La falsa devoción de las hojas de
higuera y el falso avivamiento son las características de la iglesia de
Laodicea de los tiempos finales. “Tú dices: Yo soy rico, estoy enriquecido y
nada necesito (¿reconoce las hojas de higuera?).
Jesús nos llama a echar a un lado
nuestras hojas ''Meramente Ornamentales'', hipócritas y de falsa justicia y que
como el hijo pródigo- regresemos a casa y nos pongamos el manto real del Padre.
Sólo entonces serán evidentes en nuestras vidas Los frutos del Espíritu: Amor,
Gozo, Paz, Paciencia, Benignidad, Bondad, Fidelidad, Mansedumbre y Dominio
propio (Gálatas 5:22-23).
En el reino de Dios no habrá
personas que sean meramente árboles ornamentales. Todos deben dar frutos:
“por tanto os digo que el reino
de Dios será quitado de vosotros y será dado a gente que produzca los frutos de
el’’ Mateo 21:43
“Todo pámpano que en mi no lleva
fruto, lo quitara...’’ Juan 15:2
La hipocresía perjudica a la
iglesia y nos hace daño a nosotros. Muchos hipócritas han estado actuando por
tanto tiempo que ya se creen sus propias actuaciones. Tenemos una tendencia a
moldear nuestras caras para ajustarlas a nuestras máscaras. Pero Dios desea que
seamos honestos con otros y con nosotros mismos -israelitas espirituales donde
no haya fraude ni engaño (1 Pedro 2:1; Apocalipsis 14:5). Esta es la levadura
que Jesús señalo.
Lo que dice y hace Jesús es
totalmente contrario a lo que dicen y hacen los religiosos!
La mayor necesidad del mundo es que
existan hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y
honrados en lo más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el
nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como
la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se
desplomen los cielos.
Jesús dice, “Bienaventurados los
de limpio corazón, porque ellos verán a Dios” (Mateo 5:8).
“El amor sea sin fingimiento…”
(Romanos 12:9).
“Gracia y Paz”
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