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sábado, 30 de julio de 2016

Isaías 54:10



Isaías 54:10 (DHH)
“Aunque las montañas cambien de lugar y los cerros se vengan abajo, mi amor por ti no cambiará, ni se vendrá abajo mi alianza de paz. Lo dice el Señor, que se compadece de ti”.

–Siento que no merezco el perdón de Dios, he intentado dejar las actitudes que me lastiman pero no puedo, pienso que Él no me ama por esto–. Muchas veces estas palabras nos carcomen la mente cuando le fallamos a Dios, pero eso no debe ser motivo para alejarnos de nuestro Eterno Padre, ni un impedimento para reconciliarnos con él, pues su amor no cambia, lo único que debemos hacer es arrepentirnos con sinceridad, pidiéndole que restaure nuestro corazón y dejar que en Sus Fuerzas seamos libres de todo lo que nos detiene para estar en armonía con Él.


Recuerda esta palabra “Convertiré el valle de la Desgracia en el paso de la Esperanza”, créela y busca a Dios a través de la oración y se libre.


¡Gracia y Paz!

viernes, 29 de julio de 2016

Filipenses 4:4



Filipenses 4:4

"Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense!"

jueves, 28 de julio de 2016

Deuteronomio 8:10



Deuteronomio 8:10

"Y comerás y te saciarás, y bendecirás al Señor tu Dios por la buena tierra que te habrá dado". 

Proverbios 13:4



Proverbios 13:4

“El alma del perezoso desea mucho, pero nada consigue, Sin embargo, el alma de los diligentes queda satisfecha”.

miércoles, 27 de julio de 2016

SI ERES DÉBIL TRATARÁS DE VENGARTE, SI ERES FUERTE PERDONARÁS...



“¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que lo demuestre con su buena conducta, mediante obras hechas con la humildad que le da su sabiduría”.

“Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos”.

¡Gracia y Paz!

1 Juan 2:17



1 Juan 2:17
“Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”.

Juan 10:28
“y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano”.


¡Gracia y Paz!

Proverbios 15:1



¡Cuida la forma en que dices las palabras!
Ser inteligente tiene mucho que cuando tienes enojo. Aprende a controlar tus emociones, evitando dejarte llevar por los impulsos; piensa siempre en las consecuencias, no uses palabras soeces y no ofendas. Si sientes que la situación se está saliendo de control, propón dejar la conversación para otro momento. Si tu esposa, esposo o hijos, se mantienen en su posición de discordia, retírate con tranquilidad y aclara que será mejor resolverlo después.

Tu actitud en una situación tensa puede marcar la diferencia, incluso puedes lograr que tu ser querido se tranquilice y baje la guardia. Cuida siempre que tu comunicación con tus seres queridos esté guiada por el amor y el respeto.



¡Gracia y Paz!

martes, 26 de julio de 2016

Proverbios 20:1



Proverbios 20:1
"El vino es provocador, la bebida fuerte alborotadora, Y cualquiera que con ellos se embriaga no es sabio".

Salmo 26


Salmo 26
“Júzgame, oh Señor, porque yo en mi integridad he andado; He confiado asimismo en el Señor sin titubear. Escudríñame, oh Señor, y pruébame; Examina mis íntimos pensamientos y mi corazón. Porque tu misericordia está delante de mis ojos, Y ando en tu verdad. No me he sentado con hombres hipócritas, Ni entré con los que andan simuladamente. Aborrecí la reunión de los malignos, Y con los impíos nunca me senté. Lavaré en inocencia mis manos, Y así andaré alrededor de tu altar, oh Señor, Para exclamar con voz de acción de gracias, Y para contar todas tus maravillas. Señor, la habitación de tu casa he amado, Y el lugar de la morada de tu gloria. No arrebates con los pecadores mi alma, Ni mi vida con hombres sanguinarios, En cuyas manos está el mal, Y su diestra está llena de sobornos. Mas yo andaré en mi integridad; Redímeme, y ten misericordia de mí. Mi pie ha estado en rectitud; En las congregaciones bendeciré a al Señor”.


Salmo 139:4



Con Dios no nos queda otra más que ser sinceros…

Entre seres humanos es muy común que tratamos de engañarnos hablando con juegos de palabras o cuidando de no mencionar “ciertas cosas”, pero con Dios más vale ser sinceros porque Él lo sabe y conoce todo.

Sin lugar a dudas el Señor conoce nuestros corazones, nuestros pensamientos y sentimientos, sabe lo que diremos aun antes de que hayamos abierto nuestra boca. Dios conoce aún cuántos cabellos tenemos en la cabeza (Mateo 10:30); está con nosotros en cada circunstancia y en cada prueba; nos previene, nos guarda, nos ama, nos dirige; conoce nuestros pensamientos aún antes de que nosotros los tengamos.

El misterio de nuestra vida no está oculto a los ojos de Dios porque Él vio nuestro embrión antes de nacer (Salmo 139:16). Dios sabe cada paso que damos, siente cada suspiro, mira cada parpadeo de nuestros ojos; sabe cuándo nos sentimos mal, inconformes, molestos y también cuando estamos felices, satisfechos y plenos; conoce nuestros planes y expectativas, nuestras limitaciones y también nuestras fortalezas.

Pero entonces, ¿por qué nos desesperamos en los momentos de aflicción? Lo hacemos por nuestra impaciencia, porque nosotros queremos que su poder obre de inmediato cuando estamos enfermos o con problemas, porque deseamos una respuesta visible a nuestra manera, cuando Dios tiene las suyas; porque simplemente NO TENEMOS FE y sí mucha falta de conocimiento.

Seamos entendidos y valoremos el conocimiento que Dios tiene de nosotros. Si hay algún problema sin solución, Él lo conoce y también sabe la solución; si tenemos problemas en nuestras finanzas, también los conoce; si estamos padeciendo enfermedad, también Él la conoce. Lo que Dios espera es que confiemos y pidamos en Su voluntad para obtener lo que necesitamos.

Lucas 11:9-13
“Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?”


¡Gracia y Paz!


EL ANTÍDOTO DE CUALQUIER CRISIS SE LLAMA JESÚS




El Rey David fue sometido a muchas pruebas y no fue vencido. Escribió: “Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo” (Salmo 23:4). Al igual que a David nosotros tenemos la promesa de la presencia de Dios, no importa lo que esté pasando a nuestro alrededor.

Si ahora mismo Tú estás caminando en un “valle oscuro”, debido a una crisis financiera, pérdida de un empleo, accidente, condición médica grave, o a cualquier otra tragedia, párate sobre las inamovibles promesas de Dios, y deja que Sus Palabras traigan seguridad a tu alma.

Estas cuatro promesas seguramente significaran muchísimo para ti estos tiempos tan difíciles:

Nahúm 1:7
El Señor es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían”.

“Dios es bueno, todo el tiempo” Estas palabras se han convertido en un cliché religioso, pero son una poderosa verdad, si la dejas que penetren en tu alma. Cuando atravesamos tiempos oscuros, somos tentados a dudar de la bondad de Dios. No dejes que el diablo te llene de dudas, ni que te diga que Dios ya te abandono; corre a los brazos poderosos de Dios, y entrégate a Su fiel cuidado.

Juan 16:33
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”.

No importa por lo que estés pasando ni lo que el mundo te depare. Jesús dijo que enfrentaríamos pruebas, pero esas palabras son seguidas de una coma, no de un punto. Él nos llama a enfrentar nuestras dificultades con fe. Él ya ha vencido al mundo y, sin lugar a dudas, vencerá cualquier problema que pudiéramos enfrentar.

Filipenses 4:6-7
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.

Cuando enfrentamos una crisis, nuestra primera reacción es preocuparnos. Pero el antídoto a la preocupación es la oración. Comparte tus miedos y pensamientos ansiosos con Jesús, y deja que Su paz los invalide. Su paz, te protegerá de la oscuridad de la desesperación.

Juan 11:25-26
“Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente”.

Esta es la fuente máxima de todo nuestro gozo. Deja que las promesas de Dios te guíen, como señales de luz a través del “oscuro valle”. Nuestro futuro es brillante al otro lado.


¡Gracia y Paz!


Lee Grady

miércoles, 20 de julio de 2016

1 Tesalonicenses 5:18



Comienza desde hoy a practicar un actitud de agradecimiento primero a Dios y luego a la gente (Padres, maestros, pastores, hijos, familiares, compañeros de trabajo y a todas aquellas personas que hacen algo por ti y descubrirás que una nueva luz iluminará tu sendero.

“Dad gracias en todo porque esta es la voluntad de Dios para con nosotros en Cristo Jesús. 1 Tesalonicenses 5:18.

UN MUNDO SIN JESUCRISTO


No busques demasiadas explicaciones, simplemente es 
UN MUNDO SIN JESUCRISTO.


Hechos 2:14-40; 1 Juan 3:4-15; 5:17; Mateo 15:19; 1 Corintios 6:9,10; Gálatas 5:19-21; 
Efesios 4:25-31; 5:3,4; 2 Timoteo 3:2-4

Mateo 5:27-28


Mateo 5:27-28
“Habéis oído que se dijo: NO COMETERÁS ADULTERIO. Pero yo os digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón”.


Gálatas 6:7



Gálatas 6:7
"No os engañéis; Dios no puede ser burlado; pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará".

domingo, 17 de julio de 2016

Mateo 5:44



Mateo 5:44

"Pero Yo les digo: amen a sus enemigos y oren por los que los persiguen”

¿CÓMO REACCIONAMOS CUANDO ALGUIEN NOS TRATA MAL?



¿Cómo reaccionamos cuando alguien nos trata mal?

Si queremos imitar a Jesús, tenemos que ser bondadosos con todos, incluso con quienes nos hacen algún mal o hasta nos odian.

Jesús dijo: “Si ustedes aman a los que los aman, ¿de qué mérito les es? Porque hasta los pecadores aman a los que los aman. [...] Al contrario, continúen amando a sus enemigos [...] y serán hijos del Altísimo, porque él es bondadoso para con los ingratos e inicuos” (Lucas 6:32-36; 10:25-37).


¡Gracia y Paz!

sábado, 16 de julio de 2016

¿TU FORMA DE VESTIR PROVOCA A LOS HOMBRES?


¿TU FORMA DE VESTIR PROVOCA A LOS HOMBRES?

Hoy tenemos un serio problema en muchas iglesias, en especial de línea liberal. Donde las mujeres usan vestimentas cortas, provocativas, ceñidas a la silueta del cuerpo, exponiendo descaradamente sus partes íntimas, senos, piernas, como atracción sexual al sexo opuesto; así son piedra de tropiezo a otros en la iglesia haciendo que muchos codicien con la mirada, provocando que muchos cometan adulterio en su corazones, destruyendo también matrimonios y familias enteras (Mateo 13:41; 18:7).


¡Gracia y Paz!

DIOS NO NOS DEBE NADA, PERO NOS DA TODO


Cada día que vivimos es un acto de la misericordia de Dios. Si Dios nos diera lo que merecemos, todos estaríamos, ahora mismo, condenados por una eternidad. En el Salmo 51:1-2, David clama: “Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad y límpiame de mi pecado”. Una súplica a Dios por misericordia es pedirle que detenga el juicio que merecemos, y en vez de ello nos conceda el perdón que de ninguna manera nos hemos ganado. 

No merecemos nada de Dios. Dios no nos debe nada. Todo el bien que experimentamos, es el resultado de la gracia de Dios (Efesios 2:5). La Gracia es simplemente un favor inmerecido. Dios nos da cosas buenas que no merecemos y que nunca podríamos ganar.



¡Gracia y Paz!

1 Juan 3:18



El amor se debe demostrar en acciones concretas a favor de nuestro prójimo. El amor teórico no sirve de nada. El que no ama activamente a su hermano, no puede amar verdaderamente a Dios.

1 Juan 3:18

“Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad”

viernes, 15 de julio de 2016

Mateo 18:3


Mateo 18:3 (DHH)
“Y dijo: —Les aseguro que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos”.


¡Gracia y Paz!

jueves, 14 de julio de 2016

Romanos 3:10-12



Romanos 3:10-12 
No hay justo, ni aun uno… No hay quien busque a Dios… No hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno”

Este mundo es nefasto, porque en el corazón del hombre no existe lugar para Dios. Viven ocupados en la mentira, el engaño, el abuso, la violencia, el alcohol, las drogas, la pornografía, el adulterio, la homosexualidad, el lesbianismo, la prostitución, etc., TODO ESTO HOY es un “estilo de vida”.

Que no se nos olvide que las cenizas de Sodoma y Gomorra fueron una vez un “estilo de vida”. Ni olvidemos que los tiempos de Noé también fueron “un estilo de vida”. Hoy en día mueren millones de personas entretenidas en estas cosas. Y el tiempo se está acabando. La oportunidad de arrepentirse es aquí en la tierra, porque después de muerto/a no podrás hacer nada ¡Es aquí, Ahora!

“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz…” (Apocalipsis 3:20).

“Busquen a Dios mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cerca. Abandone el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Dios, que tendrá de él compasión, al Dios nuestro, que será amplio en perdonar” (Isaías 55:6-7). 


¡Gracia y Paz!

martes, 12 de julio de 2016

EL PODER DE LOS ABRAZOS



EL PODER DE LOS ABRAZOS

·         Fortalecen tu sistema inmune.
·         Disminuyen la presión arterial.
·         Relajan los músculos.
·         Liberan la tensión.
·         Incrementan tu confianza, elevan la serotonina, fortaleciendo tu felicidad.
·         Estimulan la oxigenación, te fortalecen.

¡Qué saludable son los abrazos! Especialmente si estamos pasando por una situación difícil. Hay  situaciones complejos en la vida, en las que no existen palabras que puedan tranquilizarnos y brindarnos calma y serenidad. En esos momentos, solo una expresión sincera de cariño puede llenarnos de paz. Cuando atravesamos un problema, un genuino abrazo, sirve como medicina que reaviva nuestro ánimo y energiza nuestro espíritu. Nos recuerda, además, que no estamos solos y que hay gente que camina con nosotros en medio de la adversidad.

Un abrazo, es una muestra de afecto, cariño y amor que resucita la esperanza y le recuerda al que enfrenta una tormenta de la vida, que hay que seguir luchando con la fe y la esperanza de que hay luz al final del camino. En fin, un abrazo tiene la capacidad de hacer la diferencia entre el espíritu angustiado y uno de paz; entre el corazón desesperanzado y uno lleno de aliento y energía, entre una vida que ha perdido la esperanza y otra que continúa luchando con coraje y determinación.

Dios se especializa en abrazos. La Biblia dice que Él nos cubre con sus plumas para que allí encontremos refugio y protección (Salmos 91:4). El Creador de los cielos y la tierra nos ama, y muestra su gran amor por medio de su calor, su cariño, su presencia y su protección. Él nos abraza para que nos sintamos seguros y confiados en medio de las complejidades de nuestra existencia.

Si pasas por una adversidad recuerda que siempre contarás con el calor y el cuidado divino, pero si eres tú quien encuentras alguna persona que lucha con el dolor, la enfermedad o la necesidad… abrázala.  Pues, así como Dios te levanta con su abrazo tú tienes la capacidad de hacer lo mismo por otro ser humano. Hay momentos que las palabras no hacen ningún efecto, pero un fuerte abrazo puede hacer la diferencia.


¡Gracia y Paz!

Efesios 6:11-13



Efesios 6:11-13 

“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes”.  

LLENOS DE ESPERANZA, GOZO Y PAZ... (Romanos 15:13)



Romanos 15:13
"Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo".

Usar la palabra “Esperanza” como el mundo la usa es muy sencillo, refiriéndose a ella como expectativa o deseo, pero no como certeza. Un ejemplo de esto podría ser: –"¡no sé cómo me irá en el examen, pero espero sacar buenas calificaciones!"– Cuando se usa de esta manera el término "esperanza" expresa incertidumbre. En cambio, en la Biblia podemos ver con claridad que a la esperanza se le describe como todo lo opuesto a desear algo con duda e incertidumbre. En su Santa Palabra el Señor nos enseña que esperar en él significa certeza absoluta.

Un reconocido evangelista dice en uno de sus libros: "la esperanza cristiana se resume en estas pocas palabras: Es una total confianza de que algo pasará, porque Dios lo ha prometido".

Salmo 91:2
"Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré".

Otras de las incertidumbres que nos rodean a muchos seres humanos son: ¿Podré mantenerme sano?, ¿Mi esposo/a me amará toda la vida?, ¿La crisis mundial afectará mis finanzas?, ¿Podré mantener mi trabajo?, ¿Mis hijos llegarán a graduarse?, ¿Algún día tendré casa propia? Nadie puede saber con exactitud todas las respuestas sobre su presente y menos sobre su futuro, sin embargo, tenemos que estar seguros de las promesas de Dios, él nos ama profundamente, dio la vida de su Hijo unigénito para que tú y yo seamos salvos, nos está preparando una morada en el cielo, no permitirá que nada ni nadie nos separe de su amor, y pronto resolverá todos nuestros problemas por la eternidad. La lista de sus promesas puede seguir y seguir.

Como creyentes que somos, es necesario que andemos por la vida con esperanza, porque tenemos la certeza y la confianza de que Dios cumplirá todas las cosas que nos ha prometido.

Salmo 71:5
"Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza, Seguridad mía desde mi juventud".

En un mundo lleno de incertidumbre, los cristianos debemos descansar sobre una esperanza con cimientos profundos, Amén

¡Gracia y Paz!


Lukas AmisToweer

Efesios 5:15-17



Efesios 5:15-17
“Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor”.

domingo, 10 de julio de 2016

7 PUERTAS POR LAS QUE SATANÁS ENTRA A TU VIDA



7 puertas por las que satanás entra a tu vida: brujería, pornografía, cine de terror, falta de perdón, idolatría, tarot y horóscopos. También lo es la guija, la magia, el vampirismo, los zombis, la adivinación, etc.

El contacto con ese mundo espiritual de las tinieblas es MUY dañino, no un “poquito” sino muchísimo. Son tan perniciosas estas actividades que un sin número de personas (incluyendo cristianos/as despistados/as) viven enojadas sin razón aparente, bipolares, auto conmiseradas, deprimidas, y, en el peor de los casos, con ganas de suicidarse.

Nada de esto son “juegos inocentes y divertidos”, todo tiene un propósito demoniaco, el diablo usa estas puertas para entrar en tu vida, maldecirte y destruirte.

La Biblia, la Oración, el deporte, el estudio y la ciencia, son opciones perfectas para crecer, y vivir bendecido. NO TE EQUIVOQUES, BUSCA LAS COSAS DE DIOS.


¡Gracia y Paz!

sábado, 9 de julio de 2016

Proverbios 13:20



Proverbios 13:20

“El que anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios, será quebrantado”.


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jueves, 7 de julio de 2016

¿SABES CÓMO ES LA ORACIÓN DE SANIDAD?



Santiago 5:14-16
“¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”.

En esta escritura, Dios nos presenta el tema de la oración por los enfermos y nos revela criterios prácticos de cómo debemos de actuar cada vez que experimentemos la enfermedad. Veamos estos principios:


ORAR A DIOS. Cuando estemos enfermos hay que orar a Dios para pedir que nos sane. Los cristianos tenemos la expectativa de ser sanados; nosotros reconocemos que Dios es sanador (Éxodo 15:26), por eso recurrimos a Él en oración con la esperanza de ser curados. La sanidad es algo que esperamos, sin embargo eso no significa que necesariamente siempre recibiremos esa gracia. Sanar no siempre es la voluntad de Dios, por ejemplo Pablo, Trófimo y Timoteo no fueron sanados (2 Corintios 12:7-10; 2 Timoteo 4:20; 1 Timoteo 5:23). La sanidad no es algo que podemos exigir; en Filipenses 2:27 la sanidad es presentada como una misericordia, no como algo que tenemos siempre derecho a esperar. Oremos suplicando la gracia de ser curados, pero también estemos dispuestos a aceptar la voluntad de Dios, cualquiera que sea.


PEDIR ORACIÓN DE INTERCESIÓN. Pedimos a otros hermanos que oren por nuestra sanidad. Los cristianos vivimos en comunidad y buscamos apoyo cuando lo necesitamos, y creemos que Dios va a bendecirnos a través de ellos. Jesús nos dice que la oración comunitaria tiene poder, la acción de Dios se multiplica en la intercesión unos por otros (Mateo 18:19-20).


El Apóstol Santiago nos dice también que hay que pedir a los ancianos de la iglesia que oren por nosotros. Los ancianos de la iglesia (presbíteros en griego) son los hermanos mayores, los guías espirituales, los ministros de la iglesia. Ellos guían y representan la comunidad, son instrumentos poderosos en la mano de Dios. Que importante es ver también a los ministros de la iglesia como medios que Dios puede usar para bendecirnos. 


DEBEMOS TENER PERFECTAMENTE CLARO QUE EL QUE SANA ES DIOS. La oración de sanidad se debe de hacer en el nombre de Jesús. Esto se hace así para que quede claro que el que sana es Jesús, no el que ora o impone las manos, tampoco es producido por el aceite o la imposición de manos, sino por Jesús, únicamente por Jesús, nuestro Redentor y Salvador.


Muchos confían más en la persona que ora por la sanidad que en Jesús, el autor de la sanidad. Debemos ser muy cuidadosos con esto, pues generalmente se produce un equivocado protagonismo de estas personas, quienes por lo regular alimentan el orgullo y el error en ellos, y, consecuentemente, terminan convirtiéndose en manipuladores, estafadores o sectarios. En toda sanidad la gloria debe ser siempre para Dios, los instrumentos humanos debemos de pasar siempre desapercibidos, manteniendo un perfil bajo y buscando incluso el anonimato. 

Hago hincapié en el error de atribuir la sanidad a los signos usados, ya sea el aceite o las manos, como si estos elementos contuvieran algún tipo de “magia” o poder divino. Esto no es así, el poder sanador viene siempre de Dios (si es su voluntad), el signo solo representa ese poder. Hay grupos religiosos y sectas orientales que atribuyen a las manos cierta capacidad de transmitir energía sanadora, pero no es así. Como nosotros entendemos la imposición de las manos… significa sólo un signo de sanidad, y el poder sanador no fluye a través de ellas sino por una intervención directa de Dios sobre el cuerpo enfermo de la persona. No son las manos las que nos sanan, ni el aceite, sino solo Dios.

LA ORACIÓN DE SANIDAD NO ANULA EL USO DE LA MEDICINA. Como ya se mencionó, el aceite es el signo de la presencia del Espíritu y de su acción sanadora en nosotros, es así como se establece en las sagradas Escrituras; es por esa razón que se sigue usando hasta hoy en día como un signo de sanidad. De igual manera, según la Biblia, hay otra forma de entender el uso del aceite, ya que se usaba también en aquellos tiempos como medicina (Isaías 1:6; Jeremías 8:22; Lucas 10:34), servía para refrescar la piel cuando alguien se exponía permanentemente al sol del desierto o para limpiar las heridas. Por el uso medicinal que se le daba al aceite, debemos de entender aquí que la oración por los enfermos puede y debe de ir acompañada de la medicina y del tratamiento médico, pues lo uno no sustituye a lo otro.


El uso de la medicina y de los médicos son recomendados en la Biblia, por ejemplo: Pablo pidió a Timoteo que tome vino para curarse (1 Timoteo 5:23) -en esa época se usaba esta bebida como medicina; Jesús dijo explícitamente, en Mateo 9:23, que los enfermos necesitan de médico; Pablo se refiere a Lucas como “el médico amado” (Colosenses 4:14), lo cual evidencia que los cristianos valoraban a Lucas no solo por su fe sino por su labor de médico. Dios usa a los doctores y a la medicina como medios para sanar. Como dijo Paré, el famoso cirujano francés: “El médico limpia y venda las heridas, Dios la sana”. Tengamos cuidado de no caer en el fanatismo de creer que solo debemos de orar para ser sanados, que consultar a un médico o tomar medicamentos contradice o debilita la fe, todo lo contrario, debemos de ver a la medicina como un instrumento en la mano de Dios a favor de nuestra salud.


ORACIÓN DE SANIDAD CON FE. La primera condición para que la oración por los enfermos sea eficaz es que se haga con fe. Creer es fundamental en la oración; Jesús pedía fe a todos los que buscaban ser sanados (Mateo 8:13; 9:28-29).

¿Por qué es importante la fe? Porque permite que el individuo sea capaz de recibir la gracia de Dios, recuerda que Dios no impone su gracia, es necesario que cada uno sea capaz de recibirla, y para ello se necesita creer. La fe abre la puerta de nuestro corazón a las bendiciones de Dios, por lo tanto es necesario motivarla y fortalecerla.

La Palabra de Dios es un medio poderoso para fortalecer nuestra fe (Romanos 10:17). En la Biblia encontramos promesas que estimulan nuestra fe y de esa manera, sabiendo lo que Dios nos ha dado, con libertad y seguridad podemos pedir a Dios su bendición. Recuerda: “La ignorancia de la Palabra de Dios es el peor enemigo de la fe”. 


ORACIÓN DE SANIDAD CONFESANDO NUESTROS PECADOS. La segunda condición para recibir sanidad es la confesión de los pecados, no necesariamente porque la enfermedad se haya originado directamente por el pecado. En algunos casos las enfermedades se originan por una forma de vivir desordenada y sucia, sin embargo este no es el motivo principal por el cual se adquiere la enfermedad.

La enfermedad se produce por un deterioro natural de nuestro cuerpo, como consecuencia de nuestra debilidad y flaqueza humana, claro está, esta condición se deriva del pecado de Adán y Eva (pecado original) pero no necesariamente de nuestros pecados personales. 


¿Entonces porque debemos de confesar pecados? Porque esto nos hace aptos para recibir la gracia de Dios y nos vuelve recipientes dispuestos y preparados para que Dios actúe, según su voluntad. 


Recuerda, no es solo la sanidad del cuerpo lo que Dios quiere darnos, es la sanidad integral: cuerpo, alma y mente, por eso es vital primero limpiar nuestros corazones del mal, para que Dios nos sane en todas estas dimensiones.




“Gracia y Paz”

¿SIENTES TU CORAZÓN ENDURECIDO?



¿Sientes que ha disminuido tu pasión por el Señor? ¿Notas que no hay el mismo fervor en tu corazón por las cosas de Dios? ¿No sientes deseos de orar o de leer la Palabra de Dios? ¡Mucho cuidado con esa tendencia hacia el endurecimiento y la indiferencia espiritual! Inmediatamente arrodíllate, y pide al Señor que renueve en ti el fuego de su Espíritu, y que su paz y su gozo te inunden. Y hazte el propósito de tener un tiempo diario en el que leas la Biblia, y medites en ella, y te unas en espíritu de oración a tu Padre celestial.

Hebreos 3:12-13 
“Mirad, hermanos, que en ninguno de vosotros haya corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo. Antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice Hoy; porque ninguno de vosotros se endurezca con engaño de pecado”.

ORACIÓN:
Bendito Señor y Dios mío, te ruego que cuides mi corazón, y no permitas que se endurezca ni se vuelva insensible a la voz de tu Espíritu. Ayúdame a permanecer cerca de ti cada día de mi vida, adorándote, obedeciéndote y sirviéndote como tú mereces. En el nombre de Jesús, Amén.

“Gracia y Paz”

miércoles, 6 de julio de 2016

Mateo 21:21-23


Mateo 21:21-23
“Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho. Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”.