Deuteronomio 31:8 (NTV)
“No temas ni te desalientes,
porque el propio Señor irá delante de ti. Él estará contigo; no te fallará ni
te abandonar”.
Generalmente, cuando nuestras circunstancias
son adversas y experimentamos el
silencio de parte de Dios nos descontrolamos y bajamos la guardia, nos
desanimamos y sólo esperamos a ver qué sucede sin ganas de hacer nada.
Sin embargo, Dios nunca ha
estado alejado, Él permanece observándonos, viendo qué es lo que hacemos y
cuánto confiamos en sus promesas. Él prometió estar con nosotros, no
abandonarnos nunca, entonces, ¿Por qué temer o abandonar una batalla?
Demos pasos con fe, porque no
se trata de lo que vemos sino de en quién confiamos. Debemos pelear con todas nuestras
fuerzas, dando lo mejor de nosotros mismos y creyendo que Dios está en control,
porque nunca nos ha desamparado ni se ha alejado, por el contrario, nos está
observando esperando ver nuestro mejor desempeño.
¡Gracia y Paz!
Ana María Frege
Issa
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