Hay un principio universal que dice: “Cada quien cosechará
lo que haya sembrado”. Un ejemplo, si
tú has sembrado naranjas, tú vas a cosechar naranjas y no manzanas (obvio).
Quien planta árboles, cosecha alimento.
Quien planta flores, cosecha perfume.
Quien siembra trigo, cosecha pan.
Quien planta amor, cosecha amistad.
Quien siembra alegría, cosecha felicidad.
Quien planta vida, cosecha milagros.
Quien siembra fe, cosecha certezas.
Quien siembra cariño, cosecha gratitud.
Quien siembra verdad, cosecha confianza.
Indudablemente son motivadores y elocuentes los
principios universales, pero la Palabra de Dios (La Biblia) es contundente,
porque dice en Gálatas 6:7 “…Dios no puedes ser burlado, lo que siembras
cosechas” (Amen).
¡Gracia y Paz!