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martes, 10 de enero de 2017

¿SABES CÓMO SE DAN PASOS DE FE? Lucas 8:44


¿SABES CÓMO SE DAN Pasos de fe?

Cuando Jesús iba camino a sanar a la hija de Jairo, lo seguía una multitud y en medio de esa cantidad de personas en movimiento Jesús sintió que alguien lo tocó; ese día, con un solo toque una mujer que sufría desde hace 12 años de flujo de sangre fue sanada, “Se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre” (Lucas 8:44).

La impresionante fe de esta mujer la llevó a tocar solamente el borde del manto de Jesús para hallar sanidad; ¡Bastó un acto de fe para recibir sanidad!

Quizás por mucho tiempo estás esperando un milagro de Dios en tu salud, familia, trabajo o economía y no has visto el más mínimo cambio, por el contrario todo parece estar peor. Así como la mujer de flujo de sangre, tu fe debe llevarte a hacer movimientos con la certeza de que Dios actuará, si la mujer de la historia se hubiese resignado a vivir y morir con la enfermedad que padecía, jamás habría encontrado sanidad y libertad para su vida, pero cuando se levantó de su lugar y dio pasos para ver a  Jesús en medio de la multitud, obtuvo su milagro.

¿Estás esperando ver un milagro de Dios en tu vida? Comienza a dar pasos llenos de fe pues solamente así verás su mano poderosa obrar a tu favor. Recuerda que la fe necesita de acciones:

     - Si estás buscando trabajo entonces no te canses de tocar puertas porque en su momento Dios te abrirá la oportunidad que necesitas.

    - Si estás enfrentando una enfermedad, dobla rodillas y busca un tratamiento pues Dios también hace milagros a través de la ciencia y la medicina.

     - Si quieres que tu familia sea salva, no te canses de demostrar la obra de Dios a través de tu vida.

Un solo movimiento de fe puede darte la oportunidad de ver los milagros de Dios, no te quedes sentado(a) esperando que todo suceda, muévete y que tu corazón y tu mente estén llenos de FE.

“…Les digo la verdad, si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: “Muévete de aquí hasta allá”, y la montaña se movería. Nada sería imposible” (Mateo 17:20).


¡Gracia y Paz!
         

Judith Quisbert

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