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lunes, 15 de octubre de 2012

EL ARREPENTIMIENTO VERDADERO


2 Corintios 7:8-10
“Porque aunque os contristé con la carta, no me pesa, aunque entonces lo lamenté; porque veo que aquella carta, aunque por algún tiempo, os contristó. Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte. Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte”.

Porque deseamos ser más como Jesús, tomamos resoluciones, y tratamos de comportarnos de manera diferente. Sin embargo, a pesar de nuestros mejores esfuerzos para complacer a Dios, caemos de nuevo en los hábitos viejos. Frustrados, podemos preguntarle: “¿Por qué no puedo cambiar?” Es porque vencer las actitudes y las conductas pecaminosas, comienza con un arrepentimiento verdadero, lo cual tiene tres aspectos.

Convicción. El Espíritu Santo nos revelará las áreas en las que hemos pecado, y nos acusará de pecado. El arrepentimiento comienza con comprender en qué cosa nos hemos descarriado.

Contrición. La tristeza genuina surge del conocimiento de que hemos pecado contra Él. La infelicidad humana tiene su origen, con frecuencia, en ser sorprendidos haciendo lo malo. Otras veces, nos sentimos desdichados debido a dónde nos han llevado nuestras decisiones, o por la vergüenza de lo que dirán los demás. La contrición verdadera es seguida por la confesión humilde.

Compromiso de actuar. El arrepentimiento verdadero es total cuando nos comprometemos de todo corazón a apartarnos de nuestra vieja conducta, y tratar de hacer lo bueno. Dios sabe que no viviremos perfectamente; lo que Él busca es un corazón rendido que quiera obedecerlo.

Pablo utilizó palabras fuertes cuando habló de apartarnos de la iniquidad: “Haced morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal” (Col 3.5 NVI). ¿Está arrepentido de verdad, y comprometido a dejar ese pecado de forma permanente? El Espíritu Santo le dará el poder para cambiar.

“Gracia y Paz”
Meditación Diaria

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