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domingo, 12 de mayo de 2013

¿CON QUE FRECUENCIA INVOCAS A NUESTRO SALVADOR?



Salmos 18:3
“Invocaré á Jehová, digno de ser alabado, Y seré salvo de mis enemigos”.

David siempre estuvo resuelto a clamar a Dios en oración. Hagamos lo mismo nosotros también. Algunos no oran a Dios porque son pecadores; pero Jesús murió precisamente por los pecadores. Otros piensan que su caso es demasiado desesperado; pero Jesús dijo que los sanos no tienen necesidad de un médico, sino los enfermos. Y otros no claman a Dios porque ellos han fracasado en la vida; pero en Dios somos más que vencedores.

Hay otros que no claman a Dios porque todo anda bien. Este caso es el más peligroso de todos, cuando crees que puedes vivir en el pecado y te pareciera que Dios te ignora. Si este es tu caso, y sientes que es muy desesperado, te aconsejo entrar a la presencia de Dios por medio de la oración y que continúes así hasta que alcances la paz que viene por su hijo Jesucristo.

Finalmente, Hermano, te animo a que valores el privilegio que Dios nos da de poder ir al trono de su gracia y clamar a él como lo hizo David; así mismo hagámoslo nosotros ahora mismo, con un corazón humilde y quebrantado.

“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día

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