Tantas veces se hacen
interpretaciones sobre los Mandamientos del Señor. Tantas veces, muchos se
justifican en que los cumplen, otros se justifican en que no hay que
cumplirlos, y entramos en la espiral de la auto justificación. El Señor cuando
enseñaba al pueblo, con esas enseñanzas que son vigentes hoy y siempre, mostró
con contundencia y claridad que Él buscaba y busca el corazón del hombre, que
seamos limpios de corazón. El objetivo de Dios es que vivamos siendo piadosos,
amorosos con respecto al prójimo, que Le amemos a Él y a los demás. Esto quedó
patente cuando pidió que tirase la primera piedra aquel que estuviera libre de
pecado, o cuando dijo hizo referencia a aquél que tan solo había mirado a otra
mujer codiciándola en su corazón, para enseñar que ya había adulterado. Del
corazón salen por lo tanto las buenas o las malas cosas del hombre.
Si hemos visto que el fin que
busca el Señor es el amor desde nuestro corazón y para ello debemos recibir una
unción de lo alto, para cambiarnos, en los dos olivos de la fe y los
Mandamientos veremos que son herramientas para esculpir ese corazón de piedra y
cambiarlo en uno de carne, que emane del Espíritu. La historia de Moisés y Elías
nos llevará a ver como el Señor los ha enviado para preparar un pueblo bien
dispuesto.
TEXTO BÍBLICO: EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS:
CAPÍTULO 9
LA TRANSFIGURACIÓN
2 Seis días después, Jesús tomó a
Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte solos a un monte alto; y se
transfiguró delante de ellos.
El Señor escoge a sus más fieles
discípulos y les da revelación de la esencia de la Deidad, de la región
celestial de Dios.
3 Y sus vestidos se volvieron
resplandecientes, muy blancos, como la nieve, tanto que ningún lavador en la
tierra los puede hacer tan blancos.
Se muestra pues Cristo como es en
la apariencia espiritual demostrándonos que Él está abierto a enseñarnos la
intimidad de Dios, si le amamos de verdad.
4 Y les apareció Elías con
Moisés, que hablaban con Jesús.
Aparecen Elías y Moisés. He aquí
la clave de la composición espiritual del hombre de Dios y que Cristo quiere
enseñarnos, y que durante el Evangelio nos pide con total claridad. Veamos: El
espíritu de Elías (Léase ELÍAS) representa la revolución espiritual en el
interior del hombre, ya que su mensaje es: No te salvarás por la religión, ni
por las prácticas, sino por el oír con fe y por arrepentirte, o sea que
cambiemos la mente por la de Cristo, como nos enseña Juan Bautista a quien Cristo
identifica con Elías. Es por lo tanto Elías una unción del espíritu de Dios
enviado para que podamos conseguir cambiar en nuestro interior y seguir a
Cristo para hacernos sacerdotes de Dios y amigos de Dios.
Moisés por su parte es la unción
del espíritu que representa la
Ley. Estos son los dos pactos, los dos testamentos que hay en
la Escritura
y los que tenemos que asimilar en nosotros. Moisés queda por lo tanto como los
mandamientos de Dios para nosotros, esos 10 mandamientos que el mismo Cristo
nos pide que guardemos porque no son gravosos.
(Léase MOISÉS).
5 Entonces Pedro dijo a Jesús:
Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una
para ti, otra para Moisés, y otra para Elías. 6Porque no sabía lo que hablaba,
pues estaban espantados. 7Entonces vino una nube que les hizo sombra, y desde
la nube una voz que decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd.
Pedro, el representante del
hombre de fe, enseguida está dispuesto a batallar por el Reino de Dios, pero no
comprende que esto es una batalla espiritual y no de aquí, sino que se libra en
el Cielo. Aclara pues Dios que no se debe oír a espíritus, sino a Cristo que es
su hijo amado. Estos espíritus nos dejan el legado de la enseñanza espiritual
pero Cristo es nuestro maestro y es a Él a quien debemos seguir. Nos enseña
pues el Padre a comparar toda enseñanza con las de Cristo para ver si son
verdaderas. Por lo tanto "a Él oíd".
8 Y luego, cuando miraron, no
vieron más a nadie consigo, sino a Jesús solo.
Confirmación ésta la de que Dios
ya no envía a otros porque Jesús es el cumplimiento de la profecía de Dios para
todo tiempo y persona.
9 Y descendiendo ellos del monte,
les mandó que a nadie dijesen lo que habían visto, sino cuando el Hijo del
Hombre hubiese resucitado de los muertos.
Cuando Cristo resucita de los
muertos es cuando los apóstoles comienzan a comprender, por el Espíritu de
Dios, el significado de los acontecimientos y de la resurrección. Es entonces
cuando se entiende la enseñanza de los ángeles o espíritus de Elías y Moisés
que son los dos olivos de los que fluye el aceite de la unción de Dios para los
que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.
10 Y guardaron la palabra entre
sí, discutiendo qué sería aquello de resucitar de los muertos.
11 Y le preguntaron, diciendo:
¿Por qué dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero?
12 Respondiendo él, les dijo:
Elías a la verdad vendrá primero, y restaurará todas las cosas; ¿y cómo está
escrito del Hijo del Hombre, que padezca mucho y sea tenido en nada?
13 Pero os digo que Elías ya
vino, y le hicieron todo lo que quisieron, como está escrito de él.
REFERENCIAS BÍBLICAS SOBRE LA FE Y LOS MANDAMIENTOS:
...Y hago misericordia a los que
me aman y guardan mis mandamientos. Éxodo 20:6.
...Los mandamientos de Yahweh son
rectos, que alegran el corazón. Salmos 19:8 y Capítulo 119.
...Guarda mis mandamientos y
vivirás. Proverbios 7:2.
...El sabio de corazón recibirá
los mandamientos; Mas el necio de labios caerá. Proverbios 10:8.
...Mas el justo por la fe
vivirá. Habacuc 2:4.
...De manera que cualquiera que
quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres,
muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga
y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. Mateo 5:19.
...Mas si quieres entrar en la
vida, guarda los mandamientos. Mateo 19:17.
...Si me amáis, guardad mis
mandamientos. Juan 14:15.
...El que tiene mis mandamientos
y los guarda, ése es el que me ama. Juan 14:21.
...Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he
guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Juan 15:10.
...Mas el justo por la fe
vivirá. Romanos 1:17.
...Concluimos pues que el hombre
es justificado por la fe sin las obras de la ley. Romanos, 3:28.
...Esto quiero saber de vosotros:
¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la Ley o por el oír con fe? Gálatas 3:2.
...Pues todos sois hijos de Dios
por la fe en Cristo Jesús. Gálatas 3:26.
...Pero sin fe es imposible
agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le
hay, y que es galardonador de los que le buscan. Hebreos 11:6.
...Hermanos míos, ¿de qué
aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe
salvarle? Santiago 2:14.
...Pero alguno dirá: Tú tienes
fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin obras, y yo te mostraré mi fe por mis
obras. ...¿Mas quieres saber hombre vano que la fe sin obras es muerta?
Santiago 18 y 20.
...Obteniendo el fin de vuestra
fe, que es la salvación de vuestras almas. 1Pedro 1:9.
...Y en esto sabemos que nosotros
le conocemos, si guardamos sus mandamientos. 1ª de Juan 2:3.
...Y cualquiera cosa que
pidiéremos la recibiremos de Él, porque
guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de
Él. 1ª de Juan 3:22.
...Y este es el amor, que andemos
según sus mandamientos. Este es el
mandamiento: que andéis en amor, como vosotros habéis oído desde el principio.
2ª de Juan 6.
TEXTO BÍBLICO: APOCALIPSIS: CAPÍTULO 11
LOS DOS TESTIGOS
1 Entonces me fue dada una caña
semejante a una vara de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de
Dios, y el altar, y a los que adoran en él.
2 Pero el patio que está fuera
del templo déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles;
y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses.
Este patio de afuera representa
que Cristo fue crucificado fuera del templo, en lugar de gentiles ya que los
gentiles se salvan por la fe en Jesús al igual que los Judíos y Él es la
simiente de Abraham.
42 meses entre 12 meses por año
son 3,5 años. Ya hemos comenzado el tercer milenio después de Cristo,
representa al amanecer del tercer día en que resucitó Cristo, y Él vendrá al
tercer día, porque un día es como mil años y mil años como un día. El otro
medio es el día y la hora que nadie sabe, solo mi Padre que está en los Cielos.
3 Y daré a mis dos testigos que
profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio.
Daré a los dos testigos que son
los mandamientos y la fe de Jesús que empieza con nuestro arrepentimiento.
1260 días son 42 meses de 30 días
son otra vez tres años y medio. Hasta nuestra época, vestidos de cilicio, o sea
con tribulación es el tiempo de su predicación, lo difícil que nos resulta que
la gente del mundo o de la religión quieran seguir al Hijo de Dios en lugar de
sus prácticas y creencias.
4 Estos testigos son los dos
olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra.
Estos dos candeleros están
encendidos para que esté viva la revelación de su mensaje a los hombres
mientras predicamos el Evangelio.
5 Si alguno quiere dañarlos, sale
fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles
daño, debe morir él de la misma manera.
6 Estos tienen poder para cerrar
el cielo, a fin de que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder
sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda
plaga, cuantas veces quieran.
Desde luego que por Moisés hizo
Dios venir las plagas de Egipto (que representa el mundo). También Elías hizo
señales en el tiempo de su peregrinación por la Tierra.
7 Cuando hayan acabado su
testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los
vencerá y los matará.
8 Y sus cadáveres estarán en la
plaza de la grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto,
donde también nuestro Señor fue crucificado.
La Sodoma es la religión que
siempre está manchada por los mandamientos de los hombres y la tradiciones
mundanas y todas las religiones han matado a Cristo. Egipto (es espiritualmente
el mundo), o sea fuera del templo de
Jerusalén, donde el Señor fue Crucificado ya que en el mundo también matan a
Jesús porque no le reciben.
9 Y los de los pueblos, tribus,
lenguas y naciones verán sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirán
que sean sepultados.
Es como si estuviesen muertos, ya
que el mundo ve sus cadáveres, para ellos está muerto el Evangelio. "Deja
que los muertos entierren a sus muertos, y tu ven y sígueme" dijo Cristo.
Tres días y medio es tres años y
medio que es 42 semanas en meses de 30 días. Se repite el mismo tiempo. Es el
mismo mensaje, para prueba de que es verdadero.
10 Y los moradores de la tierra
se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros;
porque estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la tierra.
Desde luego, desgraciadamente a
la humanidad no le agrada la
Palabra de Dios, prefiere el hombre seguir empeñado en vivir
si Dios.
11 Pero después de tres días y
medio entró en ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron
sobre sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vieron.
Es en el último tiempo cuando el
Evangelio del Reino de Dios se proclama a todas las naciones de la Tierra, porque todos los
que tengan fe, serán llamados hijos de Abraham, y la promesa que Dios le dio
fue Cristo, que Él vendría y nos salvaría Él mismo, porque la humanidad se
revela contra Dios por naturaleza. Es por lo tanto el cambio de mente, la
aspiración de ser perfecto y volver a los padres de la fe, Abraham, Isaac e
Israel, lo que quiere Dios que sintamos, aunque no consigamos ser perfectos, Él
nos hace perfectos ante sus ojos, y nos limpia en Cristo con Su sangre
derramada en la Cruz.
Los tres días y medio son otra
vez los tres años y medio. Creo que ya es el tiempo para cambiar el mundo; es
para Su gloria y salvación de las almas. Cambiemos las vidas de los que crean y
se hagan amigos de Dios.
12 Y oyeron una gran voz del
cielo, que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus
enemigos los vieron.
13 En aquélla hora hubo un gran
terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto
murieron en número de siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron, y dieron
gloria al Dios del cielo.
14 El segundo ay pasó; he aquí,
el tercer ay viene pronto.
CONCLUSIÓN
La perfección de Dios en su
pueblo es para gloria Suya. Es de bendición para nosotros cumplir los Diez
Mandamientos, pues no son gravosos y seguir la fe de Jesús, porque Él ya ha
cumplido toda la Ley
por nosotros. Es por amor a Él. Porque el fin de todo es el amor que viene de
Dios.
...Y les he dado a conocer tu
nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en
ellos, y yo en ellos. Juan 17:26
...y si tuviese toda la fe, de
tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. 1 Corintios
13:2.
Vosotros también, poniendo toda
diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud,
conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a
la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal,
amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar
ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. 2 Pedro
1:5 al 8.
Aquí está la paciencia de los
santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. Oí una voz
que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurado de aquí en adelante los
muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus
trabajos, porque sus obras con ellos siguen.
Apocalipsis 14:12 y 13.
...Si me amáis, guardad mis
mandamientos... Dijo el Señor. Por lo tanto el Señor nos muestra un Camino que
incluye los dos olivos, la fe y el amor a Dios que incluye sus Mandamientos,
porque no son gravosos. El mundo de hoy no tiene ni fe ni amor a los Mandamientos.
Solo el pueblo de Dios ha recibido la fe en la obra redentora de Cristo y sabe
que los Mandamientos son para la bendición del hombre en la tierra. Cuando
venga lo perfecto, el Reino de Dios, el Señor gobernará y ya no habrá más
maldición, ni enfermedad, ni hambre, ni tristeza, sino paz, amor, gozo, junto a
Dios y Su justicia se habrá cumplido. A Él sea la gloria hasta el día de la
eternidad. Gracias Señor por el don de la fe y por la bendición de Tu justicia,
porque has hecho que nuestro corazón sea fuente de aguas vivas, de amor de
Dios. Amén.
“Gracia y Paz”
(Jesucristo.net)