Dios diseñó a la humanidad para vivir de cierta manera y
“su camino es perfecto”. Dios es la fuente de fortaleza que permite a los hijos
de Dios vivir el camino que Él prescribió. David dijo: “Dios es el que me ciñe
de fuerza, y quien despeja mi camino” (v. 33).
A los no creyentes les cuesta entender la noción
cristiana de que hay un único camino. Y esto, a pesar de que cada objeto
diseñado por el hombre funciona de una única manera. Una computadora puede
realizar cálculos increíbles y ser de enorme servicio a la humanidad, pero
únicamente si se usa de la manera como fue diseñada por el fabricante. Un
tractor puede empujar una carga pesada, pero solamente si es operado de la
manera en que los diseñadores lo prepararon para funcionar. Y así, podríamos
mencionar infinidad de ejemplos.
Como creyentes seremos tentados a vivir de otra manera,
por nuestra propia fuerza y recursos. Es la naturaleza orgullosa y un defecto
fatal del razonamiento humano la que nos hace pensar que sabemos qué es lo
mejor para nuestras propias vidas, y creer que no necesitamos la ayuda de Dios
y de los demás. “Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino
de muerte” (Proverbios 16:25).
La clave para una vida exitosa es conocer a Dios y
aprender sus caminos, y luego vivir de acuerdo a ellos por fe en el poder del
Espíritu Santo. Solamente podemos cumplir nuestro propósito si somos
dependientes de Dios para tener fuerza y aprender a vivir de una manera
consistente con la forma en que fuimos diseñados. El profeta Samuel escribió:
“Porque yo he guardado los caminos de Jehová, y no me aparté impíamente de mi
Dios” (2 Samuel 22:22).
¡Qué mundo sería este si toda la creación de Dios pudiera
decirlo!
¡Gracia y Paz!
No hay comentarios:
Publicar un comentario