Si te interesan los temas de salud, te proponemos esta pagina:

¿SOBRE QUÉ CIMIENTOS ESTÁS EDIFICANDO TU VIDA?


Mateo 7:24-27
“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina”.

En enero de 2010 un devastador terremoto sacudió a Haití, destruyendo más del 70 por ciento de los edificios en esa nación caribeña. El Palacio Presidencial, el edificio del Congreso y básicamente los más importantes edificios del gobierno y de las principales industrias del país fueron convertidos en ruinas por el poderoso sismo de 7.0 de magnitud en la escala de Richter. Sin embargo, un edificio de 11 pisos perteneciente a la compañía telefónica, permaneció prácticamente intacto después del terremoto. ¿A qué se debió la diferencia? El ingeniero haitiano Hans Zennid, el cual fue el responsable de asegurarse que este edificio fuera construido a prueba de terremotos, dijo que cuando él comenzó a diseñar los planos para el edificio, lo primero que hizo fue un análisis del suelo, y teniendo en cuenta la posibilidad de un sismo de por lo menos una magnitud de 7.0, añadió a los cimientos un 15 por ciento más de concreto reforzado con acero de lo que normalmente se acostumbra. Esta medida fue la causa de que ese edificio resistiera el embate del fenómeno natural, mientras que los demás edificios fueron destruidos.

En el pasaje de hoy, Jesús nos muestra una situación muy parecida a esta. La casa edificada sobre la roca resistió la embestida de la lluvia, los vientos y los ríos crecidos, "y no cayó", mientras que la casa construida sobre la arena no aguantó la arremetida de estos fenómenos naturales, “y cayó, y fue grande su ruina”. El Señor compara la primera de las dos situaciones con alguien que “oye estas palabras, y las hace”, mientras que en el segundo caso se refiere a una persona que “oye estas palabras y no las hace”. Dos actitudes diferentes, dos resultados opuestos. El primero escucha las palabras del Señor y obedece sus instrucciones. Por esta razón el resultado es favorable. El segundo, igualmente las escucha pero hace caso omiso de las mismas. Y su desobediencia le trae malas consecuencias. De esto se trata esta enseñanza, de la obediencia y los buenos resultados de obedecer, y de la desobediencia y sus lamentables consecuencias.

Derivado de nuestra naturaleza pecaminosa y rebelde, a muchas personas nos resulta difícil escuchar instrucciones. Mucho más difícil nos es obedecerlas al pie de la letra. Pero esto es precisamente lo que el Señor espera que hagamos: oír sus palabras, es decir, conocer sus instrucciones y llevarlas a la práctica. Si no lo hacemos, vamos a sufrir malas consecuencias. Por esto, el Señor nos aconseja: “Sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos” (Santiago 1:22). La obediencia a la palabra de Dios es el único fundamento firme y permanente para la vida. Toda vida fundada en la obediencia a esta palabra está segura, por fuertes que sean las tormentas que la azoten.

En algún momento la prueba llegará a toda persona, ya sea buena o mala. En esta vida nadie está exento de aflicciones y sufrimientos, pero las consecuencias de la prueba dependerán siempre del fundamento en que haya edificado su vida. Jesús les dijo a sus discípulos: “En el mundo encontrareis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). Si nuestras vidas han sido edificadas en la fe y la confianza en el amor y el poder de Dios, nos será fácil, en medio de la prueba, confiar en él y echarnos en sus brazos con la plena seguridad de que todo estará bien.

Hagámonos el firme propósito de edificar nuestras vidas sobre el fundamento de la palabra de Dios. Leamos la Biblia todos los días, meditemos en ella y pongámosla en práctica en nuestra vida. Sólo así permaneceremos firmes en el momento de la prueba y podremos disfrutar de la paz y la victoria que el Señor Jesucristo nos ofrece.

ORACIÓN:
Amante Padre celestial, te doy gracias por tu santa palabra, la cual es verdad y poder para salvación. Por favor ayúdame a edificar mi vida sobre ella y a obedecerla siempre. En el nombre de Jesús, Amén.

¡Gracia y Paz!

Dios te Habla

¿IGLESIAS O CENTROS DE ESPECTÁCULOS?




Vivimos tiempos caóticos en todos los aspectos del diario vivir. Pero lo más preocupante e indignante es ver como la Iglesia de Cristo está siendo devorada por un gran deterioro espiritual. De igual forma vemos como se está acrecentando la apostasía a pasos agigantados, sin fundamentos sólidos en la Palabra, la cual invade las iglesias evangélicas dirigidas por falsos maestros y lobos rapaces que ya no saben que costumbres o espectáculos del mundo van a adoptar para entretener, anestesiar y desviar a los incautos cristianos del verdadero evangelio de Jesús. Evangelio que debiera ser de confrontación con el pecado para producir una vida nueva, el cual nos dice que rompamos con las costumbres mundanas para vivir los principios del Reino.

Ahora vemos las iglesias-teatro, las iglesias-conciertos, las iglesias-negocios, las iglesias-discotecas, las iglesias-cinemas, las iglesias-circo con adivinos y magos, las iglesias con danza aérea acrobática, y pronto aparecerán las iglesias con la danza del ombligo (si no es que ya está de moda en algún lugar). Así que ya tenemos danzas, trapecistas, magos embusteros, adivinos, y un sin número de comediantes cuenta chistes al estilo del mundo, (muchos de ellos usando las redes sociales como esta), evidenciando tristemente que la iglesia ha perdido la santidad, la seriedad y la verdad profunda del Evangelio. ¡CUÁNTA HEREJÍA! SI LOS APÓSTOLES BÍBLICOS VIERAN ESTO EN LA IGLESIA, MORIRÍAN DE UN INFARTO.

Muchos dicen que no debemos señalar estos errores y desviaciones doctrinales porque es “falta de amor”, pero es todo lo contrario, la falta de amor consistiría en permitir el engaño y la mentira. Recordemos que la Biblia contiene muchos casos en donde la mentira ha sido confrontada, y como ejemplo tenemos al apóstol Pablo cuando se enfrento al apóstol Pedro, quien se desvió de la verdad en el asunto de la circuncisión, actuando hipócritamente (Gálatas 2:13-14). También Jesús reprocho y confrontó fuertemente a los religiosos de su época, por su conducta impropia al abusar del poder y explotar la fe con hipocresía (Mateo capítulo 23). De manera que nuestro deber cristiano es señalar todo lo que sea inmoral  e incorrecto y, sobremanera, si lo que se hace no es Bíblico.

2 Tesalonicenses 2:3-4
“Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios”.

2 Timoteo 3:1-6
“También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias”.


¡Gracia y Paz!

LOS PRETEXTOS DE LOS PECADORES



Efesios 5:6
“Que nadie os engañe con palabras vanas, pues por causa de estas cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia”.

1 Corintios 6:9-10
“¿O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios.…”

Gálatas 6:7-8
“No os dejéis engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará. Porque el que siembra para su propia carne, de la carne segará corrupción, pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.…”



¡Gracia y Paz!