Jesús dijo: “Lo que entra por la boca no es lo que los
contamina; ustedes se contaminan por las palabras que salen de la boca. Las
palabras que ustedes dicen provienen del corazón; eso es lo que los contamina”
(Mateo 15).
También dijo: “El día del juicio, tendrán que dar cuenta
de toda palabra inútil que hayan dicho. Las palabras que digas te absolverán o
te condenarán” (Mateo 12).
De acuerdo a lo que leemos en el capítulo 1 de Juan, el
Poder de la Palabra le dio vida a todo lo creado, y su vida trajo luz a todos. Y
el oficial romano, le dijo a Jesús: “No soy digno de que entres en mi casa. Tan
solo pronuncia la palabra desde donde estás y mi siervo se sanará” (Mateo 8).
La palabra: Enseña, Ilumina, Tranquiliza, Guía, Crea,
Alivia, Ordena, Fortalece, Perdona, Sana y Da Vida. ¿Qué Palabra produce esos
resultados? La Palabra de Dios,
sobre cualquier otra palabra. Pero también las palabras que decimos. Toda
palabra hablada tiene poder. Busca la vida en la palabra de Dios y cuida lo que
dices.
¡Gracia y Paz!
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