Efesios 5:15-21
Mirad, pues, con diligencia cómo
andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque
los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea
la voluntad del Señor. No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución;
antes bien sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con
himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros
corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de
nuestro Señor Jesucristo. Someteos los unos a los otros; Someteos unos a otros
en el temor de Dios”.
¿Por qué nos ordena Dios que le
demos gracias, a pesar de las circunstancias? Esta idea desafía a la lógica
humana. Pero por otro lado, el Señor raras veces confirma las reglas hechas por
los hombres. Los principios de la
Biblia son para propósitos específicos en la vida del
cristiano. La gratitud nos mantiene conscientes de la presencia de Dios, lo
cual cimenta nuestra confianza, y al final fortalece nuestro testimonio.
Debemos entender que la gratitud
no se basa en las emociones ni es el resultado de alguna situación. Podemos
estar agradecidos aun en medio de las pruebas, porque Dios ha prometido hacer
que todas las cosas obren para nuestro bien (Romanos 8:28). Eso significa que
tiene un propósito en mente para cada prueba.
Nuestra responsabilidad es
confiar en que Dios sacará algún bien de ella, y que nos hará saber su plan, lo
que da mayor razón para darle gracias. Comprender lo que Él se propone renueva
nuestras fuerzas para enfrentar las circunstancias difíciles. Expresar gratitud
cambia nuestra actitud en cuanto a Dios, a nosotros mismos y a nuestras
situaciones. La mayoría de las personas permiten que las heridas y las
tensiones les creen un estado de ánimo pesimista, lo cual afecta negativamente
cada aspecto de sus vidas. Pero los creyentes tienen el Espíritu Santo
trabajando en su interior para darles valor y un caudal de agradecimiento.
Cuando demostramos agradecimiento
en las circunstancias difíciles, los compañeros de trabajo, la familia y los
amigos desearán tener la paz y energía que obtenemos al demostrar
agradecimiento hacia Dios. Por eso, no importa por lo que esté usted pasando,
siga adelante y desafíe la lógica alabando al Señor.
“Gracia y Paz”
Meditación Diaria
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