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martes, 6 de mayo de 2014

¿No sabes cómo batallar con tus preocupaciones?


¿No sabes cómo batallar con tus preocupaciones?

En Lucas 12 Jesús se refiere al tema de la preocupación con sus discípulos. Me consuela saber que ellos también tenían batallas en este aspecto. Aquellos que caminaron con Jesús, que comieron con él, y aprendieron directamente de él, también batallaban con confiarle a Dios  su futuro y la suplencia de todas sus necesidades. Yo no soy diferente, y ¡menos ahora que me siento como pasando por un desierto!

“Por eso les digo que no se preocupen por la vida diaria, si tendrán suficiente para comer o suficiente ropa para vestirse. Pues la vida es más que la comida y el cuerpo es más que la ropa” (Lucas 12:22-23).

“¿Acaso con todas sus preocupaciones pueden añadir una hora más a su vida?” (Lucas 12:25).

A medida que leo estos versículos me imagino a un padre que abraza a su hija y amorosamente le dice “no te preocupes mi dulce niña. Amo a mis hijos más que cualquier cosa que haya creado. Búscame y confía en mí. Estoy aquí para suplir todas tus necesidades”.

Jesús no dice no planees o no te prepares para el futuro, pero no dejes que  esos planes o sueños se conviertan en preocupaciones o temores. Confía en Dios y deja tu futuro en sus amorosas manos. Preocuparnos no le agrega nada a nuestras vidas.

Descubre que las preocupaciones son oportunidades escondidas para aprender a confiar en Dios.


4 maneras de Combatir la Preocupación

1. Orar- convierte tus preocupaciones en oraciones. Se honesto(a) y dile a Dios por que estas preocupado(a). Háblale como lo harías a tu mejor amigo(a). Usa esta oportunidad para acercarte y hacer más fuerte la relación con nuestro Padre Celestial. Convierte lo negativo de las preocupaciones en un positivo de oraciones.

2. Memoriza la Palabra- ten la palabra de Dios en tu mente y tu Corazón cuando comiences a preocuparte, repite los versículos y reclama estas verdades.

3. Alaba- concéntrate en agradecer y alabar a Dios por todo lo que él HA HECHO en tu vida. Alábale por su Santidad, por su Bondad, por su amor por nosotros, por su sacrificio. Alábale por la belleza de la naturaleza a nuestro alrededor, por los amigos y la familia que ha puesto en nuestra vida y por todos los regalos que nos ha dado. Convierte tus preocupaciones en alabanza. cántale canciones de alabanza.

4. Muévete- algunas veces hay una medida que debemos tomar y esta medida puede ser comenzar a moverse, por ejemplo hacer ejercicio para aliviar un poco el stress, salir a correr, llevar los chicos al parque o salir en una caminata. Algunas veces esta medida es hacer algo con respecto a aquello que te está preocupando, quizás es tener un plan para no gastar tanto dinero. Quizás la medida es comenzar a comer saludablemente.

¡En lugar de preocuparte… búscalo a Él y a Su Reino!

En vez de concentrarnos en “qué tal si” las cosas se ponen peor en nuestras vidas, concentrémonos en Cristo. Busca Su Reino, ama y valora lo que Dios ama y valora. Invierte en la vida de otros, ayuda a aquellos que lo necesitan, busca a quien aun se encuentra viviendo en las tinieblas, al que está perdido, se un amigo para aquel que no tiene amigos. Busca lo que nunca te podrá ser arrebatado. ¡Invierte el Tesoro de tu vida sabiamente!

¡En vez de Preocuparte… se una persona generosa!

En vez de preocuparte sobre lo que comerás o vestirás, Jesús nos dice que seamos generosos con lo que se nos ha dado. Se generoso como Dios es generoso. Me gusta mucho el versículo 32 donde Jesús dice “…tu Padre está encantado de darte el reino” ¿Lo entendiste? A Dios le complace darnos. Tenemos que reflejar la generosidad de Dios y ser generosos con los regalos que no han sido dados.

Si eres un papá o una mamá con hijos pequeños, piensa en la grandiosa oportunidad que Dios ha puesto en tu vida, aprovecha la oportunidad de liderar a tus hijos, de ser un ejemplo para ellos en la manera que manejas las preocupaciones, buscando a Jesús y viviendo tu Fe para que ellos lo puedan ver a través de ti.

Hoy ataca la preocupación con uno de estos cuatro pasos. Concéntrate en ser generoso con lo que Dios ya te ha dado, en vez de preocuparte con lo que no tienes o lo que podrías perder. Pídele a Dios que te ayude a buscar primero su reino y veras que todo lo demás llegará por añadidura.

¡Ama a Dios Grandemente!

Filipenses 4:6-7
“No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús.

1 Pedro 5:7
“Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes”.

Juan 14:27
“Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo”.

Salmo 55:22
“Entrégale tus cargas al Señor, y él cuidará de ti; no permitirá que los justos tropiecen y caigan”.

Romanos 15:13
“Le pido a Dios, fuente de esperanza, que los llene completamente de alegría y paz, porque confían en él. Entonces rebosarán de una esperanza segura mediante el poder del Espíritu Santo”.

Salmo 37:25
“Una vez fui joven, ahora soy anciano, sin embargo, nunca he visto abandonado al justo ni a sus hijos mendigando pan”.


¡Gracia y Paz!
Editado por Carlos Martínez M.

Angela

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