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jueves, 15 de enero de 2015

EN EL MATRIMONIO SE REQUIERE UN TRATO DE AMOR Y RESPETO (Efesios 5:33)


EN EL MATRIMONIO SE REQUIERE UN TRATO DE AMOR Y RESPETO (Efesios 5:33). A la hora de resolver las diferencias que se presentan, el amor motivará a la pareja a pasar por alto errores pasados —y las heridas emocionales que se produjeron— y a centrarse en el problema que tengan (1 Corintios 13:4, 5; 1 Pedro 4:8). El respeto es fundamental, pues la persona que respeta a su cónyuge deja que este hable y se esfuerza de corazón por entender lo que quiere decir, y no solo lo que dice.

Examina estos pasos y observa de qué manera pueden ayudarte los principios bíblicos a resolver los problemas con amor y respeto.

1. Fija un momento para hablar del tema. “Para todo hay un tiempo señalado [...]; tiempo de callar y tiempo de hablar” (Eclesiastés 3:1, 7). Resuelve el problema cuando ya estén calmados y “Que no se ponga el sol sobre su enojo” (Efesios 4:26).

2. Expresa tu opinión con franqueza y respeto. “Hable verdad cada uno de ustedes con su prójimo” (Efesios 4:25). Recuerda que el objetivo al hablar de un problema no el de ganar una batalla ni vencer a un enemigo.

3. Escucha a tu cónyuge y procura comprender sus sentimientos. El discípulo Santiago escribió que el cristiano debe ser “pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse” (Santiago 1:19). Pocas cosas causan más desdicha en un matrimonio que el sentimiento de que el otro no entiende cómo uno se siente ante un problema en particular. Por esa razón, toma la determinación de no darle esa impresión a tu cónyuge, es decir, trátalo como quieras que te traten a ti (Mateo 7:12).

Respeta la dignidad de tu cónyuge, dándole la oportunidad de que exprese su opinión sin interrupciones. Luego, para asegurarte de que le has comprendido bien, dile con tus propias palabras lo que tú entendiste. Claro está, no le hables con sarcasmo ni agresividad. Permite que te corrija si hubo algo que no captaste bien. En vez de dominar la conversación, túrnate con tu conyugue en el uso de la palabra hasta que ambos entiendan lo que piensa y siente el otro sobre el asunto. Es cierto que se necesita humildad y paciencia para escuchar atentamente a tu cónyuge y procurar entender su opinión. Pero si tu lo honras de esa forma, será más probable que él haga lo mismo contigo (Mateo 7:2; Romanos 12:10).

4. Acuerden una solución. “Mejores son dos que uno, porque tienen buen galardón por su duro trabajo. Pues si uno de ellos cae, el otro puede levantar a su socio” (Eclesiastés 4:9, 10.) Es muy difícil que los problemas maritales se arreglen sin la colaboración y el apoyo mutuo de los cónyuges.

Es verdad que Dios ha nombrado al esposo cabeza de familia (1 Corintios 11:3; Efesios 5:23). Pero eso no le da derecho a ser un dictador. El esposo prudente no toma decisiones arbitrarias. No se trata de “pelear” por quién tiene razón. A veces solo se tienen distintas opiniones sobre cómo resolver un problema. La clave es ser razonable y flexible.

¡Gracia y Paz!
Edificando Matrimonios conforme al Propósito de Dios.

¿EL DIEZMO SALVA?


El diezmo como obra de la ley NUNCA justificará, como obligación NUNCA te devolverá lo que diste, como medio de salvación, TE ENGAÑARON; pero como un principio y una medida generosa SIEMPRE será de bendición para ti.

2 corintios 9:6-13
“Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre. Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios. Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos”


¡Gracia y Paz!
Por: Gregorio Makridis

¡DESPIÉRTATE, TÚ QUE DUERMES!


¡DESPIÉRTATE, TÚ QUE DUERMES!

Efesios 5:8-17
“Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable al Señor. Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto. Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo. Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo. Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.”

En algunas regiones de África Central, muchas personas han sido afectadas por una enfermedad conocida como “la enfermedad del sueño”. En una epidemia que ocurrió entre 1901 y 1904, murieron más de 100,000 personas en una sola provincia. Esta enfermedad es causada por un parásito que transporta una mosca llamada tse-tsé. Cuando la mosca pica a una persona le transfiere el parásito, el cual se multiplica lenta pero firmemente en la sangre de la víctima. Es un proceso que no produce dolor, sino que se manifiesta con un estado de somnolencia hasta que finalmente causa la muerte de la persona infectada.

En el aspecto espiritual hay una “enfermedad” que se manifiesta de manera similar. Nuestro enemigo el diablo muchas veces utiliza la técnica de “adormecernos” o insensibilizarnos en nuestra vida espiritual con el fin de afectar nuestra comunión con Dios, detener nuestro crecimiento espiritual y separarnos de la presencia del Señor lo que eventualmente produce la muerte espiritual que no es más que la separación de Dios. Con este fin nos incita a que utilicemos nuestro tiempo en cosas que no nos edifican espiritualmente. Un ejemplo es la televisión. ¿Cuántas horas pasamos frente al televisor viendo una novela, o un evento deportivo o cualquier otra cosa? No es que todo lo que vemos en la televisión sea pecaminoso, pero es cierto que a veces dedicamos demasiado tiempo a esta actividad, y por lo tanto no dejamos lugar para edificarnos espiritualmente.

También, en estos tiempos modernos, la aparición del Internet ha dado lugar a otra forma de “adormecernos” en nuestra actividad espiritual. Muchas veces nos envolvemos tanto en este medio que no nos percatamos de que el tiempo ha pasado, y ya no hay tiempo para leer la Biblia, u orar, o hacer una llamada a un hermano enfermo o participar en alguna actividad de la iglesia que glorifique el nombre de Dios. Pero, ¿qué podemos hacer para evitar este adormecimiento espiritual?

En primer lugar, tenemos que estar conscientes del peligro de caer en esa pereza espiritual. Antes de que se conociese la relación de la mosca tse-tsé con la enfermedad del sueño, nadie se preocupaba por espantar las moscas. Después de descubrir la causa, la actitud de todo el mundo cambió e incluso el gobierno comenzó a limpiar el área de alrededor de las casas. Cortaron los matorrales y rociaron los criaderos con insecticida. Así crearon un medio ambiente donde la mosca no podía desarrollarse. En el aspecto espiritual es necesario crear un medio ambiente de limpieza para el alma, buscando diariamente una comunión con el Señor por medio de la oración y el estudio de la palabra de Dios. Las “moscas” de la tentación y del pecado no nos infestarán si mantenemos nuestra vida limpia y fortalecida con el poder de la palabra de Dios. La escritura de hoy nos exhorta a andar como sabios, “aprovechando bien el tiempo”, y a no ser “insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor”.

Hay un viejo dicho popular que dice: “Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”. Si no quieres que la corriente del pecado te lleve a la destrucción, despierta del sueño espiritual, y dale prioridad a la búsqueda de la voluntad de Dios y a obedecerla para que su luz redentora alumbre tu vida. Así dice el pasaje de hoy: “Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo”.

Oración:
Amado Padre, por favor ayúdame a permanecer activo en las cosas de tu reino, y no permitas que las cosas de este mundo desvíen mi atención de lo que debe ser una prioridad: buscar tu voluntad y obedecerte. En el nombre de Jesús, Amén.

¡Gracia y Paz!

Dios te Habla

¡QUE TU VIDA ESPIRITUAL REFLEJE QUE TIENES VIDA!


¡QUE TU VIDA ESPIRITUAL REFLEJE QUE TIENES VIDA! No pienses como piensa el mundo o, incluso, como algunos cristianos: “hace años que dicen que Cristo viene por su iglesia, y aun no ha venido”. Para quienes piensan de esta manera, más les vale que estén preparados, porque cada uno de nosotros no estamos viviendo un día más, sino que cada día que pasa es un día menos, ya sea para encontrarnos con el Señor o para perdernos eternamente.

No seamos confiados ni conformistas, busquemos más del Señor para que nadie nos engañe. Estemos preparados en nuestro entendimiento y conocimiento de la Santa Palabra de Dios.

Romanos 13:11-14
“Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne”.


¡Gracia y Paz!

¡NO DURMAMOS COMO LOS DEMÁS!


1 Pedro 5:8-9
“sed sobrios y velad; por que vuestro adversario el diablo como león rugiente anda buscando a quien devorar; al cual resistir firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo”.

Dios nos manda que estemos alerta y atentos contra las asechanzas del diablo, pues éste anda buscando al más débil, al desnutrido, al que no tiene ánimo, al que solo pasa renegando por cualquier cosa, al que se aleja de Dios; a esa persona es a la cual el diablo busca para destruirla.


¡Gracia y Paz!