LA BIBLIA contiene la mente de Dios, la condición del
hombre, el camino de salvación, el destino de los pecadores y la
bienaventuranza de los creyentes. Sus historias son verdaderas y sus decretos
son inmutables. Léela para ser sabio, créela para ser salvo y practícala para
ser santo. Contiene luz para guiarte, alimento para sustentarte y consuelo para
animarte. Es el mapa del viajero, es el bastón del peregrino, la brújula del
piloto, la espada del soldado, el cielo es abierto y las puertas del infierno
son descubiertas. Cristo es su tema principal, nuestro bienestar es su
propósito y la gloria de Dios es su finalidad. Debe llenar la mente, gobernar
el corazón y guiar los pasos. Léela con calma, con frecuencia y con oración. Te
ha sido dada en la vida, será abierta en el juicio y será recordada para
siempre. Incluye las mayores responsabilidades, recompensará los mayores
trabajos y condenará a todos los que tratan con ligereza su sagrado contenido.
¡Gracia y Paz!
Autor Desconocido
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