¿Has sentido ira por alguien? La ira es un sentimiento terrible que nos
destruye por dentro y hace daño a nuestra salud. Pero, ¿qué hacer cuando ese
sentimiento surge en nosotros? Jesús es duro con quien se enoja con su prójimo
y por eso nos dice:
“Pero yo les digo que cualquiera que se enoje
contra su hermano, será culpable de juicio, y cualquiera que a su hermano le
diga “necio”, será culpable ante el concilio, y cualquiera que le diga “fatuo”,
quedará expuesto al infierno de fuego” (Mateo 5:22).
Es por esa razón que debemos de tomar medidas para evitar
el enojo. Una forma de hacerlo es confiando a Dios nuestros problemas, sabiendo
que él nos comprende y ayuda. Por otro lado, también es bueno, si estamos
enojados con alguien, dar el primer paso para la reconciliación. No es fácil,
pero vale la pena intentarlo, siguiendo el ejemplo de Dios. Él estaba enojado
con nosotros, pero aun así envió a su hijo Jesús quien, aun siendo inocente,
entregó su vida a cambio de la nuestra. Dios no se quedó parado pensando “ellos
son los que están equivocados”, sino que vino a nuestro encuentro y, gracias a
su misericordia, somos perdonados.
Gracias, Señor, por rescatarme y perdonarme. Dame sabiduría
y fuerzas para superar la ira y vivir con el corazón libre de ese malsano sentimiento
que no solo me destruye a mí sino que
también destruye a los que me rodean. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
¡Gracia y paz!
El Taller del Alfarero
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