios, se destruye. Pero cuando el Señor toca, las cosas cambian, no importe que esté muerto Dios le da la vida, porque Él es la vida. Con un toque del Señor se rompen las cadenas, la muerte, el vicio, el pecado y todo aquello que el mundo ofrece quedan deshechos por Su mano poderosa; con el toque del Señor los corazones quedan libres.

“La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos… y por cierto secos en gran manera. Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes. Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová. Profeticé, pues… y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu.

Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo. Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo destruidos. Por tanto, profetiza, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel...” Ezequiel 37:1-14

El capítulo 37 de Ezequiel se refiere al restablecimiento físico y espiritualidad de Judá. Nos proporciona una buena ilustración de lo que será el avivamiento que tendrá lugar en la Iglesia del Señor. ¿No se ha preguntado usted por qué Dios no llevó al profeta a un templo, o a un jardín, o a otro lugar diferente? Se lo llevó a un cementerio para darle un mensaje, a un lugar solitario, desierto, donde solo yacían huesos humanos esparcidos por todo el valle. El profeta cuando vio aquel panorama quizás deseó regresar inmediatamente, pero estaba de la mano del Señor porque el Espíritu de Dios lo había llevado para darle un mensaje, para que entendiera plenamente la condición del pueblo. Tal vez veía al pueblo en cautiverio, pero lo veía con vida. Jamás se pudo imaginar hasta dónde ese pueblo había descendido, espiritualmente, estaba muerto.

La Biblia dice que lo llevó a “un valle que estaba lleno de huesos secos… y por cierto secos en gran manera.” (vv.1, 2). Porque si lo lleva a un lugar donde hay cuerpos acabados de morir, relativamente frescos y que no han llegado al estado de descomposición se podía albergar un poco de esperanza en cuanto a vida se refiere.

Cuando Ezequiel es llevado al valle de huesos secos ya habían pasado tantos años que los esqueletos estaban apartados y todos los huesos regados. Y luego le pregunta Dios: “Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos?” (v.3a) El profeta no pudo decir otra cosa que: “Señor Jehová, tú lo sabes” (v.3b). En estas palabras se está exaltando la soberanía de Dios. El profeta reconoce que Dios lo sabe todo, y que en Él está la potestad, si desea dar vida. Entonces vino respuesta de parte de Dios: “Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová” (v.4).

Dios nos ha llevado a experiencias profundas y espirituales a través de la Palabra y nos deja ver el panorama de muerte por todas partes y le dice a la Iglesia: “¿Vivirán estos huesos?” Nosotros como pueblo de Dios que hemos creído en Su soberanía podemos decir: ¡Sí vivirán! Por lo tanto, nuestra responsabilidad es llevar el mensaje de vida, que cambia, transforma, liberta y rompe las cadenas a un mundo que se pierde.

Dios lleva al profeta a esta experiencia para que su mensaje sea más convincente. Cuando el comenzó a profetizar vio aquellos huesos unirse cada hueso con su hueso. Luego comenzaron a subir los tendones, la carne y piel los cubrió, ya no eran esqueletos sino cadáveres sobre la arena del desierto. Y luego profetizó al espíritu y entró espíritu de vida en ellos y se levantaron, se pusieron en orden como un ejército. Nótese que dice que profetizó como le fue ordenado y no como le parecía, o creía. El mensaje no es conforme a los que creemos, pensamos, no a la imaginación; sino que hay que profetizar conforme al mensaje auténtico, genuino, verdadero, bíblico, con celo, unción y revelación.

La verdadera Palabra es capaz de restaurar las vidas, rompe cadenas, produce cambios, es la Palabra la que hace que el pecador vuelva a la vida. Es el Espíritu de Dios el que entra a lo profundo de cada corazón y a la conciencia y lo levanta no importa hasta donde haya descendido y cual sea su condición.

Cuando el espíritu entró en esos huesos secos no se quedaron medios vivos, ni medios muertos. No, se levantaron vivos completamente, y estuvieron sobre sus pies como un ejército en marcha. Hay quienes siendo fornicarios, ladrones, adúlteros, mentirosos y pecadores se atreven a decir que el Espíritu Santo ha venido a sus vidas y les ha bautizado. Cabe aclarar que cuando el Espíritu Santo de Dios viene lo primero que hace es cambiar, transformar, saca la muerte, lo que queda es vida, por lo tanto usted tiene que ser diferente porque se cumple la Palabra del Señor que dice: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí son todas hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).

Por eso debemos preocuparnos por la vida, por la unción del Espíritu Santo porque allí está la diferencia. El cristiano lleno del Espíritu Santo es diferente, se consagra, adora, levanta sus manos, ríos de agua viva corren por su interior.

El pueblo estaba en cautiverio y este mensaje del profeta era la esperanza, no todo está perdido en medio de la ira hay misericordia. Dios quería llevarles a su tierra, hacerlos una nación soberana. No permanecían cautivos en Babilonia porque allí las cadenas se iban a romper, y reedificarían las ruinas, la ciudad, el templo y la gloria de aquella casa sería mayor que la primera.

Algunos historiadores señalan que la vida de los judíos allí en Babilonia era un cuadro muy triste. Estaban junto a los ríos de Babilonia y allí lloraban, una de las cosas que más torturó sus mentes y sus corazones eran los recuerdos de la gloria de Dios en Jerusalén. Dios utilizó el recuerdo para que el pueblo volviera a desear aquellos días de gloria. Ellos lloraban y hasta colgaron sus instrumentos de música, estaban inactivos espiritualmente, pero había razones para sentirse tristes y sin gozo, no podían cantar, ni tocar los instrumentos; la razón principal era que estaban en tierra de extraños, era tierra de cautiverio. Faraón pretendía que el pueblo de Israel ofreciera sacrificios a Jehová en Egipto por eso cuando Moisés le pidió que dejara ir al pueblo al desierto, él contestó, ¿por qué ir tan lejos si aquí en Egipto se puede hacer los sacrificios?

A Satanás le incomoda que usted sea santo, que renuncie al pecado, que rompa con las amistades y con aquellas cosas que le roban la comunión con Dios. Lo que no quiere el diablo es que usted tenga vida. Desde luego que los que están muertos no son blancos de ataque de Satanás, esos no son de su interés. Lo que le choca a Satanás y le da dolor es la santidad; cuando encuentra hombres y mujeres santos que no se doblegan ante sus exigencias, que se mantienen fieles y firmes; que pueden decir “preferimos morir antes que ceder”.

Los babilonios decían: “Canten algunos cánticos de Sion”. El pueblo de Dios respondía: “no podemos cantar”. ¿Por qué no?  Si allí estaban las arpas y todo lo que necesitan. No podían porque faltaba lo principal, y esa era la libertad, y si no hay libertad no se puede cantar. Por eso usted en ocasiones va al culto a la congregación y aunque todo el pueblo se goza usted está como espectador, mirando de un lado a otro y hasta ha tratado de levantar las manos para adorar, pero no puede porque hay una cautividad en su corazón, no tiene la libertad para alabar a Dios. Pero la Palabra desea darle vida, levantarlo y romper sus cadenas. Dios quiere un pueblo libre, Él desea darle vida, y que experimente la gloria de su poder.

Se necesita la libertad para poder alabar, y glorificar el nombre de Dios. ¿Por qué muchos no se sienten libres? Porque fueron llevados cautivos por su pecado, por su orgullo, su vanidad, egoísmo, por un pecado inconfeso que anidó en su corazón, porque aborrece a alguien, porque se ha enojado con su hermano y no le habla, siente envidia de ver cómo Dios le ha levantado y le prospera. Hay cosas que pueden estar afectando la comunión, y la relación con Dios, que pueden encadenarnos, llevándonos a una prisión espiritual, y por eso no se puede alabar a Dios y darle la gloria debida a su nombre. Muchos van al templo y se quedan en el atrio y no pueden entrar al lugar santísimo porque para entrar hay que estar limpios de toda inmundicia, en comunión y armonía con las Sagradas Escrituras. Los que se quedan en el atrio hacen a Dios una oración de memoria, mecánica, por lo tanto no están adorando ni alabando a Dios.

Tenemos muchas razones para alabarle, Él nos ha salvado, nos ha sanado y bendecido; pero también tenemos que adorarle y amarle con profundo amor, de corazón, estar enamorados de Dios para poder desear estar en el lugar santísimo y levantar las manos y adorarle en espíritu y en verdad. No por lo que Él nos ha dado sino por lo que Él es. Él es Dios y nosotros sus criaturas por lo tanto le debemos adoración.

¿Qué le ha robado el fervor del comienzo de ir a la iglesia a darle gloria y alabanza a Dios? El libro de Isaías capítulo 52, verso 2, dice el Señor a Su pueblo, leemos: “Sacúdete del polvo; levántate y siéntate, Jerusalén, sueltas las ataduras de tu cuello, cautiva hija de Sion”. Note que Dios le dice al pueblo que se sacuda, que se levante, que se siente y suelte las ataduras. El Señor no dice le voy a soltar las ataduras, sino que da una orden “suelta las ataduras de tu cuello”, es usted que tiene que romper con esas ataduras, compromisos, y esas amistades que lo tienen atado, que no le dejan adorar a Dios. Es usted quien tiene que romper las ataduras.

Amado hermano, no se enamore haciendo yugo desigual no se deje llevar por emociones. Rompa con las cadenas para que quede libre y el espíritu sople de los cuatro vientos y le de nueva visión.

¿Quieres vida? Rompe las ataduras, rompe la máscara que te colocas para ir al culto. Basta ya con la hipocresía religiosa, tenemos que volvernos a Dios y romper  las cadenas para que fluya su gloria y nos santifique. Él quiere una renuncia total, separación total del mundo para que la gloria de Dios descienda sobre su vida.

“Gracia y Paz”
Aprendiendo la Sana Doctrina

LA INDESTRUCTIBLE PALABRA DE DIOS



Deuteronomio 4:1-2
"Ahora, pues, oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo os enseño, para que los ejecutéis, y viváis, y entréis y poseáis la tierra que Jehová el Dios de vuestros padres os da. No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno".

La Biblia no fue escrita en Atenas o en Alejandría, los grandes centros de la cultura antigua, ni es obra de filósofos ni de científicos. La redactaron hombres y mujeres que, en su mayoría, no tenían estudios pero fueron inspirados por la misma fuente de sabiduría y poder: Dios mismo. Dice 2 Timoteo 3:16: "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia". La mayoría de los escritores fueron hebreos, pueblo que por tradición, educación y sentimientos es muy cerrado al contacto exterior; sin embargo, la Biblia ejerció una preponderante influencia sobre las naciones de Occidente.

Durante toda la historia se han hecho muchos esfuerzos para destruir y deshacerse de la Biblia. Reyes, gobernadores, dictadores, autoridades religiosas, y ateos han tratado de quemarla, enterrarla, refutarla, matar a los que la leían, confiscarla, prohibirla, y esconderla, pero la Biblia ha vencido en toda batalla. En el año 303 Diocleciano, el emperador romano, decretó la más terrible de las persecuciones contra "el Libro" y sus lectores. Miles de cristianos perecieron e innumerables Biblias fueron destruidas. Se erigió una columna de triunfo con esta inscripción: "Extinto nomine cristianorum" ("El nombre de los cristianos ha sido extinguido"). Pero la Palabra de Dios resurgió y en el año 325 el emperador Constantino la reconoció como la Palabra de la Verdad.

En el siglo dieciocho, Voltaire, el incrédulo francés, profetizó que dentro de cien años después de su muerte la Biblia sería un libro desusado. Actualmente es Voltaire a quien se ha echado al olvido, y la casa que era de él es usada por la Sociedad Bíblica para poner en circulación cientos de miles de ejemplares de la palabra de Dios. La Biblia es el libro de mayor venta en todas las épocas. Se ha traducido a más de dos mil lenguas y dialectos, y se han distribuido millones de copias del sagrado libro por todo el mundo. Sus enseñanzas se remontan a miles de años pero todavía están vigentes en nuestros tiempos. Es poderosa y verdadera, y se eleva sobre todo el escombro y las ruinas de sus enemigos. ¡Y así será para siempre! Así lo afirma 1 Pedro 1:25: "La palabra del Señor permanece para siempre." Nada ni nadie podrá destruir jamás la poderosa palabra de Dios.

En Mateo 24:35 Jesús declara: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán." Podemos vivir totalmente convencidos de que estas palabras del Señor se cumplirán a cabalidad. Y, mientras estemos en el cuerpo, debemos alimentar nuestras almas cada día de nuestras vidas con el poder que emana de la indestructible palabra de Dios. Al mismo tiempo no debemos olvidar que, como ejército de Jesucristo, tenemos que estar prestos a pelear contra las huestes satánicas que dirigen todos los movimientos ateos y anticristianos que están surgiendo por todo el mundo, manteniéndonos en constante oración y levantándonos sin temor frente a todos aquellos que, conciente o inconcientemente, blasfeman contra la santa palabra de Dios.

Por último, Efesios 6:17-18 dice: “Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu.” Por medio de la lectura de la Biblia y la oración constante llegamos a tener un profundo conocimiento de Dios, y podemos usar su poder de la manera en que lo hacían Jesús y sus discípulos para llevar a cabo milagros y proezas que glorificaban el nombre de Dios.

ORACIÓN:
Querido Padre celestial, te doy gracias por tu palabra, que es alimento y consuelo para mi vida. Hoy me uno en espíritu a tu pueblo para proclamar la soberanía de tu palabra sobre todas las cosas existentes. Te ruego, Señor, que me capacites por medio de tu Espíritu para ser un soldado eficiente en tus filas y que mi testimonio y el testimonio de mis hermanos a través de todo el mundo sirvan para glorificar tu nombre en estos momentos tan críticos. En el nombre de Jesús, Amén.

“Gracia y Paz”
Dios te Habla

CÓMO DESARROLLAR AMISTADES VERDADERAS



1 Samuel 18:1-3
“Aconteció que cuando él hubo acabado de hablar con Saúl, el alma de Jonatán quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a sí mismo. Y Saúl le tomó aquel día, y no le dejó volver a casa de su padre. E hicieron pacto Jonatán y David, porque él le amaba como a sí mismo”.

Todas las personas anhelan tener relaciones verdaderas. Dios nos creó con esta necesidad; no fuimos destinados para vivir aislados.

Nuestro mundo está tan dirigido por la tecnología, que muchas personas tratan de aliviar su soledad interactuando en las redes sociales de Internet. Esto no puede compararse jamás con el compañerismo humano que el Creador tuvo en mente. Las buenas amistades no se dan por casualidad; exigen un esfuerzo deliberado.

Ayer vimos el modelo bíblico de compañerismo agradable a Dios al considerar a David y Jonatán. Veamos ahora dos aspectos más de su relación. Estos dos hombres se tenían un amor emocional mutuo; sus corazones estaban muy unidos (1 Samuel 18:1). Cuando uno de ellos estaba gozoso o triste, el otro sentía lo mismo.

También tenían una fidelidad mutua, un tipo de compromiso que implica dar: para mostrarle su lealtad, Jonatán dio a su amigo cosas materiales –su manto y su arma. Pero estos dos hombres también se dieron abnegadamente; Jonatán arriesgó su vida y su futuro reinado para salvar a David de ser ejecutado. Notemos, también, que Jonatán, quien era un príncipe, tomaba la iniciativa con frecuencia. David era un humilde pastor. La condición social no debe ser un estorbo para cultivar una amistad verdadera.

Fuimos creados para tener compañerismo verdadero basado en el respeto mutuo, el amor genuino y la fidelidad. Esto requiere tiempo y lealtad desinteresada, y también transparencia, aun en cuanto a nuestras fallas. Tomar ese riesgo exige creer en la otra persona, pero una relación así bien lo vale.

“Gracia y Paz”
Meditación Diaria