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jueves, 2 de mayo de 2013

LA SABIDURÍA QUE VIENE DE LO ALTO



Santiago 1:5
“Y si alguno de vosotros tiene falta de SABIDURÍA, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”.

Cuentan que, en la Edad Media, un hombre creyente fue injustamente acusado de asesinar a una mujer. En realidad, el verdadero autor era una persona influyente y por eso buscaron a un “chivo expiatorio” para encubrir al verdadero culpable.

El hombre fue llevado a juicio, conociendo que tendría poca oportunidad de escapar al veredicto: ¡LA HORCA!

El Juez, también cómplice, cuidó de que pareciera un juicio justo y le dijo al acusado:

- “Conociendo tu fama de hombre devoto del Señor, vamos a dejar en manos de Dios tu destino. Vamos a escribir en dos papeles separados las palabras culpable e inocente. Tu escogerás uno de ellos y será la mano de Dios la que decida tu destino”

Por supuesto, el juez corrupto había preparado dos papeles con la misma leyenda: “CULPABLE” y la pobre víctima se dio cuenta que era una trampa.

No había escapatoria.

El Juez conminó al hombre a tomar uno de los papeles doblados.

El hombre inspiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados pensando, y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse, abrió los ojos y con una extraña sonrisa, escogió y agarró uno de los papeles y, llevándolo a su boca, lo engulló rápidamente.

Sorprendidos e indignados, los presentes le reprocharon airadamente.

- “Pero… ¿qué hizo?… ¿Y ahora?… ¿Cómo vamos a saber el veredicto?”

- “Es muy sencillo” respondió el acusado. “Es cuestión de leer el papel que queda y sabremos qué decía el que yo escogí”

Con rezongos y disgustos mal disimulados, tuvieron que liberar al acusado, y jamás volvieron a molestarlo.

En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento. Y la aplicación del versículo de hoy en el devenir de nuestra vida y el caminar día tras día nos dejará buenos dividendos.


“Gracia y Paz”
Palabra de Miel

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