¿Estás preparado para presentarte ante Dios en el Juicio Final?
Todos tenemos que pasar por el
Juicio Final. Todos lo sabemos pero no todos le prestamos suficiente atención a
ello, sino que nos distraemos con las cosas del mundo y pasan los días sin que
realmente meditemos en lo que nos espera.
Apocalipsis 20:11
“Y vi un gran trono blanco y al
que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y
ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los MUERTOS, grandes y pequeños, de
pie ante Dios y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual
es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que están
escritas en los libros, según sus obras”.
¿Quiénes son los muertos para
Dios? En el sentido espiritual los muertos son los que aún viven en sus delitos
y pecados. Estos son los que deberán presentarse delante de Dios para juicio de
sus obras, cada una de ellas serán expuestas delante de todos, incluidas las
que se han hecho a escondidas, en secreto.
Efesios 2:1-3
“Y él os dio vida a vosotros
cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis
en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de
la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,
entre los cuales también TODOS NOSOTROS vivimos en otro tiempo en los deseos de
nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos
por naturaleza hijos de ira lo mismo que los demás”
¿Y qué de ti? ¿Que va a pasar
contigo? ¿No quieres que tus pecados te sean perdonados y lavados en la sangre
de Cristo? Esto es posible, y esto es lo que Dios quiere que hagas. Para esto
es para lo que Jesús vino al mundo.
“Y la sangre de Jesucristo, su
Hijo, nos limpia de todo pecado” (1Juan 1:7).
No te distraigas con las tentaciones del mundo pensando
que todo va a seguir siempre igual. Eso no es cierto, el fin se acerca a pasos
agigantados. En cualquier momento podemos oír la última trompeta, porque se
tocará la trompeta, y en un momento, en un abrir y cerrar de ojos,
nuestros cuerpos serán transformados y seremos arrebatados en las nubes para
recibir al Señor en el aire (1 Corintios 15:51-52).
Si no te arrepientes
y vas a Jesús para que te limpie de tus pecados, solo te espera el Juicio Final
y el lago de fuego eterno. Dios no quiere eso para ti, sino que seas salvo por
medio de Jesús.
¡Gracia y Paz!
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