El Señor siempre está cerca de
quienes lo amamos. ¿Cómo estar seguros? Porque Él caminó entre nosotros en su Ministerio.
Él sufrió por nosotros en la Cruz del Calvario. Él nos prometió estar con
nosotros todos los días, hasta el final del mundo (Mateo 28:20). Sabemos que en
los momentos de prueba o desafió, Él nos sostiene con su mano poderosa (Isaías
41:13-14). ¿Estará nuestro corazón abierto a Él? ¿Lo estamos buscando
correctamente?
No permitamos que los
problemas nos alejen de Dios o nos hagan dudar de su presencia en nuestra vida.
Oración:
Señor, te suplico permanezcas
siempre cerca de mí. Déjame sentir tu presencia en mi vida. Padre, te pido
también por los que están luchando por su fe y por los que están pasado por
desafíos y tragedias. Por favor quédate con ellos y revela tu presencia en sus
vidas. En el nombre de Jesús, Amén.
¡Gracia y Paz!
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