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miércoles, 13 de marzo de 2013

¿SOY UNA ESPOSA VIRTUOSA O NECIA?



Proverbios 14:1
“La mujer sabia edifica su casa; mas la necia con sus manos la derriba”.

Ya en otro artículo describimos a la mujer virtuosa que dedica su vida al servicio del Señor Jesucristo y a su esposo; lo que ahora nos interesa es conocer algunos ejemplos de lo que hacen las mujeres necias, que con sus acciones destruyen su hogar.

La mujer necia es aquella que rechaza la sabiduría y resiste la disciplina, que se niega a reconocer lo verdaderamente bueno y hace caso omiso de la voluntad de Dios.


1. La mujer sensual y la adúltera

“Con sus palabras persuasivas lo atrae, lo seduce con sus labios lisonjeros” Proverbios 7:21

El libro de Proverbios nos describe a la mujer sensual y adúltera:

·      Halaga con palabras suaves e insinuantes - Proverbios  2:16, 5:3, 7:5, 6:24, 22:14
·      Su vida es Inestable, no cuida bien su hogar- Proverbios  5:6
·      Es ambiciosa y busca su propio placer - Proverbios  5:10, 6:26
·      Genera conflictos a su alrededor - Proverbios  5:11, 6:28
·      Su belleza es superficial, muy perfumada y maquillada – Proverbios 7:10, 7.17
·      Seductora en su vestir y hablar- Proverbios 6:25, 7:10, 7:21
·      Va a lugares escondidos, oculta su maldad - Proverbios 7:9
·      No le gusta estar en su casa - Proverbios 7:11, 7:12
·      Es atrevida, no tiene vergüenza, ni pasa desapercibida  - Proverbios  7:13, 7:19
·      Persuasiva, usa artimañas para atrapar – Proverbios  7:15, 7:18
·      Actúa para llamar la atención - Proverbios 7:21
·      Sin escrúpulos, es mala, no tiene temor de Dios - Proverbios 6:24,7:19,7:20,9:17, 30:20
·      Es alborotada y bullosa, llama la atención de otros -  Proverbios 9:13

También se junta con extraños, es excéntrica, frívola, no conoce la vergüenza, empequeñece sus pecados, va a donde la invitan, no sabe hacer lo recto, induce a las personas que no tienen principios fuertes y los arrastra a su locura.


2. Vanidosa:

“Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo es la mujer hermosa y apartada de razón” Proverbios 11:22

Por un lado, en los tiempos bíblicos las mujeres llevaban un anillo en la nariz como una joya o adorno. Proverbios compara con un cerdo adornado a la mujer bella pero con poco razonamiento o cerebro, indiscreta, carente de buen criterio, falta de juicio en la conducta y modo de hablar y vestir. Así como una joya preciosa está fuera de orden en un cerdo, también la belleza física sin discernimiento está fuera de orden en una mujer.

Por otro lado, la mayoría de las mujeres vanidosas exhiben exageradamente su belleza, no tienen discreción ni modestia. Son totalmente dedicadas y vigilantes de lo externo, destinan su tiempo, dinero y esfuerzo al cuidado su propio cuerpo, en productos y tratamientos de belleza, gastan en vestidos y lujos, en cirugías, arriesgan todo por verse bellas. Su presupuesto de gastos muchas veces está en saldo rojo, pues no les alcanza con lo que tienen. Su tema de conversación es la moda, la belleza y lo nuevo de diseñadores y tiendas costosas. Son mujeres que no entienden cual es la verdadera belleza:

“Y que vuestro adorno no sea externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos, sino que sea el yo interno, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios” (1 Pedro 3:3,4).

La belleza física en una mujer piadosa, que se preocupa primero por crecer en santidad, será una deleite para su esposo y para Dios; más la belleza física en una mujer necia, sólo despertará bajas y efímeras pasiones, pues pensará que el amor de su esposo, y el de los demás, depende de su belleza.


3. Iracunda:

·      “Mejor es vivir en un rincón del terrado, que con mujer rencillosa en casa espaciosa”. Proverbios 21:9
·      “Mejor es morar en tierra desierta Que con la mujer rencillosa e iracunda”. Proverbios 21:9
·      “Gotera continua en día de lluvia y mujer rencillosa, son semejantes; el que trata de contenerla refrena al viento, y recoge aceite con su mano derecha”. Proverbios 27:15-16

Es difícil vivir con la mujer enojada y airada, según lo describe el libro de Proverbios, el cual plantea que es mejor “vivir en un pequeño rincón o aun en el riguroso desierto”. Esta mujer siempre está buscando pleitos, haciendo demandas y armando controversias que generan rencor. Es tan difícil aguantarla “…como frenar el viento” o “…recoger aceite en la mano”.

Además es una mujer orgullosa, que cree tener siempre la razón, y exige sus derechos aun pasando por encima del prójimo. Lleva a la discordia, trastorna a otros y los mueve para que hagan remolino con ella. Es impulsiva, no tiene paciencia ni es prudente.

Asimismo, en su casa huyen de sus palabras hirientes, la apartan para no ser el objeto de sus críticas, su esposo evita comunicarse bien con ella para no ser el blanco de su mal temperamento, es autoritaria y quiere que todos hagan lo que ella ordena.

“He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal, la inteligencia” (Job 28:28).

Hay un elemento común en estas descripciones de las mujeres necias y es que todas ellas buscan su propia satisfacción y alimentan su orgullo, lo cual, infortunadamente, es una característica inseparable del corazón humano, y por eso nadie se escapa de tener algo de estas mujeres.

La conducta de la mujer ha estado influenciada durante siglos por lo que la cultura y el mundo dicen acerca de cómo debe ser. El movimiento feminista actual no ha ayudado mucho a conformar la mujer verdadera, pues al exigir sus derechos ha distorsionado la moralidad y la conducta de ella misma, de la familia y de la sociedad, trayéndole desamparo, insatisfacción, culpa y cargas difíciles de llevar.

¿Cuál es la salida? ¿Cómo debe cambiar el carácter y continuar creciendo en ser mujeres virtuosas?

“Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. El provee de sana sabiduría a los rectos; es escudo a los que caminan rectamente” (Proverbios 2:6-7).

La sabiduría humana es de corto alcance en cuanto a lo espiritual, ya que no tiene el poder de discernir y de contrarrestar la maldad del corazón. Es por eso que se necesita la sabiduría divina, perfecta e infinita, para guiarnos a la virtud que es, todo aquello que procura la excelencia espiritual y el agrado de nuestro Creador. Sólo pidiendo que la Gracia y la Santidad de nuestro Dios nos muestre nuestra maldad, para arrepentirnos y alejarnos de todo tipo de necedad y ser perdonados en el amor de Cristo. Solo así el Espíritu Santo puede transformarnos para que construyamos hogares que glorifiquen a Dios y sirvan de ejemplo a otros, procurando extender su reino y ser más semejantes a Él.


Reflexión:

Es triste que la dulzura, exquisitez y delicadeza de la mujer hayan sido opacadas por la creciente ola del feminismo, afligiendo a la mayoría de ellas al adoptar conceptos equivocados de sí mismas.

¡Que Dios nos ayude como padres a cultivar en nuestras hijas las virtudes que nos enseña en Su Palabra para que su Nombre sea glorificado!

¡Qué Dios dirija a los predicadores a enseñar el verdadero carácter de la mujer creyente!

¡Que el Señor nos muestre su Gracia transformando a muchas mujeres en virtuosas!


“Gracia y Paz”
Noviazgo y Matrimonio

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