martes, 10 de noviembre de 2015

¡A DIOS NADIE LO DESAFÍA!




El Titanic se hundió por haber desafiado a Dios diciendo que "éste barco ni el dedo de Dios lo podía hundir". Así mismo le pasó a Nabucodonosor al decir: "Ésta es la gran Babilonia que yo edifique con la fuerza de mi poder y para la gloria de mi majestad. Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo:"A ti se te dice, rey Nabucodonosor: el reino ha sido quitado de ti; y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da aquien Él quiere." Daniel 4:30-32.

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