Oseas 14:4
"Yo corregiré su rebeldía y los amaré de pura Gracia, porque mi ira contra ellos se ha calmado".
Muchos pensamos que Dios nos
deja de amar, cuando cometemos faltas en la vida. Y por esa razón tomamos la decisión
de alejarnos de Él. Creemos que somos tan malos que Él decidió ya no amarnos
más, pero estas promesas de Él dicen lo contrario:
Isaías 1:18
“Venid luego, dice el Señor, y
estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán
emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”.
1 Juan 1:9
“Si confesamos nuestros pecados,
él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”.
Hebreos 4:16
“Acerquémonos, pues, confiadamente
al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el
oportuno socorro”.
Salmos 51:17
“Los sacrificios de Dios son el
espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh
Dios”.
No dejes que el enemigo te
siga acusando y domine tus pensamientos. Confía en la palabra de Dios y sus
promesas de amor por ti. La Biblia dice en Lamentaciones 3:22 que “Por
su misericordia no hemos sido consumidos”. Tan grande es su Amor que
cada día nos da la oportunidad de reivindicarnos con Él.
¡Gracia y Paz!
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