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martes, 1 de abril de 2014

¡APROVECHA BIEN EL TIEMPO!


¡APROVECHA BIEN EL TIEMPO!

Efesios 5:14-16.
“Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo. Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos”.

Cuando oímos del uso que le debemos dar a nuestro tiempo en servicio a Dios, tenemos solamente dos opciones. La primera, es ser indiferentes al tema, hacer oídos sordos y seguir nuestras vidas como están y La segunda, es dejar que Dios nos instruya a como aprovechar nuestro tiempo.

¡Oír y obedecer! ¡Espero elijamos la segunda opción!, si no ¡No hay razón para que estemos en este lugar!

Dios nos ha dado esta vida, este tiempo que vivimos como un regalo, pero Él espera que lo utilicemos bien, que le demos buen uso. Pero depende de nosotros el saberlo aprovechar o el dejarlo perder. El desperdiciarlo.

Quiero decirte algo para que medites… para Dios el exacto reloj del tiempo sigue avanzando sin contemplaciones hacia el momento crucial de nuestra confrontación inevitable con él en la eternidad. ¡El juicio viene!

Pero surge una pregunta: ¿Somos buenos administradores del tiempo que el creador nos ha dado? La respuesta que le demos a esta interrogante decidirá nuestro destino eterno.

Toma nota de esto: La semana tiene 168 horas en total. De las cuales generalmente pasamos 45 horas en el trabajo (si es que trabajamos), 56 horas durmiendo (si es que dormimos 8 horas diarias) y 14 horas comiendo (entre desayuno, almuerzo, comida y cena). ¿Sabes cuántas horas son eso? ¿Cuántas horas ocupamos en actividades necesarias? ¡115 horas! Y ¿Cuántas horas dedicamos a la semana a las cosas espirituales? Pensando en el culto, los estudios, lecturas personales, visitas y oraciones, ¿Serian de 6 a 7 horas semanales? Esta es la pregunta que me incomoda, Si ocupamos 115 horas en actividades como trabajo, comida y dormir, y usamos de 6 a 7 horas en las cosas de Dios, ¿Qué hacemos con las 46 horas restantes?

¡Estoy hablando de casi dos días completos que le estamos dedicando a cosas que no son necesarias ni edificantes! ¡Casi dos días perdidos en nuestra semana! ¿Entiendes el punto? ¿Está realmente el Señor en el primer lugar de nuestras vidas?

Colosenses 4:5
“Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo”.

Redimir significa rescatar, no dejar perder algo, darle vida y valor.

¡Cristo nos redimió, nos rescato, no nos dejo perder, nos dio vida y valor! Ahora él nos pide que nosotros redimamos nuestro tiempo. Usemos el ejemplo de Cristo y démosle vida y valor delante de Dios a nuestro tiempo, a este regalo de Dios.

¿Estamos aprovechando el tiempo que Dios nos ha regalado?
¿Estamos dándole valor a los minutos y segundos que Dios nos da?
¿Cómo estamos aprovechando nuestro tiempo?

LEVANTÉMONOS DEL SUEÑO

Romanos 13:11
“Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos”.

¿Has pensado que queda menos tiempo hoy para que llegue Cristo que cuando te convertiste? Hoy está más cerca de nosotros la salvación que cuando nos convertimos a Cristo, esta más cerca la maldición o bendición de Dios.

¿Qué elegiremos nosotros? Pablo invita a los hermanos a levantarse del sueño. ¿Qué significa esto? ¡Que la iglesia estaba dormida! ¡Aletargada! ¡Cristianos apagados, sin pasión, si fervor por servir al Señor! ¡Dejen de dormir espiritualmente dice Pablo! ¡Dejen de estar durmiendo! Nuestro tiempo, mejor dicho, nuestra administración del tiempo será clave en nuestro destino eterno. Por lo tanto levantémonos del sueño y consagremos nuestro tiempo a Dios.

1 Pedro 4:2-3.
“para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios. Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías”.

Veamos lo que nos dice Pedro: ¡Baste ya! Basta ya al pecado en nuestras vidas, basta ya a dedicar mas tiempo al mundo que a Dios, ya no somos del mundo. Ya dejemos de vivir como viven los del mundo. Somos de Hijos Dios y debemos de estar con todo nuestro ser, tiempo y fuerzas dedicados a la obra de nuestro Padre. Mira como lo dice el pasaje: “Para no vivir el tiempo que resta”, ¿Cómo? En simples, palabras, Pedro pregunta ¿Qué harán con el tiempo que les queda en esta vida? ¿A qué se dedicarán? Te das cuenta que nos queda poco tiempo, que cada día la salvación está más cerca. ¿Qué debemos hacer? ¡Ya no vivir el tiempo como gentiles, sino como cristianos!

Una advertencia de Cristo que encierra una gran verdad.

Juan 7:6
“Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha llegado, mas vuestro tiempo siempre está presto”.

El Señor nos dice: “Ustedes pueden morir en cualquier momento”, pero tal es el significado de su declaración. PRESTO: Dispuesto para que la cosa o acción se exprese pronto. La acción a expresarse pronto es ¡Nuestra muerte! Por eso debemos vivir sobria y sabiamente el resto del tiempo que nos queda de nuestras vidas. Y aquí surge otra pregunta: ¿Estamos preparados para dejar esta vida confiadamente?

2 Pedro 3:10-13
“Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!”.

¿Estás consiente que se acerca la segunda venida de Cristo? ¿Qué se aproxima a pasos agigantados nuestro encuentro con el Señor? ¿Estás preparado(a)? ¡Todo lo que conocemos será deshecho! ¡Todo será destruido! ¿Cómo debemos vivir esperando la inminente llegada del rey? ¡Santa y piadosamente!

Vivamos en esta vida santa y sobriamente, esperando la venida del Señor.

Después de su venida según sus promesas recibiremos cielos nuevos y tierra nueva. Pero preguntémonos: ¿Estamos en el Señor y para el Señor? ¿Somos verdaderos seguidores de Cristo? ¿Estamos aprovechando bien nuestro tiempo para el Señor?

Después de leer lo que la Palabra de Dios nos ha dicho sobre cómo aprovechar bien nuestro tiempo, confió en que la palabra dicha por nuestro Padre Celestial cause un cambio en nuestras vidas. Es Dios quien quiere tomar el mando de toda nuestra vida y debemos comenzar con un cambio AHORA.

2 Corintios 6:2
“Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación”.

¡Es Hoy mismo! ¡No mañana! ¡Movámonos a la acción!

¿Quieres sentirte seguro de que no heredaras el castigo eterno, más si la vida eterna?

¡He aquí ahora es el tiempo de preocuparse de eso!

¿Que conclusión sacaras tú?
¿Aprovecharas el tiempo que Dios te da en esta vida o serás como el resto del mundo, andando de acuerdo a sus propios caminos?

1 Tesalonicenses 5:2
“porque vosotros sabéis bien, que el día del Señor vendrá como ladrón de noche”

Efesios 5:14-16
“Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo. Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos”.

¿Qué decides tú?

“Gracia y Paz”


Luis Zepeda Mir

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