Gálatas 2:20
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo
yo, mas vive Cristo en mí”
Esta debe ser la meta de todo cristiano: morir al pecado,
a los hábitos y costumbres del pasado e ir dando lugar, por la acción del
Espíritu Santo, a un hombre interior nuevo conforme a la imagen de Jesucristo.
Hagamos de la Cruz un símbolo de victoria en nuestras vidas, que represente
nuestra muerte al pecado y la nueva vida en Cristo. Busca cada día el rostro de
quien ocupó tu lugar en la cruz, ofreciendo su vida para que tú puedas
disfrutar de vida eterna. ¡A él sea la gloria y el imperio por los siglos de
los siglos, Amén!
¡Gracia y Paz!
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