En el ''desierto'' es
donde pasas soledad, angustias, dolor, temor, humillaciones.
En el desierto se
destruye tu yo (tu ego), tu corazón perverso es quebrantado, hasta ser completamente
destruido.
En el ''desierto'' es
donde aprendes a depender totalmente de Dios, es ahí donde tienes problemas económicos,
de salud y toda clase de problemas que no sabes cómo enfrentarlos; y en ese proceso
estas solo, no hay familia, no hay nadie y es cuando acudes a Dios suplicando su
ayuda.
En el ''desierto'' es
donde sientes el fracaso y la frustración, a tal grado que te sientes una
escoria, te sientes débil y sin fuerzas.
En el ''desierto'' es
donde empiezas a conocer a Dios y en tu debilidad Él te hace fuerte.
En el ''desierto'' te
das cuenta que Dios te bendice de la nada y toca el corazón de quien menos pensabas
que te iba a bendecir.
En el ''desierto'' Dios
te prepara cuando viene dolor, poniendo ropas dobles en tu vida para que no sea
tan doloroso el proceso del sufrimiento.
En el ''desierto'' es
donde lloras, suplicando a Dios que te de fuerzas, porque ya no puedes más,
porque ya no soportas el cansancio.
En el ''desierto'' clamas
a Dios diciéndole que lo necesitas y que
si Él no eres nada ni nadie.
En el ''desierto'' aprendes
a depender totalmente de Dios.
En el ''desierto''
Dios pone paz en tu vida, te ayuda y te sostiene con su amor y misericordia.
¡Gracia y Paz!
Tomado de “Palabra de
Dios”
Editado por Carlos
Martínez M.
No hay comentarios:
Publicar un comentario