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viernes, 24 de febrero de 2017

Salmo 138:8



“El Señor cumplirá en mí su propósito. Tu gran amor, Señor, perdura para siempre; ¡No abandones la obra de tus manos!” (Salmo 138:8).

Que combinación tan grande hay en este precioso salmo, para nuestro caminar en Cristo. En primer lugar existe la confianza: El Señor completara su obra en mí (Filipenses 1:6). En segundo lugar, está la promesa: El amor del Señor perdura para siempre y no falla (1 Corintios 13:8). Finalmente, está la súplica: O Señor, no te olvides de mí, tu creación.

Oración: 
Padre Celestial, yo confió que lograras tu voluntad y propósito en mí vida. Al ver tantas historias en las Escrituras, de gente común como yo, a la que has amado y obrado en sus vidas, estoy convencido que tu amor seguirá mucho después de que yo deje de existir. Sin embargo, Amado Señor, ahora mismo tengo muchas dificultades y pido que intervengas con tu gracia y poder en mi vida. En el nombre de Jesús, Amen.

¡Gracia y Paz!


La Luz del Alma


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