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sábado, 23 de agosto de 2014
ORACIÓN
¿Quieres tener un día de victoria? Busca el rostro del
Señor temprano en la mañana. Deléitate en su presencia, y hazle saber que tú
deseas antes que cualquier otra cosa en el día, tener un tiempo de comunión con
él y compartir tus tristezas y tus alegrías, tus cargas y tus temores, tus
planes y tus preocupaciones, sabiendo que él te ama y te escucha, y que puedes
contar con su protección y su ayuda en todo momento.
ORACIÓN:
Querido Padre, yo entiendo que necesito tu dirección y tu
protección en esta vida de constante lucha. Ayúdame a estar consciente de que mi
necesidad de acercarme a ti y cultivar mi relación contigo es más importante
que todas mis responsabilidades y actividades del día. Dame fortaleza En el
nombre de Jesús, Amén.
¡Gracia y Paz!
¿QUIERES TENER UN DÍA DE VICTORIA? ¡BUSCA EL ROSTRO DEL SEÑOR TEMPRANO EN LA MAÑANA!
¿QUIERES TENER UN DÍA DE VICTORIA?
¡BUSCA EL ROSTRO DEL SEÑOR TEMPRANO EN LA MAÑANA!
Salmo 5:1-3
“Escucha, oh Yahweh, mis palabras; considera
mi gemir. Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti
oraré. Oh Yahweh, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de
ti, y esperaré”.
En esta escritura, David expresó la necesidad que tenía
de la ayuda diaria de Dios, y temprano en la mañana acudía al Señor en oración,
buscando su dirección y protección. Todo creyente en Cristo está, quiera o no
quiera, involucrado en una guerra espiritual diaria. La Biblia dice en Efesios
6:12 que “no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados,
contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo,
contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. Nuestra guerra
no es contra los seres humanos, de carne y hueso, que nos causan disgustos y
problemas, sino contra satanás y sus demonios que se mueven en el mundo
espiritual y usan a esta gente en contra nuestra. Por lo tanto no podemos
darnos el lujo de empezar el día descuidadamente como si no existiera ningún
peligro.
Estando David en el desierto de Judá, huyendo de Saúl y
su ejército que lo querían matar, escribió el Salmo 63, en el cual expresa el
clamor de su corazón a Aquel del cual podía recibir la ayuda que necesitaba en
tan difíciles momentos. Dice el versículo 1: “Dios, Dios mío eres tú; de
madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela”. Y en los
versículos 8 y 9 muestra su confianza en el Señor: “Mi alma está apegada a ti;
tu diestra me ha sostenido. Pero los que para destrucción buscaron mi alma
caerán en los sitios bajos de la tierra”.
David se levantaba de madrugada a buscar el rostro del
Señor y clamar a él. También el profeta Isaías expresó este mismo anhelo al
escribir: “Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el
espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte” (Isaías 26:9). Imitemos a estos
siervos de Dios, y empecemos el día conscientes de nuestra urgente necesidad
del Señor. Fortalecernos espiritualmente por medio de la lectura de la Biblia y
la oración diariamente, y someternos a la dirección y protección de Dios es la
única manera de estar preparados para los ataques de Satanás. Dice Santiago
4:7: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”.
¿Quieres tener un día de victoria? Busca el rostro del
Señor temprano en la mañana. Deléitate en su presencia, y hazle saber que tú
deseas antes que cualquier otra cosa en el día, tener un tiempo de comunión con
él y compartir tus tristezas y tus alegrías, tus cargas y tus temores, tus
planes y tus preocupaciones, sabiendo que él te ama y te escucha, y que puedes
contar con su protección y su ayuda en todo momento.
ORACIÓN:
Querido Padre, yo entiendo que necesito tu dirección y tu
protección en esta vida de constante lucha. Ayúdame a estar consciente de que mi
necesidad de acercarme a ti y cultivar mi relación contigo es más importante
que todas mis responsabilidades y actividades del día. Dame fortaleza En el
nombre de Jesús, Amén.
¡Gracia y Paz!
Dios te Habla