Gálatas 6:7
“…todo lo que el hombre sembrare,
eso también segará”.
Una tarde de otoño, conducía mi
automóvil junto a un campo donde un granjero había estacionado al costado del
camino unas máquinas enormes. Un cartel amarillo advertía: «Cosecha en
proceso». Al echar un vistazo hacia el campo, supe de inmediato qué había
plantado el granjero unos meses antes: pequeñas semillas de trigo. Me di cuenta
porque estaba preparándose para recorrer con sus cosechadoras aquella
superficie cubierta de espigas maduras.
Aunque pueda parecer obvio que si
uno planta trigo, va a cosechar eso mismo, a veces negamos el vínculo entre lo
que sembramos y lo que cosechamos en nuestra vida espiritual. El apóstol Pablo
escribió: «No os engañéis; […] todo lo que el hombre sembrare, eso también
segará» (Gálatas 6:7). Vivir para agradar a la carne produce corrupción, que se
manifiesta en desear lo que no nos pertenece, en ser egocéntricos e, incluso,
en tener adicciones (5:19-21). Andar en el Espíritu genera paz, bondad y
dominio propio (5:22-23). Por la gracia de Dios, podemos escoger sembrar «para
el Espíritu» y cosechar vida eterna (6:8).
Supongamos que Jesús declarara
hoy el «día de cosecha» en nuestra vida y que nos pidiera que recogiéramos el
producto de todas nuestras decisiones del año pasado. ¿Qué le mostraríamos?
Las
semillas que plantamos hoy determinarán el fruto que cosecharemos mañana.
-------------------------------------
LEA: Gálatas 6:1-10
Biblia en un año: Marcos 1–3
-------------------------------------
“Gracia y Paz”
Nuestro Pan Diario
No hay comentarios:
Publicar un comentario