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martes, 1 de mayo de 2012



¿ESTÁS EXPERIMENTANDO  EL GOZO DE DIOS?


Salmo 5:11
“Pero alégrense todos los que en ti confían; den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes; en ti se regocijen los que aman tu nombre.”

Desde Génesis hasta Apocalipsis la Biblia nos exhorta a que nos regocijemos en el Señor. Sin embargo no siempre experimentamos el gozo que viene de él. ¿Por qué? Puede ser por diferentes motivos. Por ejemplo:

Una mala relación con Dios.
No podemos disfrutar del gozo de Dios si no establecemos una relación personal con él por medio de su Hijo Jesucristo. Una vez aceptamos a Cristo como nuestro salvador es nuestra responsabilidad cultivar una íntima relación con el Señor conociéndole por medio de la lectura de su palabra y la oración cada día. A medida que le vamos conociendo y crecemos espiritualmente, el Espíritu Santo irá produciendo en nosotros su gozo como parte de su fruto en nuestras vidas, dice Gálatas 5:22.

Temor a Dios.
Cuando la Biblia nos habla del temor a Dios, no se está refiriendo al miedo, sino se trata más bien de respeto reverente a la santidad y la majestuosidad del Rey del Universo. El Salmo 34:8-9 dice: “Gustad, y ved que es bueno Jehová; dichoso el hombre que confía en él. Temed a Jehová, vosotros sus santos, pues nada falta a los que le temen.” Esto significa que debemos honrarlo como Aquél que nos rescató, que nos incorporó a su familia, y que tiene nuestro futuro asegurado en sus manos. Satanás quiere que le tengamos miedo a Dios para que vacilemos en nuestra relación con él. Pero no debemos temer a nuestro Padre celestial, porque él nos ama incondicionalmente, de tal manera que dio a su Hijo en sacrificio para librarnos de la condenación eterna. Romanos 8:1 dice: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.”

El pecado.
Cuando pecamos se afecta nuestra relación con Dios. Nuestro enemigo espiritual quiere alejarnos de nuestro Padre celestial. Primero nos tienta para que pequemos, y si caemos nos acusa y nos recrimina para hacernos sentir mal. Pero la Palabra de Dios nos dice que “si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” (1 Juan 1:9). De esta manera nuestra intimidad con él será restablecida.

Reflexiona en esto: nuestro Dios, quien creó al mundo y que es el Señor de todo, quiere que hallemos placer en nuestra unión con él. Su Palabra nos enseña que él “nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.” (1 Timoteo 6:17). Pero la cosa más importante que Dios nos ha dado para que disfrutemos es él mismo. Estamos llamados a encontrar satisfacción en nuestra relación con él. Hay ciertas acciones de nuestra parte que nos permitirán disfrutar del gozo del Señor. Por ejemplo, alabar a Dios con cánticos o expresiones de elogio nos acercará a su santa presencia, ya que él habita en medio de las alabanzas de su pueblo, dice el Salmo 22:3. Entonces nos alegraremos y gozaremos pues "en su presencia hay plenitud de gozo", afirma el Salmo 16:11.

Pasar tiempo con Dios, conocerlo y escucharlo, aumentará nuestra intimidad con él y llenará de gozo nuestros corazones. Este gozo nos fortalecerá espiritualmente para enfrentarnos a toda prueba que se presente. Así dice Nehemías 8:10: "...no os entristezcáis, porque el gozo del Señor es vuestra fuerza." El gozo de Dios es nuestra fortaleza, por el contrario la falta de gozo equivale a debilidad espiritual. Cuando estamos tristes, es señal de que estamos débiles espiritualmente y somos víctimas fáciles del enemigo, el cual quiere vernos destruidos. El gozo que proviene de Dios elimina la tristeza. Si estás triste, busca la presencia del Señor.

ORACION:
Bendito Padre celestial, te doy gracias por el privilegio de poder acercarme a ti y disfrutar del gozo de tu santa presencia. Ayúdame a echar de mí todo lo que sea un obstáculo en mi relación contigo, y a buscar tu rostro cada día de mi vida. En el nombre de Jesús, Amen.

“Gracia, Misericordia y Paz”
Dios te habla

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