¿Qué haría falta para que fueras un hombre o una mujer
“conforme al corazón de Dios”? ¿De qué actividades debes apartarte? ¿Qué
prácticas debes añadir a tu vida diaria? Pídele a Dios que te ayude a hacer los
cambios necesarios, de manera que puedas conformarte a los deseos de su
corazón. Busca su rostro en oración cada día de tu vida, lee su palabra, medita
en ella y el Espíritu Santo poco a poco irá llevando a cabo en ti esa
transformación.
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