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viernes, 30 de noviembre de 2012

SI NO DA $$$ ES UN COBARDE... ¿SI DA $$$ ES UN VALIENTE?



2 Pedro 2:1-3
“Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas…”

De la misma forma como se tergiversan el sacrificio de Abraham al decir que “Dios lo bendijo porque Abraham sacrifico” y por lo tanto las personas tiene que “sacrificar $$$” para que Dios les responda, así también lo hacen con la historia de Gedeon para continuar con su comercio con la fe. Los madianitas eran gente del desierto que descendían de la segunda esposa de Abraham, Cetura (Génesis 25:1-2). De esta relación surgió una nación que siempre estuvo en conflicto con Israel. Años antes los israelitas, cuando todavía peregrinaban en el desierto, lucharon contra los madianitas y casi los destruyeron completamente (Números 31:1-20). Debido a que no los aniquilaron totalmente, la tribu volvió a poblarse. Aquí estaban de nuevo oprimiendo a Israel.

En Jueces 6:14 fue Dios quien ya había determinado por medio de Gedeon liberar a su pueblo. No fue Gedeon quien sacrifico para que Dios apareciera, sino la Soberanía de Dios eligiendo a un hombre de entre el pueblo. (Dios no intercambia favores con el hombre, el ser humano no tiene absolutamente nada que ofrecerle a Dios que él no lo tenga). Se intenta tergiversar los textos haciendo aparecer a Gedeon como un hombre “indignado” con la situación, al punto de “reclamarle” al Ángel del Señor (lo cual se toma como referencia para enseñar a las personas a reclamar y exigir a Dios sus promesas).

Vemos a un Gedeon que no se hacia cargo del “porque” los enemigos prevalecían, al punto de transferirle a Dios la culpa. Jueces 6:13: “Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas”.

Vemos al comienzo del capitulo el “por que” de esa situación que estaba pasando el pueblo:

Jueces 6:1: “Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos del Señor; y el Señor los entregó en mano de Madián por siete años”. La ayuda de Dios vino de la misma forma como lo hace ahora: cuando oramos, cuando clamamos a El.

Jueces 6:6-8: “De este modo empobrecía Israel en gran manera por causa de Madián; y los hijos de Israel clamaron a Jehová. Y cuando los hijos de Israel clamaron a Jehová, a causa de los madianitas, Jehová envió a los hijos de Israel un varón profeta, el cual les dijo: Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Yo os hice salir de Egipto, y os saqué de la casa de servidumbre”.

Jueces 6:25-26: “Aconteció que la misma noche le dijo Jehová: Toma un toro del hato de tu padre, el segundo toro de siete años, y derriba el altar de Baal que tu padre tiene, y corta también la imagen de Asera que está junto a él; y edifica altar a Jehová tu Dios en la cumbre de este peñasco en lugar conveniente; y tomando el segundo toro, sacrifícalo en holocausto con la madera de la imagen de Asera que habrás cortado”.

Jueces 8:22-23: “Y los israelitas dijeron a Gedeón: Sé nuestro señor, tú, y tu hijo, y tu nieto; pues que nos has librado de mano de Madián. Mas Gedeón respondió: No seré señor sobre vosotros, ni mi hijo os señoreará: Jehová señoreará sobre vosotros”.

Fíjese que detalle: le ofrecieron la corona de Israel, y la rechazó. Él era consciente que lo que se había hecho, lo había hecho Dios.

Como vimos la promesa de liberar al pueblo fue hecha mucho antes del holocausto, no estaba "condicionada" (y no como lo quieren hacer creer hoy que Dios “respondió” a causa del sacrificio y de esa forma hacer que las personas hoy “sacrifiquen $$$” para lucrar con la fe de ellos). Aun así Gedeon seguía pidiendo “señales” a Dios mostrando su debilidad. Había reunido una gran cantidad de hombres para el combate, confiando en la fuerza de su brazo.

Jueces 7:2: “Y Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado”. Entonces Dios dejo apenas 300 hombres (la victoria seria por mano del Señor).

Jueces 7:7: “Entonces Jehová dijo a Gedeón: Con estos trescientos hombres que lamieron el agua os salvaré, y entregaré a los madianitas en tus manos; y váyase toda la demás gente cada uno a su lugar”. Jueces 7:9: “Aconteció que aquella noche el Señor le dijo: Levántate, y desciende al campamento; porque yo lo he entregado en tus manos”.

LA FUERZA DE GEDEÓN NO ESTABA NI EN SU INTERIOR NI EN SU EXTERIOR, SINO EN DIOS. El ejército de Gedeón simplemente observó cómo el ejército de Madián se llenaba de pánico, confusión y huía desordenadamente. Ningún hombre tuvo que sacar su espada para derrotar al enemigo. El pequeño ejército de Gedeón nunca hubiera podido lograr semejante victoria con sus propias fuerzas. Dios quería demostrar a Israel que la victoria dependía no de la fuerza o del número, sino de la obediencia y el compromiso con El.

ESA OBEDIENCIA NO ES COLOCAR DINERO EN UN SOBRE, SI NO VOLVERSE DEL MAL CAMINO DEL PECADO Y VIVIR EN SANTIDAD CON LOS OJOS PUESTOS EN EL AUTOR Y CONSUMADOR DE LA FE, ESPERANDO SU REGRESO GLORIOSO POR SU IGLESIA.

El Apóstol Pablo decía:
1 Corintios 11:1 “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo”.

¿ENSEÑO EL APÓSTOL A ESTAR ”INDIGNADO”?

Filipenses 4:11
“…pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación”.

Hebreos 13:5 
“Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré”.

1Tito 6:6-8
“Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído  este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto”.

¿Será que el Apóstol Pablo tenia “poca visión” o era un “fracasado” como dicen los súper ungidos de hoy con sus “nuevas revelaciones” ambiciosas?

ALGUIEN DEBE ESTAR EQUIVOCADO

EL DIOS DE LA DOCTRINA DE LA PROSPERIDAD ES TAN ANTI-BÍBLICO QUE TE "CAMBIA LA VIDA" A CAMBIO DE DINERO....

nota: manipulan a las personas diciéndoles: si usted no participa es como uno de los cobardes que por miedo se quedo en la cueva... pero si usted participa levantando su sobre, es "valiente como Gedeon".

No dejo que Dios actuara en el. (Jueces 8:22-23) Recogió el oro madianita e hizo un símbolo que llego a ser objeto de adoración para los israelitas. No pudo mantener al pueblo de Dios en sus caminos; pues después de que murió el pueblo regreso a la idolatría.

AL “SACRIFICAR” DINERO SE COMETEN POR LO MENOS 3 HEREJÍAS:

1.- Se esta negando el ultimo y perfecto Sacrificio hecho por el Hijo de Dios, porque al tener que hacer “su sacrificio” esta diciendo que usted debe completar algo que el no pudo conquistar en la cruz para dárselo por gracia a sus hijos. Romanos 8:32: “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?”.

2.- Todo lo que un cristiano recibe, no es por meritos, sino por su misericordia, pero usted al “sacrificar” está diciendo que tiene meritos de recibir algo, por causa de el “sacrificio” que usted hizo, e incluso se le enseña a usted a “reclamar” y a “exigirle” a Dios por causa del dinero que usted colocó en un sobre.

3.- Usted esta practicando algo que Jesús ni la iglesia primitiva enseñaron, los apóstoles nunca instaron a los creyentes a sacrificar dinero a Dios a cambio de beneficios y favores. JESÚS NO PRESENTO A UN DIOS QUE VENDE SUS BENDICIONES A SUS HIJOS. (Dios no es un traga-monedas que funciona con dinero). En el Nuevo Pacto, a través de SU SACRIFICIO, tenemos acceso al Padre para PEDIR, no tenemos necesidad de hacer transacciones monetarias con Dios, por cuanto la base de este pacto es la sangre preciosa de nuestro Señor Jesucristo y no el dinero.

ASÍ NOS ENSEÑÓ NUESTRO SEÑOR:

Mateo 21:22
“Y todo lo que PIDIEREIS en oración, creyendo, lo recibiréis”.

Marcos 11:24
“Por tanto, os digo que todo lo que PIDIEREIS orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”.

Mateo 7:7
“PEDID, y se os dará”

Juan 15:7
“Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, PEDID todo lo que queréis, y os será hecho”.

Juan 16:24
“Hasta ahora nada habéis PEDIDO en mi nombre; PEDID, y recibiréis”.

Juan 14:13-14
“Y todo lo que PIDIEREIS al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo PIDIEREIS en mi nombre, yo lo haré”.

Juan 16:23
“De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto PIDIEREIS al Padre en mi nombre, os lo dará”.

Juan 15:16
“para que todo lo que PIDIEREIS al Padre en mi nombre, él os lo dé”.

Mateo 7:11
“Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”


¿es dando dinero o simplemente pidiendo?

Hechos 8:20
“Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero”.


“Gracia y Paz”
Tiempos de Apostasía 

¿SABES QUIÉN ES JESÚS?




(LECTURA: Mateo 16:13-28)

Jesús les hizo una pregunta a sus discípulos cuando estaban llegando a un pueblo llamado Cesarea de Filipo:

- ¿Qué dice la gente acerca de mí, de quien soy yo?

Los discípulos les contestaron que algunos decía que era Juan el Bautista o alguno de los profetas como Elías o Jeremías.

Entonces Jesús les preguntó a ellos directamente que pensaban sobre quién era El, y Pedro le contestó:

- Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

Pedro le dijo que El era el Mesías que llevaban tanto tiempo esperando, el Mesías prometido para libertar al pueblo.

Y Jesús le dijo que era bienaventurado, porque esa verdad no salió de él, sino que fue revelada por Dios mismo, El se lo había descubierto.

Entonces, Jesús ordenó a sus discípulos que no contaran a nadie que El era el Mesías prometido, porque todavía no era el momento de declararlo.

Luego, Jesús comenzó a decirles a sus discípulos todo lo que iba a acontecer, y les relató que tendría que ir a Jerusalén y que allí, le matarían, pero que tres días después iba a resucitar.

Entonces Pedro, le dijo: que eso no pase nunca Señor – no lo iba a permitir.

Pero Jesús le dijo, apártate de mi Satanás, porque esa es la voluntad y los planes de Dios para la salvación del mundo y tú me estás pidiendo que no la cumpla.

Finalmente Jesús se dirigió de nuevo a todos los discípulos y les dijo que si de verdad quieren ser discípulos suyos tienen que olvidarse de hacer su propia voluntad, y buscar hacer solo la voluntad de Dios. Si solo buscan salvar sus vidas, al final la van a perder, pero si son capaces de dar sus vidas por Jesús, entonces la salvarán.

No vale de nada que una persona consiga en la vida todo lo que quiere, si al final pierde la propia vida y su alma.

Jesús les dijo que El volvería con poder y con sus ángeles para premiar a los que hacen su voluntad.

Hoy en día estas palabras que Jesús dijo a sus discípulos son para nosotros también. Tenemos que desear no hacer nuestra voluntad sino la suya, y de esta manera, podemos confiar en que todo nos irá bien, y nuestra vida tendrá valor.

Debemos ser capaces de dar todo por El y al final, nos iremos al lugar que ya tiene preparados para los que le sigue.

ORACIÓN:
Padre Celestial, te doy gracias por la muerte de Jesús en la cruz del calvario, yo me arrepiento de todas las cosas que he hecho mal y que a ti no te han agradado, y ahora te pido Jesús, que entres en mi corazón y te acepto como mi Señor y mi Salvador. Gracias por todo y ayúdame a ponerte a ti siempre en primer lugar y que lo más importante en mi vida seas siempre Tu. En el Nombre de Jesús. Amén.

“Gracia y Paz”
Devocionales para Niños

CÓMO AQUIETAR SU ALMA



Salmo 131:1-2
“Jehová, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron; Ni anduve en grandezas, Ni en cosas demasiado sublimes para mí. En verdad que me he comportado y he acallado mi alma Como un niño destetado de su madre; Como un niño destetado está mi alma”.

¿Se apresura durante su tiempo de oración, para poder ocuparse en otras cosas? Si es así, reflexione en el ejemplo de Jesús en su hábito de apartar tiempo para estar con su Padre celestial.

A solas. Aunque Jesús estaba constantemente rodeado de personas, atendiendo sus necesidades, también entendía su propia necesidad de estar a solas. Con frecuencia, después de un intenso período de ministerio, se apartaba de las multitudes, e incluso de sus discípulos, para orar en privado.

Tiempo apartado. No importa qué estuviera pasando, Jesús solía apartar tiempo para descansar en el Espíritu, enfocarse en su relación con el Padre, y fortalecerse física y emocionalmente. Aunque las personas  clamaran por Él, su prioridad era proteger este tiempo, sabiendo que su ministerio fluía del mismo.

Quietud.  ¿Qué significa “estar quietos”? El Salmo 46:10 nos llama a estar quietos: “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios”. Para saber en qué consiste esta paz interior constante, cada cierto tiempo deje de hacer algo en lo que está concentrado, y ponga su alma en contacto con la presencia del Espíritu Santo. En la lectura de hoy, David la describió como el estado de un “niño destetado”, que está en descanso perfecto y feliz, por el solo hecho de estar en los brazos de su madre.

Haga de estas cosas esenciales una prioridad, y cosechará unos inmensos beneficios en su vida de fe. Esto representa un reto en este mundo acelerado y de tantas tareas. Aquiete su corazón delante de Dios, y descubra lo mucho que necesita la paz de su presencia. ¡Es un regalo que no tiene precio!

“Gracia y Paz”

CÓMO CONQUISTAR EL TEMOR



Salmo 27:1-3
"Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado".

¿Hay un temor específico que parece surgir una y otra vez en tu vida? ¿Temes no poder pagar tus deudas? ¿Tienes miedo a la soledad? ¿Estás con temor de sufrir o de morir? ¿Sientes miedo de perder a un ser querido? Todas estas cosas son preocupaciones legítimas, pero todas ellas deberían caer en la categoría de "cosas bajo el control de Dios". Muchas veces, el rey David se encontró frente a situaciones que no sólo le provocaban temor sino que fueron peligrosas para su vida. Sin embargo, en el pasaje bíblico de hoy encontramos a David declarando con absoluta seguridad y confianza: “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?”

Y aunque nuestro temor a la muerte, a la enfermedad, a estar solos, a los problemas financieros o al terrorismo es legítimo, Dios desea que sepamos que él es mayor que todas esas cosas. Él quiere que desaparezca todo nerviosismo ante aquello que nos atemoriza, y nos exhorta a encontrar paz y tranquilidad depositando nuestras vidas en sus mano, porque: "no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio". Por lo tanto debemos rechazar ese espíritu de temor, y tener fe de que el control de nuestras vidas pertenece al Espíritu Santo, quien trae paz y seguridad a nosotros. Dios nos dice con toda claridad en su Palabra que él está con nosotros siempre, cada día de nuestras vidas. Al encomendarle la misión de reemplazar a Moisés como líder del pueblo de Israel, Dios le dijo a Josué: “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé” (Josué 1:5). La Biblia nos cuenta que, en efecto, Dios siempre fiel a su palabra, estuvo con Josué y le dio la victoria en situaciones sumamente difíciles. Y aquel pueblo tomó posesión de la tierra que el Señor había prometido a sus antepasados.

En Marcos 6:45-51, la Biblia nos narra acerca de una ocasión en la que los discípulos de Jesús se encontraban en medio del mar de Galilea, azotados por una fuerte tormenta que amenazaba con hundir su barca. Los discípulos llevaban horas remando, luchando contra los fuertes vientos y las enormes olas, pero la barca no avanzaba, sino más bien retrocedía, porque el viento era contrario. En ese momento se les acercó Jesús, caminando sobre el mar, y les dijo: “¡Confiad; yo soy, no temáis!” Cuando ellos hicieron un alto para escuchar al Señor, y confiaron en él, dice la Biblia que Jesús subió a la barca y “se calmó el viento” (v.51). La falta de fe resulta en temor; por el contrario cuando confiamos plenamente en que Dios cuida de nosotros, el temor desaparece.

Hebreos 13:5 nos recuerda la promesa de Dios a Josué: “No te desampararé, ni te dejaré” Y seguidamente declara: “De manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre”. Esto debe ser suficiente para calmar nuestros temores, pero tenemos que creerlo, tenemos que confiar en esta promesa de nuestro Señor.

Si estás pasando por momentos de temor en tu vida, sigue el ejemplo de David, el cual declaró en el pasaje de hoy: “Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado”. Arrodíllate a orar y entrega tu situación, por difícil que esta sea, en manos de Dios, pídele que aumente tu fe y verás como su paz, que sobrepasa todo entendimiento, te inundará y todo vestigio de temor desaparecerá.

ORACIÓN:
Bendito Padre celestial, en este día quiero entregar a ti todo aquello que me causa temor e inseguridad. Confieso por fe que tú estás en control de todo y que no temeré a nada ni a nadie, pues tú estás conmigo y estarás siempre conmigo hasta el fin del mundo. En el nombre de Jesús, Amén.

“Gracia y Paz”

JUSTIFICADOS POR SU GRACIA



Tito 3:7
Para que, justificados por su gracia, seamos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna.

¿Justificados? ¡Piénsalo! ¿siendo lo pecadores que somos? ¿Qué quiere decir esto? Me gustaría aplicar esta definición a la conducta de un niño: “Justificado: Como si no hubiera pecado”. ¿Pero cómo pueden pecadores culpables como nosotros ser justificados?  ...Solamente por la GRACIA DE Dios. No por velas, no por bautismos, no por jornadas en una ciudad, o cualquier otra cosa que podamos hacer; es solamente por su GRACIA la que según su misericordia nos salva.

Lo que hemos merecido por nuestros hechos es el desprecio, el desdén, y el castigo; pero cuando nos arrepentimos de nuestros pecados, y venimos a Jesucristo, y lo recibimos por la fe, Él nos perdona nuestros pecados y llegamos a ser herederos de LA VIDA ETERNA; de manera que debemos hacer como el hombre de “El Progreso del Peregrino” que puso sus dedos en sus oídos para no oír la llamada del mundo y corría hacia La Ciudad Celestial gritando, “¡Vida, Vida, Vida Eterna!”

Jesús murió por nosotros, y su testamento para nosotros es LA vida eterna… Y SI TU TE ARREPIENTES DE TUS PECADOS LO RECIBIRÁS.

“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día