No hay otro nombre dado a los hombres que tenga el poder
de salvarnos de la condenación eterna y darnos la entrada al cielo. Sólo a
través de Jesús, por su muerte en la cruz del Calvario y su posterior
resurrección, somos perdonados, justificados y reconciliados con Dios Padre. Si
has aceptado a Jesús como tu Salvador, ¡Gloria sea al Señor! Si aun no lo has
hecho, y crees en tu corazón todo lo que te ha dicho hoy la palabra de Dios,
confiesa ante el Señor tus pecados, arrepiéntete e invita a Jesús a entrar en
tu vida, “y serás salvo, tú y tu casa” (Hechos 16:31).
ORACIÓN:
Padre santo, gracias por tu Hijo Jesús y por la salvación
eterna que a través de él nos ofreces. Hoy traigo ante tu altar a mis
familiares y amigos que no conocen el poder de ese nombre maravilloso que es
sobre todo nombre. Bendícelos y envuélvelos con tu amor y tu misericordia. Te
lo pido en el nombre poderoso de Jesús, Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario