¿Cuántos años lleva tu matrimonio? ¿Cómo le estás
haciendo para superar los momentos difíciles, los problemas, las
diferencias...?
En todos los matrimonios hay de todo, se tienen altos y
bajos, momentos buenos y malos. Pero, por encima de todo, lo importante es
permanecer juntos.
Con los años seguramente el amor no es el mismo que se
tiene cuando recién casados... posiblemente no. El que se tiene con los años debe
ser mejor. Y es que el amor por sí solo no es suficiente para que un matrimonio
funcione, dure y crezca de manera saludable. Hace falta más que amor... ¡HACE
FALTA DIOS!
Mateo 7:24–27
“Cualquiera, pues, que me oye estas
palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió
lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella
casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero
cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre
insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron
ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y
fue grande su ruina”.
Para que un matrimonio funcione a largo plazo debe estar fundamentado
en Dios. Sí, eso es algo que todos conocemos y que hemos oído mil veces, pero,
¿me puedes decir si esto es algo que realmente vives? ¿Es algo que practicas
día a día en las pequeñas cosas?
La manera de ponerlo en práctica es orando. Cada día levántate,
busca la presencia de Dios orando y leyendo la Biblia. En tu oración pídele al Señor
que tome el control de tu día. “Señor ayúdame a ser el esposo que quieres que
sea, ayuda a mi esposa a ser la ayuda que Tú quieres que sea”.
Haz una lista con peticiones de oración en la cual ambos anoten
todas sus necesidades físicas, económicas, etc. Pero, además de orar por todo
eso, oren también por su carácter. Acostúmbrense a orar la Biblia…
“Señor, ayúdame a gloriarme en las tribulaciones, a
recordar que los problemas que estamos viviendo producen paciencia” (Romanos
5:3).
“Señor, ayúdame a amar a mi mujer como Cristo ama a Su
iglesia; ayúdame a amarla como a mi propio cuerpo, que cada día seamos una sola
carne” (Efesios 5:25, 28).
“Señor, ayúdanos a que cada día desarrollemos más del
fruto de tu Santo Espíritu, que podamos crecer en amor, en gozo, en paz, en paciencia,
en benignidad, en bondad, en fe, en mansedumbre, en templanza. Que el uno al
otro podamos ayudarnos mutuamente a crecer en aquellas áreas en las que
fallamos” (Gálatas 5:22-23).
“Oh Santo Dios perdóname por las rencillas que provoco. Ayúdame a
cambiar mi carácter para que podamos vivir en paz en nuestro hogar” (Proverbios
21:9).
Para edificar un hogar sobre la roca hay que orar. Orar el
uno por el otro. Orar los dos juntos y con sus hijos. Esto los hará resistir pruebas
y tormentas, y los mantendrá unidos y fortalecidos.
¿Puedes comenzar a edificar tu propio hogar sobre la roca
hoy mismo? ¿Hay algún cambio por pequeño que sea que puedas hacer? ¡Hazlo ya! Merece la pena.
¡Gracia y Paz!
Edificando Matrimonios conforme al propósito de Dios