Génesis 1:21-27
“Y creó Dios los grandes
monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron
según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. Y
Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en
los mares, y multiplíquense las aves en la tierra. Y fue la tarde y la mañana
el día quinto. Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su
género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue
así. E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su
género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio
Dios que era bueno. Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,
conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de
los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra
sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó;
varón y hembra los creó”.
Colosenses 1:16
“Porque en él fueron creadas
todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles
e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades;
todo fue creado por medio de él y para él”.
¿Pero quienes son hijos de
Dios? Son todas aquellas personas que
recibieron a Jesús en su corazón. Nos convertimos en hijos de Dios cuando creemos
en Jesús y confiamos en lo que hizo en la Cruz por nosotros y somos salvos porque somos
adoptados dentro de la familia de Dios a través de nuestra relación con
Jesucristo:
Juan 1:11-13
“A lo suyo vino, y los suyos no
le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre,
les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de
sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios”.
Juan 11:52
“y no solamente por la nación,
sino también para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos”.
1 Juan 3:1-9
“Mirad cuál amor nos ha dado el
Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce,
porque no le conoció a él. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha
manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste,
seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que
tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro. Todo
aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción
de la ley. Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay
pecado en él. Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no
le ha visto, ni le ha conocido. Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia
es justo, como él es justo. El que practica el pecado es del diablo; porque el
diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para
deshacer las obras del diablo. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el
pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es
nacido de Dios”.
Efesios 1:5
“en amor habiéndonos predestinado
para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de
su voluntad”.
Romanos 8:14-17
“Porque todos los que son guiados
por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el
espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido
el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo
da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos,
también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que
padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados”.
Gálatas 3:26
“pues todos sois hijos de Dios
por la fe en Cristo Jesús”.
Gálatas 4:5-7
“para que redimiese a los que
estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por
cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el
cual clama: !!Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo,
también heredero de Dios por medio de Cristo”.
Aquellos que no son salvos no son
hijos de Dios, viven en el pecado, el cual los separa de Dios y los sitúa al
lado de Satanás como enemigos de Dios y la Escritura dice que los que se pierden son hijos
del diablo:
Juan 8:43-44
“¿Por qué no entendéis mi
lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra, Vosotros sois de vuestro padre
el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida
desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en
él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de
mentira”.
Efesios 2:3
“entre los cuales también todos
nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la
voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de
ira, lo mismo que los demás”.
Romanos 9:8
“Esto es: No los que son hijos
según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la
promesa son contados como descendientes”.
1 Juan 3:10
“En esto se manifiestan los hijos
de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama
a su hermano, no es de Dios”.
“Gracia y Paz”
Estudios Bíblicos
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