Juan 6:52-58
“Los judíos entonces contendían entre sí,
diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? Entonces Jesús les dijo: En
verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis
su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre,
tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. Porque mi carne es
verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe
mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre que vive me envió, y yo
vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. Este es
el pan que descendió del cielo; no como el que vuestros padres comieron, y
murieron; el que come este pan vivirá para siempre”.
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