La palabra griega "eleutheroô" significa "libertar, liberación, dejar en libertad", en el Nuevo Testamento esta palabra se utiliza para referirse a la obra de Cristo de liberar, traer liberación a los creyentes del pecado, y se encuentra incluida en los siguientes pasajes:
Juan 8:32
"y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres."
Juan 8:36
"Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente
libres."
Romanos 6:18
" y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la
justicia."
Romanos 6:22
"Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos
de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida
eterna."
Romanos 8:2
"Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado
de la ley del pecado y de la muerte."
Romanos 8:21
" porque también la creación misma será libertada de la esclavitud
de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios."
Gálatas 5:1
"Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo
libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. "
Pablo en la carta a los Romanos,
en el capítulo 7 menciona dos leyes: la ley de Dios en la que se deleita el
hombre interior y produce vida, y la ley del pecado que esté en la carne y
produce muerte. En el siguiente capítulo, Pablo refleja como el cristiano puede
ser liberado del poder del pecado y de la muerte mediante LA LEY DEL ESPÍRITU DE VIDA
en Cristo Jesús, si se anda en el Espíritu y no en la carne.
Romanos 6:14
"Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis
bajo la ley, sino bajo la gracia".
Romanos 7:14-25
"Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal,
vendido al pecado. Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que
quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, esto hago,
apruebo que la ley es buena. De manera que ya no soy yo quien hace aquello,
sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora
el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no
hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que
no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo
yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito
en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la
ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis
miembros. ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias
doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo
a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado".
Romanos 8:1-4
"Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo
Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque
la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado
y de la muerte. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil
por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a
causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley
se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al
Espíritu".
Romanos 8:12-14
"Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que
vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas
si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Porque todos
los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios".
Dios nos da una nueva naturaleza
divina, semejante a Cristo, la cual no puede pecar porque es conforme a la
imagen del que lo creó.
Colosenses 3:10
"y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo
creó se va renovando hasta el conocimiento pleno".
“Gracia y Paz”
Para Meditar y Compartir