“La Biblia, Léela para ser sabio, créela para ser salvo y
practícala para ser santo”
No hay ningún otro libro en la tierra como la Biblia.
Ningún otro libro ha sido más impreso, más leído, más traducido a tantos
idiomas; no se ha hablado más de ningún otro libro; ningún otro libro ha
transformado tantas vidas; y ningún otro libro ha tenido una historia tan
constante de popularidad entre los hombres, como la Biblia. La Biblia contiene
la revelación de Dios al hombre sobre la historia de la redención y la verdad
de la salvación. Aunque incluye temas y aplicaciones muy variadas, la intención
principal de la Biblia es revelarnos quién es Dios y cómo podemos llegar a
conocerle y agradarle. Por lo tanto, el tema principal a lo largo de toda la
Escritura es Cristo como Salvador, como Él mismo dijo:
"Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os
parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio
de mí" (Juan 5:39)
LA BIBLIA contiene la mente de Dios, la condición del
hombre, el camino de salvación, el destino de los pecadores y la
bienaventuranza de los creyentes. Sus historias son verdaderas y sus decretos
son inmutables. Léela para ser sabio, créela para ser salvo y practícala para
ser santo. Contiene luz para guiarte, alimento para sustentarte y consuelo para
animarte. Es el mapa del viajero, es el bastón del peregrino, la brújula del
piloto, la espada del soldado, el cielo es abierto y las puertas del infierno son
descubiertas. Cristo es su tema principal, nuestro bienestar es su propósito y
la gloria de Dios es su finalidad. Debe llenar la mente, gobernar el corazón y
guiar los pasos. Léela con calma, con frecuencia y con oración. Te ha sido dada
en la vida, será abierta en el juicio y será recordada para siempre. Incluye
las mayores responsabilidades, recompensará los mayores trabajos y condenará a
todos los que tratan con ligereza su sagrado contenido.
¡Gracia y Paz!
Autor Desconocido
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